Que Huesca es un lugar donde la naturaleza es protagonista no lo pone en duda nadie. Que los Valles Occidentales es de los puntos más espectaculares de la zona no puede ser discutido. Hoy os llevo de viaje hasta Aguas Tuertas, donde da sus primeros pasos el río Aragón Subordán.
En el pirineo oscense no hay ruta fea. Es que hagas lo que hagas, vayas donde vayas en ese punto de Aragón te vas a quedar con la boca abierta. No es cuestión de decir: es que hay que ir allí, a ese lugar, en concreto, porque se supera. Pues no, es que puedes ir ahí, puedes ir allá… que todo te va a sorprender.
Después de haber pasado en 2021 por Ordesa y haber hecho una de las rutas más alucinantes que hay allí – y también dura -, este 2022, y de manera improvisada, acabamos en los Valles Occidentales, adentrándonos en la Selva de Oza y yendo hasta Aguas Tuertas, el lugar donde están los primeros metros de ese río tan importante para la provincia como es el Aragón Subordán.
En realidad no es que quiera ir a ese lugar porque ha estado siempre en mis pensamientos – como sí otros lugares -, más bien es porque la Selva de Oza me llama – de verdad, el Pirineo en otoño es una locura – y sé que va a ser acierto seguro.
⚠ No confundir Aguas Tuertas en Huesca con Aigües Tortes en Lleida
Os pongo un poco en contexto para que veáis cómo va la cosa: 12 de octubre en miércoles, puedo sacar el 11 como día libre. Huesca no está tan lejos – y más ahora con las nuevas carreteras -, así que un día 10 de octubre, lunes, nos subimos a la furgo con lo mínimo – cama, una bolsa de ropa y poco más – y a la una y media de la madrugada llegamos a Jaca. Sí, es lo más lejos y lo más cerca que podemos llegar, y un lugar donde puedes dormir en furgo/caravana/similar de manera gratuita.
✏En Jaca hay dos zonas de 🅿aparcamiento para 🚙vehículos vivienda. Una está céntrica, extramuros pero a pocos minutos del casco histórico (no son muchas plazas y siempre hemos visto todo lleno) y la otra está en las afueras, en un centro comercial, pero con zona habilitada para pernocta. Esta segunda opción tiene más zona de aparcamiento pero está apartada del centro de la ciudad.
El día 11 de octubre nos despertamos, vamos a desayunar – no sin antes pasar de nuevo por la catedral de Jaca – y ponemos rumbo hasta el Valle de Hecho. El día está un poco nublado pero las previsiones han borrado todas las alertas por lluvias en la zona, así que hacemos una de las arriesgadas más grandes el año.
Salimos de Jaca y empezamos a subir metros, pasando por Hecho y después por Siresa – lugares que ya hemos visitado en 2021 – llegamos a los Valles Occidentales, entrando por el Barranco del Infierno, que en el mes de octubre, a mediados, está espectacular. Mucho más espectacular que el año anterior.
🔗La parte de la visita del 2021 a esta zona de Huesca la puedes encontrar aquí.
Cuando 367 días antes llegamos a la Selva de Oza después de haber hecho todas las visitas que teníamos pensadas en el Pirineo, el otoño no estaba tan avanzado como este año. Los colores son diferentes, todo es diferente. No hay tanto sol, pero sí hay más color. Cruzar el Barranco del Infierno es una burrada de bonito. Ya lo vimos el año pasado. Este nos reafirmamos.
La arriesgada ha sido todo un acierto.
Cómo llegar a los Valles Occidentales y a la Selva de Oza
No hay pérdida. En realidad la manera de acceder a la Selva de Oza es fácil. Solo tienes que ir dirección Hecho – pueblo muy bonito y que te recomiendo visitar – y dejar el pueblo atrás para llegar después a Siresa – también te recomiendo que lo visites – para dejarlo también atrás.
Sigues por la carretera y dejas, a tu mano derecha, el mirador accesible de Siresa y continúas por la carretera, recto – aunque con curvas – y vas subiendo un poco. Llegas al panel que te da la bienvenida a los Valles Occidentales y sigues y sigues.
A tu derecha el río, el Aragón Subordán, que después verás nacer. Te metes en el Barranco del Infierno – bueno, por la carretera que lo bordea – y todo se vuelve más espectacular aún. Llegarás, finalmente, al Cámping de Oza.
Cómo llegar al inicio de la ruta de Aguas Tuertas
El Cámping de Oza se queda a tu izquierda y tú debes seguir por la carretera que cruza la Selva. Ahora el río estará a ratos a tu izquierda y subirás metros por una pista en buen estado. Sales de la vegetación selvática para que las montañas abran el espacio y la inmensidad se presente ante ti.
Ahora tienes dos opciones: o bien te quedas en el parking de la Mina y dejas el coche allí, en el aparcamiento que hay a mano izquierda, muy amplio y con mucho espacio, o continúas por la pista hasta llegar al final de la misma, un par de kilómetros después, hasta llegar a Guarrinza.
Esto segundo será lo que nosotros haremos, continuar por la pista ya que no hay gente, el tiempo del que disponemos no es mucho y no quermos jugar con el tiempo, que ahora el cielo está abierto pero en octubre… a saber.
Así, continuamos un par de kilómetros por una pista en estado no demasiado bueno. Aquí debes tener en cuenta el ⚠vehículo con el que viajas. En nuestro caso es la furgoneta que va al campo todos los días, así que no hay problema. Tal vez una furgoneta más grande, e incluso una autocaravana, tenga problemas par llegar. Mi consejo es que si estás en este grupo, te quedes en el primer aparcamiento y alargues la ruta unos 4 kilómetros más.
Finalmente, y por la pista, llegas al final del camino que ya no se puede transitar. Allí hay espacio para dejar algunos vehículos – unos 5 o 6 dependiendo del tamaño – y empiezas la ruta. En total serán 4 kilómetros de ida y 4 kilómetros de vuelta.
Ruta senderista hasta el dolmen de Achar de Aguas Tuertas y el nacimiento del río Aragón Subordán
La ruta empieza en ese punto. El 11 de octubre de 2022, y con las lluvias de los días anteriores, el camino está invadido por el agua de una pequeña cascada que se desprende por la ladera. Los árboles empiezan a tintarse de colores vermellón pero aún queda verde. Todo eso, unido al azul de un cielo de mañana tardía y las aguas coloradas del Aragón Subordán en ese punto dejan una estampa maravillosa frente a nosotros.
Salvaremos las aguas cruzando por lo alto, en el lugar dispuesto para ello, y empezaremos la ruta que no tiene dificultad alguna porque es toda por pista aunque sí supone algo de esfuerzo físico ya que la ida son 4 kilómetros de subida para salvar un desnivel de 200 metros.
Al poco tiempo, unos diez minutos de caminata, empieza a aparecer ante nosotros una cascada que nace de las aguas del Aragón Subordán, río que se desparrama por la ladera de la montaña después de transitar plácidamente por la pradera de Aguas Tuertas.
La imagen en octubre es bucólica, ya que los colores acompañan al murmullo del agua que sigue transitando con rapidez una vez caída de nuevo al llano. Junto al río, a nuestra izquierda en este momento, seguimos caminando por una pista en un leve ascenso que será algo más acusado un par de kilómetros después.
La ruta, en realidad, no tiene ningún tipo de pérdida, y es que es solamente seguir la pista, ir subiendo poco a poco y disfrutar mucho muchísimo del entorno. Es un gran acierto hacer la ruta de Aguas Tuertas y el Dolmen de Achar en otoño porque los paisajes son una pasada. Si el Pirineo ya es impresionante de por sí, en estos días en los que la vegetación se tiñe de colores rojizos y ocres el asunto es superlativo.
Unos 500 metros antes de llegar al punto más alto de la ruta nos encontramos con una señal que indica justo la distancia que queda hasta la pradera de Aguas Tuertas y el tiempo que nos va a costar subir. A nosotros no nos cuesta demasiado, aunque bien es cierto que el asunto se dilata porque me paro muchas veces para hacer fotos. Es imposible no detenerte a cada paso e intentar inmortalizar la belleza de esos paisajes que se despliegan ante una, y que la hacen sentir tan pequeña y tan humana.
Esta parte del recorrido, el último medio kilómetro de ruta, es la más dura, ya que la subida es un poco más acusada y si llevas un buen ritmo vas a sudar un poco, que siempre se agradece cuando haces rutas senderistas. Una cuando hace estas cosas no va de paseo, en realidad va a caminar y realizar esfuerzo en medio de la naturaleza, y esta ruta es ideal si te apetece dar un poco de caña al caminar pero sin partirte piernas y rodillas. Al no ser el recorrido totalmente plano vas a poder sentir cómo te cansas y cómo te esfuerzas pero sin sentir dolor en articulaciones. De agradecer será, en este punto del recorrido, que te tomes unos frutos secos o algo similar antes de emprender la última parte de la subida.
La pista no tiene pérdida, que sigue serpenteante siendo una especie de antesala de lo que te vas a encontrar al final del camino, después de abrir y cerrar una puerta para que el ganado no se escape y encontrarte a tu izquierda una caseta de pastores. Será en ese momento cuando camines un poco más y aparezca ante ti la belleza de Aguas Tuertas.
La vista es impresionante, e interesante es ver el contraste entre piedra desnuda de los altos montes, el verde de los prados y el bermellón del agua que transcurre sinuosa y serpenteante en el llano. Las vacas pastan sin molestarse por los visitantes, que ese día somos muy pocos, y una se queda prendada de ese espacio que es maravilloso.
En este momento es interesante bajar hasta la pradera por un sendero que encontrarás frente a ti e ir hasta el dolmen de Achar de Aguas Tuertas, un dolmen simple que se encuentra a la entrada del mismo valle y que se lo ha conocido en el pasado como la Caseta de los Duendes.
📚Cuentan las lenguas antiguas que el en el Dolmen de Achar de Aguas Tuertas los duendes, guardianes del valle, se guarecían entre las rocas que lo conforman.
Una vez llegados a este punto, con el valle a nuestros pies, lo mejor que podemos hacer es sentarnos en la pradera e intentar digerir el espectáculo natural que se presenta ante nuestros ojos. La estampa es impresionante. Los altos picos pirenaicos son el telón de fondo de un paisaje que es todo lo que se le pide a un paisaje de montaña. La conjunción de los animales campando a sus anchas, las aguas discurriendo dulcemente formando una cicatriz infinita en el suelo, la pureza del aire…
Si te apetece, si el día no amenaza lluvia, y si llevas comida, puedes ir hasta el ibón de Estanés, cosa que nosotros dejaremos para hacer en un futuro que no sabemos si será próximo o que. En este momento daremos la vuelta y regresaremos por el mismo camino por el que hemos venido.
A mí siempre me gusta realizar rutas circulares, pero en este caso que sea lineal no supone ningún problema por dos cosas: porque la bajada se hace agradable, y porque los paisajes a la vuelta son impresionantes. Ahora ves las montañas que antes tenías detrás y que no podías percibir, ves el curso del agua escaparse entre altos picos. Todo es diferente aunque estés en el mismo sitio.
Llegaremos a nuestro punto de partida dos horas y media después de haber salido y habiendo estado en movimiento un total de una hora y cincuenta minutos para recorrer los ocho kilómetros que suponen la ida y la vuelta desde el aparcamiento hasta la pradera de Aguas Tuertas.
Consideraciones técnias de la ruta
En total ganas unos 266 metros de altitud en 4 kilómetros, y el último medio kilómetro antes de llegar al punto más alto (1615 metros) es el que más desnivel supone. Ten en cuenta esto cuando vayas a hacer la ruta; ya te he advertido que es sencilla pero no por ello descansada.
Nosotros recorrimos la distancia total – 8 kilómetros – en una 1h 50min, pero estuvimos de ruta 2h 36min. No somos deportistas pero sí tenemos una vida activa – uno trabaja en el campo y la otra sale mucho a caminar y hace ejercicio asiduamente. Puede que a ti te cueste un poco más si no tienes la costumbre de salir a caminar, así que cuenta con al menos dos horas de movimiento y después el tiempo que te apetezca estar en la pradera.
👉🏻Lleva siempre 🥾calzado cómodo, ropa cómoda, agua suficiente, algo de comida y protégete del sol.
Y ya que hablo de sol, no sé si te recomendaría hacer la ruta en pleno verano. Como habrás podido ver en las imágenes, el camino no tiene sombra, así que en días de mucho sol puede ser tremendo caminar por allí e incluso desagradable.
Si me preguntas cuándo es mejor hacer la ruta hasta Aguas Tuertas y el dolmen de Achar de Aguas Tuertas, yo tengo que decirte que el otoño es una época ideal, y seguro que también lo es la primavera, pero avanzada, cuando no hay mucha nieve, e incluso inicios del verano, cuando el calor no aprieta tanto. En invierno lo veo inviable porque seguro que está todo lleno de nieve, así que si quieres disfrutar de estos parajes de una manera tranquila el mejor momento es entre septiembre y noviembre y a mediados de abril y hasta mediados de junio.
Respeta el entorno, siempre. Déjalo todo como lo has encontrado – e incluso mejor – y si necesitas hacer tus necesidades llévate pañuelos y demás cosas contigo, no los tires en el suelo que la montaña no es un vertedero.
Y nada más que decir. Esta ruta dicen que te lleva a uno de los parajes más bonitos e impresionantes del Pirineo Aragonés. Puedo decir que el paisaje es estremecedor y merece muchísimo la pena y que el esfuerzo es poco para todo lo que acabas encontrando.
Y ya me contarás qué te ha parecido si la haces. Disfruta del camino.