Una ruta por el Béarn | Francia

Francia es un país que no se agota. Como España – como casi todos –, es tan rico que a poco que te muevas vas a encontrar algo interesante. En la parte sud de Francia, en los Pirineos Atlánticos, esta región natural e histórica de Francia es una opción perfecta para hacer un viaje desde España.


Cabe explicar que no es la primera vez que viajamos al Béarn. Intuyo que no será la última. Nuestra primera vez fue en octubre de 2016 y desde entonces habíamos pasado por allí, pero sin detenernos, yendo a otros destinos de Francia. Por circunstancias ajenas a nuestra voluntad, hace unos pocos días, a principios de agosto de 2023, volvimos al Béarn y nos salvó la escapada de día y medio que improvisamos en dos jornadas.

Porqué regresamos al Béarn es una cosa que no cabe explicar aquí, por no ser necesaria para entender la ruta, pero sí puedo decir que por cuestiones climatológicas, totalmente adversas y algo a destiempo en esta época del año, tuvimos que desplazarnos de la parte oscense del Pirineo hasta esta parte menos agreste en lo que a orografía se refiere, ya en Francia.

Como he dicho, en el Béarn estuvimos en 2016, cuando hicimos un viaje de unos pocos días con unos amigos y nuestro destino principal no iba a ser el Béarn. La cosa es que nos gustó tanto lo que vimos que cambiamos de planes estando allí y decidimos invertir los pocos días que teníamos en visitar esa parte de Francia. Desde ese momento tuve ganas de volver y ver otras cosas de esa parte del país que es vecino a España. Hace pocos días tuve la oportunidad de volver y como quien estudia siempre sabe, consguí pasar por un par de sitios que tenía apuntados desde hacía tiempo y recordar otros en los que ya había estado.

Teniendo en cuenta esto, voy a ampliar la ruta inicial que poco tenía que ver con el Béarn pero al final fue, y esta que tampoco tenía que ver con el Béarn, pero al final tuvo que acabar siendo.

Datos de interés

¿Dónde está el Béarn?


El Béarn está en lo que hoy en día se conoce como Nouvelle Aquitanie (Nueva Aquitania), pero se concreta, junto al País Vasco Francés, en lo que se conoce como Pirineos Atlánticos. Como capital, el Béarn tiene a la bonita e imprescindible ciudad de Pau. Pequeña, pero coqueta y muy interesante, entra también en este recorrido – aunque esta segunda vez, nosotros, no la hayamos visitado.

¿Qué encuentras en el Béarn?

En el Béarn vas a encontrar pequeñas ciudades, pequeños pueblos, pueblos no tan pequeños, ríos, valles de lomas onduladas y muy verdes, también montañas altas. Sentirás que existe una cultura muy arraigada y verás mucho encanto por todos los sitios. Vas a encontrar, también, campos de concentración de la época nazi, algo que no debes pasar por alto cuando visites esta parte de Francia y que yo, encarecidamente, te recomiendo visitar.

¿Cuándo visitar el Béarn?

Eso dependerá de lo que tú quieras, pero excepto los meses más fuertes de invierno, creo que el Béarn es un destino para visitar cuando te apetezca. He estado allí en otoño y en verano y las dos veces me ha parecido precioso. En otoño tendrás el plus de los colores característicos de esa época del año. En verano la ventaja será que encontrarás más horas de luz, por lo que podrás disfrutar más de la calle – aunque la calle allí se cierre pronto; a las 10 de la noche estará casi todo el mundo en su casa.

¿Cuánto tiempo necesito para visitar el Béarn?

Creo que esta es la mejor parte del destino: puedes visitar el Béarn aún teniendo poco tiempo para viajar. Te sirve perfectamente para pasar un par de días a gusto, viendo y disfrutando de cosas bonitas e interesantes. Puedes invertir más tiempo, o mezclarlo con otros destinos, ya bien estén en Francia o estén en España. La ruta que yo aquí te voy a compartir te puede servir para dos días completos en destino – tres noches – pero también para más, porque puedes ir haciéndolo más tranquilamente y puedes ir yendo aquí y allí, parando en un lugar y otro. También te puede servir para descubrir lugares estando de paso, esto es, para hacer alguna parada en ruta.

¿Dónde recomiendas que me aloje en el Béarn?

Siempre que buscamos alojamientos lo hacemos en aquellos lugares en los que haya el mayor número de servicios posibles. Si quieres eso yo te recomiendo la ciudad de Pau, aunque no esté en el centro del departamento y en una punta de esta ruta, como máximo vas a tener una hora de camino hasta el lugar más lejano – si mis cálculos no yerran mucho. Si te apetece estar algo más en el centro, te puede servir Orthez. De todos modos, te recomiendo que te quedes donde encuentres el alojamiento más barato – que es lo que aquí importa.

Una ruta por el Béarn

Como he dicho, no es la primera vez que vayamos a visitar el Béarn. La primera vez hicimos una ruta que se mezcló con partes de Aragón. Esta segunda vez repetiremos algunos lugares e incluiremos algunos nuevos. Aquí os voy a mezclar las dos rutas, haciendo un itinerario que pueda servir para que el viaje sea algo más completo que lo que fue aquella primera vez, agregando lo que hemos visto esta segunda.

Que lo que he dicho más arriba parece un galimatías, pero en realidad no lo es. Repitiéndome un poco y retomando lo que he mencionado en párrafos introductorios, lo que vas a encontrar aquí es una mezcla de las dos visitas que he hecho al Béarn. Te voy a mostrar los lugares y te voy a decir más o menos cómo los visitaría yo y cuánto tiempo invertiría en ellos. Será una cuestión infundada y no empírica porque la ruta yo no la he hecho así, como digo – y repito por si las moscas –, el Béarn – y de momento – lo he visitado en dos tandas. Esta segunda vez he sentido que lo que he visitado es lo que le faltaba al viaje anterior y que completa – y mucho – la ruta. Por lo tanto, eso será lo que leas aquí: la unión de dos tránsitos por esta zona de Francia tan maravillosa – y tal vez desconocida.

Salies-de-Bearn

Los sitos que se visitan aquí dan para dos o tres días de viaje en destino. Esto quiere decir tres o cuatro noches, porque cuento que la primera y última jornada la vas a utilizar para desplazarte. También es cierto que dependiendo de dónde vengas tendrás que invertir más o menos tiempo en llegar hasta allí. Desde mi punto de partida hay unas cinco horas que se hacen de manera cómoda – recuerda que soy y vivo en el Baix Maestrat, en lo más al norte de la provincia de Castelló – y en este caso pasaría tres noches en destino, aprovechando el medio día que queda a la ida y a la vuelta, y dos días completos en el Béarn. Como mínimo, es el tiempo que invertiría yo. Como ves, tampoco necesitas tener mucho tiempo para hacer este viaje, y puede salirte realmente bien de precio.

Lo mejor del Béarn es que no supone un desembolso grande dinero, no es un destino caro, y es un destino asequible también en distancias, ahora lo vas a ver. Para mí es perfecto para pasar esos pocos días de los que puedes disponer. Por lo tanto, te propongo esta ruta.

Pau, capital del Béarn

Voy a poner como punto central de la ruta la pequeña ciudad de Pau. Para visitarla vas a necesitar media jornada porque, aunque no es muy grande, tiene algunos elementos de interés que te van a ocupar unas cuantas horas.

Entre esos elementos de interés que puedes encontrar en la ciudad francesa de Pau está el castillo. Muchos dicen – y ya lo comenté en aquel artículo primero que escribí sobre este lugar – que nada tiene que envidiar a los castillos del Loira. Siete años después de haber visitado la ciudad de Pau todavía no he podido conseguir ir al Valle del Loira. Algún día iré, pero de momento quedémonos con esto.

Quedarnos con esto es quedarnos con el castillo de Pau, un castillo que despunta por encima de todo lo demás que hay en la ciudad – estoy tirando de impresiones sentidas hace más de un lustro – y que no te deja para nada indiferente. Este castillo, además de lo bonito que puede ser, porque bonito lo es, tiene peso histórico. El peso radica en que allí nació Enrique IV de Francia y III de Navarra, quien fue Rey de Navarra y conocido en Francia como “el Buen Rey”. No voy a meterme aquí en cuestiones históricas, pero te dejo los datos por si quieres indagar un poco más en la vida de este señor, pero decirte que para los franceses este fue el mejor monarca que ha gobernado su país, y hay que ser muy bueno cuando los franceses piensan eso de un rey, que si no les gusta le cortan la cabeza – el chascarrillo era más que necesario.

Teniendo la figura del Buen Rey presente, la visita al castillo de Pau gira alrededor de Enrique IV, pero también alrededor de Gastón Phébus, un señor muy importante en el Béarn. Además el Béarn es la tierra de los Mosqueteros de Dumas. También te lo mencionarán en una visita al castillo que dura más o menos una hora y que, hace más de un lustro, era solo en francés.

Después de la visita al castillo tienes que dar una vuelta por el Boulevard des Pyrénées y disfrutar de las vistas, pero ir también – y si te cuadran los horarios – al Musée de la Résistance et de la Déportation des Pyrenées-Atlantiques. Está abierto los miércoles y los sábados, de 14h30 a las 18h y es de visita libre, aunque cuando nosotros estuvimos allí nos hizo la visita el señor que custodiaba el lugar. Para mí es un imprescindible en esta ciudad y en aquel momento fue un gran descubrimiento, el saber que por toda Francia hay espacios museísticos y de memoria gratuitos que recuerdan la época de ocupación nazi del país galo. De esa visita se extraerá otra que ya mencioné aquella vez y que incluiré aquí también. Más abajo os lo digo.

En Pau poco más hay para hacer en lo que a visitas a monumentos se refiere. Sus iglesias neogóticas son bonitas y gratuitas, y pasear por sus calles es de lo más agradable. Como te digo, medio día puede ser suficiente para visitarla, y como te he dicho también, puede ser un perfecto centro de operaciones para visitar el Béarn.

Oloron-Sainte-Marie

Después de Pau yo me iría a Oloron-Sainte-Marie, un pueblo encantador que tiene una catedral que es Patrimonio de la Humanidad y aunque no hay un casco histórico definido sí existen monumentos repartidos por sus barrios que no debes perderte. La catedral es uno de esos monumentos y, para mí, el principal, pero lo es también la iglesia románica de Sainte-Croix, en el barrio que lleva el mismo nombre, en lo alto de la localidad, con un aspecto que recuerda a una fortaleza – también un poco como la catedral – y desde la cual se tienen unas vistas impresionantes del lugar.

También tienes la iglesia de Notre-Dame, de estilo neogótico, y muy atractiva para la visita. Cualquiera de estos tres tempos te va a costar 0 euros visitar porque son gratuitos. Además, un paseo por los puentes, con el río siempre muy presente en esta localidad.

Otra de las cosas para mí imprescindibles en Oloron-Sainte-Marie es ir hasta la fábrica de chocolats Lindt – y Lindt no me paga por hacer publicidad, que conste. Vas a percibir, cuando camines por la población, un perfume a chocolate que te va a llamar la atención. Esto se debe a que allí está la fábrica que te menciono. Debes acercarte si quieres hacerte con buen chocolate, porque hay ofertas realmente buenas. Esta visita, nuestra segunda vez, sí la repetimos, la de la fábrica y también la de la catedral, además de acercarnos hasta Sainte-Croix, que no habíamos visitado en aquella primera ocasión.

Navarrenx

De Oloron-Sainte-Marie me iría, ahora, a Navarrenx, una bastida que es de los pueblos más bonitos de Francia, pero si quieres puedes pasar antes por el Hôpital-Saint-Blaise, a escasos kilómetros de Oloron.

🗒Sobre las bastidas te hablo en este artículo, el que se centra en una localidad de otra zona de Francia también muy cómoda para visitar y que se puede hacer en poco tiempo.

Navarrenx sorprende más por la imagen que tienes de la fortaleza, con las murallas rodeando toda la localidad, que por la localidad misma. Queda eclipsada por la primera impresión que da cuando te acercas, aunque el pueblo no es feo para nada.

Ver Navarrenx a lo lejos es fantástico, una de las imágenes que seguro no olvidas en este viaje. Siendo bastida en el siglo XIV, sus murallas, que suman un total de 1,7 kilómetros y llegan a los 10 metros de altura, se construyen en el XVI. Conocidas por su inexpugnabilidad, dicen que son las precursoras de Vauban. Además, este pueblo es etapa esencial del Camino de Santiago que recorre esta parte de Francia.

Gurs

El día te aconsejo que lo completes con la visita a Gurs, un campo de «internamiento», un eufemismo muy agudo para no hablar de lo que realmente fue aquello. Comenzó – te lo cuento mejor aquí – como un campo de «refugiados» para exiliados españoles y finalmente fue el inicio de la autopista hacia la muerte, hacia campos nazis, donde murieron miles de personas. Por poner un ejemplo conocido, la filósofa Hannah Arendt estuvo allí interanda y pudo salvar la vida gracias a que la ayudaron a salir de allí. No es moco de pavo, Gurs, y tienes que ir.

En esta etapa dejaría de hacer kilómetros y volvería a mi lugar de alojamiento para continuar, al día siguiente, con el viaje.

Orthez, antigua capital del Béarn

La propuesta de segunda etapa del viaje recorre otra parte del Béarn, y piensa que te recomiendo partir de Pau, aunque bien podrías paratir de la primera etapa de este viaje, que es Orthez, una de las localidades de mayor tamaño de la zona y que tiene muchos servicios, como Pau, aunque es algo más recogida.

Orthez fue la capital del Béarn antes que lo fuese Pau, y de esta pequeña ciudad destacan su puente medieval, su torreón que se eleva a 110 metros de altura y el museo de la Reina Juana de Albret, la abuela de Enrique III de Navarra – de quien os he hablado más arriba – y fundadora de una academia protestante en la localidad que aquí nos ocupa.

A mí de Orthez, que tengo desde hace mucho tiempo en pendientes – y que puedo visitar en este segundo viaje al Béarn – me llama mucho la atención el puente medieval y el torreón, que se encuentra en lo alto de la localidad. Sin duda, Orthez tiene encanto, pero algo menos de lo que lo tienen las dos localidades que restan en esta ruta.

A pesar de ello, visitarla es obligatorio, y si hace calor puedes ir hasta su playa, que no se encuentra en el mar sino junto al río. Es interesante también la iglesia de San Pedro, del siglo XII, y el número 14 de la calle del Reloj, con un patio medieval.

Salies-de-Béarn

Y de Orthez te recomiendo que vayas a la que es una de las grandes sorpresas de esta ruta, al menos para mí. Se trata de la localidad de Salies-de-Béarn, conocida por sus salinas y por sus aguas termales.

Con la sal de Salies se cura el jamón de Bayona, y la localidad es una delicia, un espacio precioso de plazas y plazuelas, cursos de agua ruidosos, edificios preciosos y casas típicamente bearnesas. El espacio es encantador y es de los lugares más bonitos que vas a ver en el Béarn.

Allí puedes visitar las salinas, puedes pasar un buen rato en el balneario e incluso gastarte las perras en el casino, pero yo lo que te recomiendo que hagas es que pasees por todas las calles de la localidad y te sientes en una terraza a tomar algo en uno de los lugares más bonitos del Béarn. Sí, siempre a mi juicio, claro.

Sauvaterre-de-Béarn

Y de Salies-de-Béarn, donde seguro vas a pasar un buen rato, te recomiendo que te dirijas a la que va a ser la última etapa de este corto pero intenso viaje: Sauvaterre-de-Béarn. Sin ningún tipo de duda, la de Sauvaterre es una de las estampas más bonitas de todo el Béarn. Las murallas que todavía se conservan a día de hoy, el puente que es muy parecido al de Orthez – pero para mí todavía más bonito – son lo que hacen de este sitio un lugar tan especial.

La estampa de Sauvaterre es indudablemente medieval. El conjunto del puente, la torre, la iglesia… allá en lo alto y todo lleno de una vegetación verdísima hacen de este sitio un lugar de cuento. Es una lástima que cuando nosotros llegamos, que ya será tarde, la iglesia de Saint-André que data de los siglos XII y XIII estará ya cerrada. Una pena, pero siempre se puede volver.

Puede que este pueblo sea de los más pequeños, pero descender desde la iglesia hasta el río, admirar el puente de cerca y, desde él, la localidad – también puedes ir hasta la otra orilla del río y ver la estampa tan típica de Sauvaterre-de-Béarn – es algo que vas a hacer sí o sí. A mí, como te digo, es una de las estampas que más me gusta de este recorrido, junto a la de Navarrenx.

Y aquí, en este pequeño pueblo bearnés, acaba esta ruta corta pero intensa. Del tirón, y si la haces circular, hay poco más de 150 kilómetros en total. Yo no te recomiendo hacer esa ruta en un día, como mínimo debes invertir dos jornadas completas.

Pero esta ruta no se agota aquí, si rascas un poco el Béarn tiene otros muchos lugares interesantes que pueden gustarte y satisfacer tus gustos. Te recomiendo que investigues un poco por tu cuenta y adaptes el destino a tus necesidades. Más allá de esto, espero que la ruta que aquí te presento te ayude a hacer tu propio viaje.

Y hasta aquí lo que te quería contar. Espero que te sirva y, como suelo decir, sobre todo, disfruta del camino.

📢Tienes enlaces a lo largo de todo el artículo que te van a servir para organizar tu viaje, tanto internos al blog como externos.

Una filósofa y un politólogo que amana viajar y lo hacen a pesar de los pocos recursos que tienen. Viajar es más que un capricho, viajar es una necesidad y aquellos que somos pobres en un primer mundo de opulencias tenemos derecho también a realizar nuestros sueños viajeros. Porque los pobres también viajamos.
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