Ruta por Castilla y León (y algo de Portugal) en furgoneta

Por fin nos decidimos a salir a rodar con la furgoneta, de manera improvisada y sin destino fijo. 24 horas antes de subirnos al vehículo no sabemos aún cuál va a ser nuestro destino. ¿A dónde vamos ahora? Nos preguntamos. Sin discutir demasiado convenimos los dos que Castilla y León es una gran propuesta de viaje. Y ahí es donde acabaremos yendo.


¿Nuestra primera vez en Castilla y León? Que va, ni por asomo. Castilla y León es uno de nuestros destinos fetiche y no es difícil comprender el porqué: historia, arquitectura interesante, monasterios y muchos castillos. Desde aquel verano de 2012 en el que pisamos por primera vez tierras castellanas en un viaje de un par de noches a Burgos hemos intentado, siempre que hemos podido, acercarnos hasta esta tierra.

No fue difícil, por tanto, convencernos del hecho que uno de los mejores destinos para estrenarnos con la furgoneta sería Castilla y León. Territorio extenso por antonomasia, todavía guardaba algunos secretos que no habíamos podido descubrir en viajes pasados. Nuestra elección espontánea fue poner rumbo a Palencia – ciudad en la que todavía no habíamos estado – y después de ella, y en algún momento del viaje, ir hasta Zamora – la otra capital de provincia castellanoleonesa que nos quedaría por visitar.

¿Cuánto tiempo estaríamos? Pues tampoco lo teníamos muy claro. Finalmente acabamos durmiendo 6 noches en la furgoneta aunque a priori habíamos pensado quedarnos en algún hotel a mitad de la ruta. Eso no fue necesario, y es que con la furgo nos las apañamos perfectamente.

La Agro Van es esto, y la camperizamos así [pincha aquí].

La ruta

Como os digo, la ruta supuso 6 noches, casi 2000 kilómetros y 2 países (aunque en Portugal estuvimos poquito).  No teníamos rumbo fijo, pero sí sabíamos qué queríamos visitar: ciudades históricas, pueblos bonitos, castillos, monasterios y algo de naturaleza. Así, y saliendo de nuestras casas, empezamos la ruta de este modo:

Provincia de Soria

Calatañazor y Burgo de Osma

No será la primera vez que visitemos estas dos localidades sorianas. Ya habíamos estado allí durante un fin de año – sí, fin de año en Soria, somos así. Nos gustaron tanto ambos pueblos que cuando nos dimos cuenta que la ruta pasaba por allí no dudamos ni un momento en volver a visitarlos.

Calatañazor, por su parte, es un pueblo pequeño de carácter totalmente medieval que se recorre en poco tiempo pero en el que puedes recrearte tanto como quieras. Los alrededores de Calatañazor son también interesantes aunque nosotros aún no los hemos visitado – en un futuro lo haremos.

Calatañazor.

Lo curioso de Calatañazor es que es el pueblo donde Almanzor perdió su tambor, esto es, donde fue herido de muerte. No se sabe exactamente dónde acabó pereciendo el militar y político andalusí, pero sí se sabe que fue a consecuencia de la batalla de Calatañazor en el año 1002. Una estatua en el pueblo nos lo recuerda.

Burgo de Osma es una localidad bastante más grande que la anterior y que tiene como mayor atractivo sus murallas y la Catedral, de dimensiones considerables y de una belleza indiscutible.

Burgo de Osma se ve también rápido, pero necesita algo más de tiempo que Calatañazor – sobre todo por su catedral. Además, su plaza invita a sentarte en alguna de las terrazas – aunque sea diciembre 😀 – y tomar algo con la vista del templo enfrente .

Burgo de Osma

Si quieres completar la ruta por la zona, te dejo el artículo que escribí hace ya unos años.

En Calatañazor nos encontramos con una familia seguidora del blog. Nos pararon y nos preguntaron si éramos nosotros Los pobres también viajamos. Fue un placer conoceros, Raquel.

Provincia de Palencia

Palencia

La primera y única parada que tenemos pensada es Palencia. Conocemos poco de la ciudad, solo su catedral, y no sabemos cuánto tiempo debemos dedicarle a esta capital de provincia castellana que es conocida como la bella desconocida, justamente, por su templo principal.

Cripta de San Antolín

Llegaremos a Palencia por la tarde, justo para poder aparcar y dar una vuelta inicial por sus calles – y tomarnos unas bravas y un vino, claro. La situación sanitaria hace que vayas con mucho más cuidado, pero no nos quita de tomarnos algo en una terraza. Ese algo son, claro, patatas bravas y un Rivera del Duero.

Modernismo palentino.

De Palencia acabaremos visitando la mayor parte de sus iglesias, siendo para mí la más chula la Iglesia de San Miguel, con ese aire de fortaleza y su plazuela preciosa. Y claro está, la bella desconocida, la Catedral de Palencia, con la Cripta de San Antolín, algo que no debes perderte en la ciudad.

Tampoco debes perderte la arquitectura modernista o dar un buen paseo a orillas del Carrión. Aunque hay más cosas para ver, nosotros decidimos irnos hasta otros pueblos, y son los siguientes.

Puente Mayor

Ampudia

Ampudia será la sorpresa de este viaje. Vamos hasta ese pueblo por su castillo pero lo que más nos sorprenderá serán sus calles porticadas, las más impresionantes que hemos visto nunca por su longitud. Las calles principales del pueblo, Corredera y Ontiveros, son las más destacadas de la localidad. Los postes sobre los que reposan las viviendas datan, algunos, del s. XIII, y forman un conjunto sorprendente.

El castillo de Ampudia es también interesante, sobre todo en su parte exterior; no hay duda que es un castillo muy bello. La visita a su interior es menos interesante de lo que parecía en un principio ya que solo visitas las salas inferiores del castillo – te avisan de ello antes de entrar – y éstas son salas en las que se exponen las colecciones de objetos del dueño de la fortaleza. Tiene su gracia pero nos hubiese gustado poder visitar el resto de fortaleza – puedes hacerlo si pagas 20€.

Dueñas

A Dueñas vamos, principalmente, para ver la Abadía San Isidro, trapense ella, pero al llegar allí nos encontramos con un cartel en la reja de entrada que decía que, debido a la Covid-19, las visitas quedaban canceladas – aparece indicado en su web pero no nos avisaron de ello en la oficina de turismo de Palencia, lugar donde nos animaron a visitar la abadía.

Como la abadía está cerrada nos acercamos hasta el centro histórico de la localidad, que no nos parece tan sorprendente como esperábamos. Intentamos visitar algunas de sus iglesias pero se encuentran cerradas, así que ponemos rumbo hasta la siguiente parada.

Baños de Cerrato

Todavía nos queda un lugar cercano a Palencia por visitar, y ese lugar es la basílica de San Juan de Baños, que data del año 661 y es una de las más antiguas de España.

La basílica se encuentra a las afueras del pueblo, cerca de una fuente romana también interesante. Si te gusta la historia esta basílica te va a gustar, porque es una de las joyas arquitectónicas de la región.

Nosotros la visitamos un miércoles y era de entrada gratuita, por lo que no había visita guiada. El resto de días la entrada vale 2€ y a cambio te explican todo el lugar.

Si pretendes seguir nuestro mismo camino te recomiendo que este recorrido lo hagas del revés, que empieces por san juan de Baños y acabes en Ampudia, ya que sino vas a tener que retroceder sobre tus pasos, como hicimos nosotros erróneamente.

Provincia de Valladolid

Valladolid

Nuestra pretensión es llegar hasta Zamora, pero no tenemos prisa ya que al ir con la Agro Van no hay problema para dormir donde nos plazca. Así, y teniendo una cuenta pendiente que saldar con la ciudad de Valladolid, decidimos parar para visitar su Plaza Mayor sin mamotretos en el centro.

La impresionante Plaza Mayor de Valladolid

La historia viene de nuestro viaje realizado en el año 2017 cuando un evento deportivo nos impidió poder disfrutar de la grandeza de esa plaza. Esta vez vamos a conseguirlo – y aprovecharemos para comer otras bravas 🙂

En Valladolid puedes, y debes, ver además de la plaza todas estas otras cosas que te conté ya hace un tiempo en este artículo.

Simancas

Simancas es también una localidad que visitamos en el pasado, justo cuando visitamos Valladolid, y esta vez iremos para dormir. Es un pueblo con un gran castillo, maravilloso, que es además Archivo General. La visita guiada es interesante – aunque por desgracia ya no pueda hacerla el guía que nos la hizo a nosotros – y las exposiciones son siempre atractivas.

El centro histórico de la localidad es también muy chulo y merece un buen paseo por él.

Lee lo que escribí sobre Simancas y su Archivo General haciendo click en este enlace.

Provincia de Zamora (primera parte)

Zamora

Zamora es la última capital de provincia castellana y leonesa que nos queda por visitar. Sí, después de estar 10 años viajando juntos hemos conseguido visitar todas las capitales de provincia de Castilla y León. ¿Qué tiene esto de interés para vosotros? Pues bien poco, pero es algo que a nosotros nos hace bastante ilusión.

La cúpula de la catedral de Zamora.

Zamora, capital europea del románico, es una ciudad que se visita rápido pero no en una hora. Y como capital europea del románico lo más interesante que vamos a ver allí – y por eso vamos, no solo por ser capital de provincia – es la gran cantidad de iglesias románicas que todavía hoy se conservan en la ciudad. Su catedral, aunque modificada en extremo en siglos posteriores, tiene todavía elementos románicos de interés como es su famosa cúpula.

En Zamora, además, encontrarás restos del castillo, también puertas de la antigua fortaleza e incluso parte de las murallas. Su casco histórico es interesante y pasa de ser totalmente medieval a convertirse en modernista en la zona de más tránsito de personas.

Tomarte unas tapas es algo interesante que hacer en la ciudad. Acercarte a la zona de San Torcuato y Santa Clara y tomarte unos pinchos en El Lobo o unos figones en el Bar Caballero, dos de los míticos de la zona, pero no los únicos.

Playa fluvial de Ricobayo

Ni por asomo nos hubiésemos acercado a una playa fluvial de no haber estado viajando con la furgoneta, pero de las muchas ventajas que tiene el viajar así es el poder ir montando la ruta a medida que vas haciendo kilómetros. Como hace calor y estamos un poco cansados decidimos acercarnos hasta la playa fluvial para echar una siesta a la sombra y darnos un baño. Bueno, el baño me lo doy yo, JJ ni se lo plantea.

Os cuento que esta va a ser mi primera vez en una playa fluvial, y la experiencia me gusta. También os digo que por temas sanitarios el acceso a la playa es restringido, solo pueden reunirse allí 200 personas en total, la playa está totalmente parcelada, tienes que dar tus datos (nombre y DNI) y avisar a la salida para que, si te marchas definitivamente, puedan acceder otros.

Tras os Montes (Portugal)

Miranda do Douro

Aprovechando la cercanía con Zamora y las buenas comunicaciones vamos a adentrarnos en Portugal y pasar allí una noche. La primera visita del día será Miranda do Douro, una preciosa localidad que tiene como atractivos su casco histórico, su cultura singular y el Douro allí (Duero aquí).

Un buen paseo por sus calles es fundamental, algunos dicen que un paseo en barco por el Duero es también imprescindible, pero nosotros eso no lo hacemos. Visitamos la catedral con todas sus historietas, buscamos el número 2 en la pared de la montaña y el zócalo pervertido de época medieval, admiramos las ruinas de su castillo y caminos por sus antiguas murallas.

Bragança

Me empeño en ir a Bragança – aunque nos toque salir otra vez a España – porque su castillo tiene muy buena pinta. Pues una cosa os digo después de haber pasado por allí: Bragança será una de las cosas más chulas que veremos en este viaje.

Su castillo, ahora museo militar, es precioso. La silueta del mismo destaca por encima del resto de la ciudad, y la pequeña ciudadela abrazada por las murallas es una especie de rincón apartado de todo el resto del bullicio humano que es la parte mas nueva de la localidad. El atardecer que vamos a vivir desde lo alto de las murallas de Bragança va a ser una de las cosas más especiales de este viaje.

Otra de las cosas que debes hacer en Bragança es dar un paseo por la zona extramuros y situada a los pies de la fortaleza. Allí encontramos la parte más nueva de la localidad y que sigue el mismo patrón que todas las ciudades portuguesas que nosotros hemos visitado: casas de pocas alturas, de paredes blancas, puertas de colores, calles pedregosas y desconchones en las fachadas.

Varge

Este pequeño pueblo acompañado por un río, de casas de piedra y veredas verdosas es conocido por un restaurante que sirve comida típica portuguesa hecha a la brasa. Lo conocemos gracias a una recomendación de una seguidora en Instagram y la verdad es que comer allí es un acierto. El restaurante en cuestión es el O Careto y te sirven carne o pescado, con acompañamiento de ensalada y patatas asadas si es pescado, o fritas y arroz si es carne, y postre, y bebida y café todo por 17€ por persona. Un gustazo de lugar en el que el trato es amabilísimo y el ambiente muy auténtico.

Pero además del restaurante, Varge – así como todo Tras os Montes – es un lugar donde la tradición y la superstición están muy presentes. El propio nombre del restaurante nos da una pista de lo que importa allí, y el careto hace referencia a las máscaras que portan los jóvenes solteros en una fiesta que tiene lugar por Navidad, entre el 24 de diciembre y el 6 de enero. Esa careta es la protagonista y es uno de los símbolos de la región de Bragança.

Rio de Onor

Estamos aún dentro de Portugal, pero en realidad nos encontramos a un paso de España, y esto es literal, porque Rio de Onor es Portugal y Rihonor de Castilla es España, un mismo pueblo unido por la frontera, o separado por ella misma. A un lado del puente Portugal, al otro España, y un pueblo de piedra, agua y vegetación que vive más allá del visitante.

Provincia de Zamora (segunda parte)

El camino natural es ahora meternos de nuevo en Zamora y no seguir en Portugal. Las fronteras son, la mayoría de las veces, separaciones ficticias entre pueblos hermanos que por unas u otras cuestiones han visto pintada frente a sus casas una línea que los separa del otro. Muy claro es el asunto en la visita anterior, Rio de Onor o Rihonor de Castilla. Y como ni la frontera ni la diferencia de usos horarios nos importa nos metemos de nuevo de lleno en España.

Puebla de Sanabria

¿Qué sino íbamos a visitar en esta parte de Zamora que no fuese Puebla de Sanabria? Pues claro, Puebla de Sanabria es uno de los pueblos más bonitos de Castilla y León, también de toda España. Todo aquello que te digan de Puebla de Sanabria se va a quedar corto porque lo de decir que es bello no abarca toda su realidad.

Puebla de Sanabria es bonito por su arquitectura, pero también por su disposición geográfica, estratégicamente construido en un pequeño cerro, dominado por el castillo, abrazado por las murallas, resguardado por el río y rodeado de verdes campos. Las casas de piedra, las calles empinadas, las pequeñas plazas, la gran fortaleza. Puebla de Sanabria es parada obligatoria en tu viaje a Zamora – y en el nuestro.

Lago de Sanabria (y alrededores)

Finales de agosto, un lago natural que es el más grande de España, el lago de origen glaciar más grande de Europa. El biquini en la maleta, playas preparadas, y un cielo nublado, y escasos 15 grados centígrados. Mi gozo en un pozo, quería bañarme en las aguas del Lago de Sanabria pero no va a poder ser.

Ya puedes saltar que no te vas a bañar.

Sin baño el Lago de Sanabria tiene también sentido, puedes recorrerlo en barco – cosa que no hacemos -, puedes recorrerlo andando y puedes visitar sus pueblos y paisajes naturales tanto a pie como en coche. Nosotros haremos lo último, ir de aquí hasta allí con la Agro Van y caminar un poco por su paisajes que sorprendentemente, y a finales de agosto, apuntan ya más a un incipiente otoño que aun verano moribundo.

Ribadelago Viejo

No tenía conocimiento de este lugar hasta que alguien me lo menciona, otra vez, en Instagram – bendita red social que sirve como tal y no como ventana postureta. Este pueblo que ya no lo es tiene una triste historia en la que no me voy a extender – de momento – pero que es preciso conocer para entender la razón de la visita.

Ribadelago nunca fue viejo, Ribadelago era solo Ribadelago, pero a finales de los años 50, y en el marco de la construcción de una presa, el pueblo desapareció y tuvo que construirse un Ribadelago, ahora Nuevo. La historia, muy crudamente explicada, es la siguiente: una fría noche de invierno, de copiosas lluvias, la presa se rompió y anegó el pueblo. 144 personas perecieron, de las poco más de 500 que habitaban la localidad. Pocos fueron los cuerpos que se encontraron, los muchos reposan eternamente en el fondo del lago. De la localidad no quedaron ni gentes para habitarla, ni casas para cobijar. Hoy es solo un recuerdo doloroso que no tantos conocen pero que es preciso recordar.

Lee la historia de Ribadelago Viejo en este artículo que he escrito.

San Martín de Castañeda

No puedes ir al Lago de Sanabria y pasar por alto San Martín de Castañeda, pueblo que nace a partir de la construcción del monasterio que todavía hoy sigue en pie aunque no en su forma original, y es que los primeros muros empezaron a levantarse allá por el siglo sexto, en época visigótica.

De San Martín de Castañeda se enamoró Unamuno y le dedicó unos versos que aquí transcribo para goce y deleite de todos los que estos textos que escribo leéis.

San Martín de Castañeda, espejo de soledades,
el lago recoge edades
de antes del hombre y se queda 
soñando en la santa calma
del cielo de las alturas,
la que se sume en honduras 
de anegarse, ¡pobre! el alma. 
Men Rodríguez, aguilucho 
de Sanabria, el ala rota
ya el cotarro no alborota 
para cobrarse el conducho. 
Campanario sumergido 
de Valverde de Lucerna, 
toque de agonía eterna 
bajo el caudal del olvido. 
La historia paró; al sendero 
de San Bernardo la vida 
retorna, y todo se olvida, 
lo que no ha sido primero.

Miguel de Unamuno

Fue tal la impresión que le provocó a Unamuno el pueblo de San Martín de Castañeda que le sirvió de inspiración para escribir su celebérrima San Manuel Bueno, mártir. Pero no fue solo Unamuno quien sintió algo así como impresión al llegar al pueblo, y es que aquellos que pasaron por allí en la veintena y treintena del siglo pasado se quedaron pasmados con las condiciones de vida de las gentes del lugar, condiciones que sorprendían por su poca humanidad. Las Misiones Pedagógicas pasaron por tierras sanabresas en los años 33 y 34 del siglo veinte y en palabras de los estudiantes que allí llegaron para representar obras de teatro, en San Martín de Castañeda se encontraron con una realidad tan cruda que acabó mostrándoles «[…] al desnudo su miseria enferma y desolada, amarga de larga años sin esperanza… niños harapientos, pobres mujeres arruinadas de bocio, hombres sin edad agobiados y vencidos, hórridas viviendas sin luz y sin chimeneas, techados de cuelmo y negras de humo.»

Hoy la realidad de San Martín de Castañeda es otra y puede que el turismo hayamos ayudado a cambiarla.

Laguna de los Peces

Queremos subir a la Laguna de los Peces para realizar alguna ruta senderista, pero os hago un spoiler: 10ªC pasado el mediodía y un viento furibundo no nos lo van a permitir. Lo que sí vamos a tener, tanto a la subida como a la bajada, serán unas vistas espectaculares del Lago de Sanabria, y es que la mejor perspectiva del mismo se encuentra en la carretera que te lleva a la Laguna de los Peces.

De camino a la Laguna, el Lago.

Ésta, por su parte, es una laguna que permanece la mayor parte del invierno congelada y llena de nieve – algunos me dicen que incluso en mayo han encontrado nieve en ese punto de la montaña sanabresa. Alrededor de la misma, y a partir de ella, se pueden hacer múltiples rutas senderistas de dificultad diversa y que te llevan a otras lagunas y otros espacios naturales de gran valor que nosotros, y por las condiciones climatológicas que os he descrito un poco más arriba, no acabaremos realizando.

Mombuey

De singularidades está llena la provincia de Zamora, y una de sus mayores singularidades arquitectónicas es la iglesia templaria de Mombuey. En ella destaca su torre que fue la construcción inicial y a partir de la cual se construyó el templo que tiene como mayor tesoro en su interior una imagen de un cristo que transita entre el románico y el gótico y que es una joya del arte medieval.

Santa María de Tera

Nos queda aún un tesoro medieval que descubrir en esta parte de Zamora, y ese tesoro es el antiguo monasterio de Santa María de Tera, en la población del mismo nombre y que tiene fácil acceso por la carretera que va a Ourense.

Por primera vez, Santiago Peregrino.

De todo lo interesante que guarda esta construcción, decir que son dos los elementos de más interés: por una parte, la primera representación de Santiago Apóstol como Peregrino; la segunda, el fenómeno de luz equinoccial que tiene lugar en marzo y septiembre, momento en el que un haz de luz penetra por uno de los óculos de la iglesia e incide sobre el capitel izquierdo de la misma.

Además de estas dos cuestiones fundamentales para los visitantes, decir que esta iglesia, románica en todo su conjunto, no ha sufrido cambios en siglos, ya que fue declarada Monumento Histórico Artístico en el año 1931 y solo ha sufrido una modificación algunas decenas de años después y que se puede percibir sin dificultad pero que no degenera para nada el conjunto.

Benavente

Nuestra última parada en Zamora será Benavente que, para nosotros, tiene como atractivo principal el castillo. De la localidad no vamos a visitar nada más allá de la fortaleza que es hoy en día Parador de Turismo. El castillo es bastante bonito y el hotel tiene un a pinta espectacular, merece la pena detenerse para verlo, y tomarte una cerveza nada barata pero muy a gusto.

Provincia de Valladolid (bis)

Medina el Campo

Nos metemos en Medina del Campo, haciendo ya kilómetros para acercarnos cada vez más a casa, ya que ha sido plaza importante en la Edad Media, centro comercial de renombre y el lugar donde murió Isabel la Católica. De ese esplendor del pasado, visualmente, queda bien poco. Ahora Medina es una ciudad moderna con algunos elementos aquí y allí que recuerdan que antaño aquello era el centro del mundo – o casi. Lo que sí hay en Medina del Campo es un castillo impresionante, el de La Mota, que se encuentra a las afueras de la actual población pero que antes era el núcleo de la misma.

Este castillo, que no visitaremos por cuestiones de horarios, tiene una presencia brutal sobre el resto de ciudad y aunque solo podemos verlo por la noche merece la pena acercarse hasta él. En un futuro está en nuestros planes de viaje – viaje que englobará toda esa zona, entre Valladolid, Ávila y Segovia.

Provincia de Ávila

Arévalo

Para ir rematando el viaje, e ir ganando kilómetros a la jornada siguiente, avanzamos un poco más y llegamos a Arévalo. Esta localidad, importantísima también en el pasado, tiene otro castillo de dimensiones considerables, que tampoco podremos visitar – aunque pensábamos que sí – y que guarda para nostros una sorpresa muy agradable. La sorpresa no la guarda el castillo, sino Arévalo, y es que su Plaza de la Villa es una de esas plazas que te deja sin palabras.

Plaza de la Villa de Arévalo

Bonita donde las haya, la Plaza de la Villa de Arévalo fue proyectada en el s. XV y su imagen no dista mucho de la que era siglos atrás. La Iglesia de San Martín, de un mudéjar castellano exquisito, preside uno de los costados de la plaza. Son muchas otras las iglesias que hay en la localidad, y las torres que custodian los cielos. Puentes y murallas están todavía hoy presentes y le dan carácter a un lugar que en el pasado fue importante centro político y administrativo.

Ávila

Tercera vez que visitaremos la ciudad amurallada de Ávila, pero la primera que probaremos su chuletón. La de Ávila desde la lejanía es una de las estampas más impresionantes de España; sus murallas impactan al visitante, mucho más que otras murallas de otros lugares europeos que son puro invento fantasioso aunque bonitas y espectaculares también.

En Ávila no solo hay murallas, hay también una catedral con forma de fortaleza muchas iglesias, conventos plazuelas y recovecos maravillosos que harán que te sientas, de verdad, en la Edad Media. Ávila es, para nosotros, una de las ciudades más bonitas de España, y no nos parece que sea Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en vano. Su singularidad es tal que querrás visitarla una y otra vez.

Bonus

Como el tiempo se nos echa encima vamos sin ninguna prisa. ya lo he dicho, viajar con la casa a cuestas, aunque ésta sea de lo más humilde, es una gozada. Sin pausa vamos comiendo kilómetros pero nos permitimos el lujo de detenernos en varios lugares.

el primer lugar en el que nos vamos a detener, ya en Castilla la Mancha, va a ser Torija, en plena alcarria. No es la primera vez que estemos allí, ya visitamos la localidad hace 5 años y nos asomamos a su castillo que alberga el primer museo dedicado a un libro, el de Viaje a la Alcarria de Camilo José Cela – libro que, por otra parte, os recomiendo leer.

Después de Torija, y teniendo que desviarnos un poco de la ruta – pero con mucho gusto – acabaremos en Sigüenza, una de nuestras localidades preferidas en la provincia de Guadalajara. Sigüenza es uno de los pueblos más bonitos de España y para mí su estampa vista desde la carretera, con el castillo en lo alto y la catedral casi fortaleza en una parte más baja es de las más chulas que puedes encontrar por la zona – y más allá. Como os digo, no es la primera vez que visitamos Sigüenza, tampoco es la segunda, ni va a ser la última. si vosotros no habéis estado, os recomiendo encarecidamente que guardéis un día, al menos, para verla, porque os va a encantar.

Catedral de Sigüenza

Apunta este viaje entre Guadalajara y Soria si es que te interesa la zona.

Ese día, el último de viaje, acabaremos durmiendo en Calatayud, otra localidad que ya visitamos también en el pasado y que nos servirá para descansar un poco de tanta conducción. Lo dicho, detenerte sin rumbo fijo es una maravilla, totalmente recomendado eso de viajar en Agro Van.

Mapa

Presupuesto

Esta vez no nos gastamos ni un duro en hoteles, ir con la furgoneta es lo que tiene. Sí nos gastamos más dinero de lo normal en entradas y en comer, aunque en esto último tampoco invertimos mucho porque traíamos comida de casa y podíamos cocinar en la furgo. Viajar de este modo nos ha permitido centrar nuestro presupuesto en aquello que verdaderamente nos importa hacer cuando viajamos, que es hacer visitas culturales.

Hemos estado en 11 castillos, algunos de ellos de entrada gratuita y otros de pago. Hemos visitado dos catedrales y muchas iglesias y lo que nos hemos gastado en entradas ha sido lo siguiente:

  • Catedral de Palencia: 4€x2=8€
  • Castillo de Ampudia: 4€x2=8€
  • Catedral de Zamora: 5€x2=10€
  • Castillo de Bragança: 2€x2=4€
  • Castillo de Puebla de Sanabria: 3€x2=6€
  • San Martín de Castañeda: 1€x2=2€
  • Santa María de Tera: 1€x2=2€
  • TOTAL: 40€

En comer nos gastamos estrictamente el dinero de dos menús, ya que las otras cosas que hacíamos eran tapas y raciones en las distintas ciudades y de las que no apuntamos precios. Respecto a los menús dos menús en O Careto, en Varge nos costaron 34€. En Ávila comimos un menú con chuletón que nos salió por 50€ los dos. Del resto de cosas, de cervezas, cafés y raciones, no echamos cuentas, pero en esos días igual nos gastamos unos 50€ más, por lo que nos gastaríamos un total de 135€ en comer. Pensad que sí, por ejemplo, hubiésemos tenido que pagar alojamiento el menú de chuletón no lo hubiésemos hecho ni por asomo.

En transporte, como siempre, lo que nos saliese por el diésel. Hicimos unos 2000 km y la media del precio del litro de diésel estuvo sobre los 0,95€, y nos gastaríamos unos 200€ en total.

En total nos gastaríamos, por lo tanto, y durante 6 días de viaje, unos 400€ los dos (echando cuentas al alza).

Consejos

La ruta, que nosotros realizamos en 6 noches, da para mucho más. algunos de los sitios que visitamos, y como he dicho ya a lo largo del artículo, los habíamos visitado en tiempos pasados. Valladolid, por ejemplo, Ávila o
Simancas dan para mucho más de modo que si quisieras visitarlos bien tendrás que añadir un par de días más al viaje.

Sé también que muchas de las zonas por las que pasamos ofrecen muchos más atractivos que pueden dar para un viaje por sí solas. Sanabria, por poner un ejemplo, es una zona que si te gusta el turismo de naturaleza tiene mucho que ofrecer, así como Tras os Montes. La cuestión es que extraigas de nuestros consejos aquello que pueda servirte y te permita moverte con libertad por aquellos lugares que más te puedan gustar.

Alrededores el Lago de Sanabria.

Y hasta aquí nuestra primera salida con la furgoneta. Tengo claro que van a ser muchas más y que las vamos a seguir contando. Cuidaos, y a viajar.

Una filósofa y un politólogo que amana viajar y lo hacen a pesar de los pocos recursos que tienen. Viajar es más que un capricho, viajar es una necesidad y aquellos que somos pobres en un primer mundo de opulencias tenemos derecho también a realizar nuestros sueños viajeros. Porque los pobres también viajamos.
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