Naturaleza, pueblos bonitos, buena gastronomía, buen ambiente y mucha historia. El viaje que ahora os voy a desglosar, un viaje de 5 días, nos va a llevar por una parte de Francia algo menos transitada que otras de este país pero no por ello menos interesantes. Así también, nos va a llevar por una parte de Navarra bastante codiciada: el Baztán. ¿Preparado para venir con nosotros?
El itinerario que ahora os voy a mostrar, realizado en otoño de 2019, fue pensado con apenas un par de días de antelación. La elección del destino se debió a la oferta hotelera que había al otro lado de la frontera, esto es, en Francia. Nuestro propósito inicial era ir al Baztán pero el alojamiento se nos pasaba de presupuesto de modo que buscamos otras opciones y fue así como configuramos este viaje.
Lo que os voy a narrar va a ser nuestra experiencia en orden cronológico, cosa que no quiere decir que vosotros debáis hacer lo mismo en el mismo orden. Puede que no sea la ruta más eficaz, pero tuvimos que adaptarnos a las inclemencias del tiempo que hay en otoño – y bienvenidas sean. La ruta transita siempre entre la frontera de Navarra y Francia y tiene mucha carretera de montaña.
Vamos con ella.
Itinerario
Día 1
Roncesvalles
La primera parada oficial de esta ruta es Roncesvalles, no el pueblo, por el que pasamos y ya está. Hay que tener en cuenta que venimos en coche desde el pueblo pasamos primero por Zaragoza – pero no entra dentro de la ruta – así que el único lugar que visitaremos este día será el Santuario de Roncesvalles.
Como sabréis, Roncesvalles es parada esencial en el Camino de Santiago siendo el lugar desde el que muchas personas comienzan su ruta hasta Compostela. Así, además de su importancia histórica y arquitectónica Roncesvalles es también un lugar en el que espiritualidad y viajes confluyen muy bien.
Lo que podrás ver en Roncesvalles es la Iglesia de Santa María, que data del s. XII y es un ejemplo conocidísimo del románico, así como el Silo de Carlomagno, también del mismo siglo, lugar en el que dicen Roldán clavó su espada después de la derrota de Roncesvalles, para mencionar dos de los puntos más interesantes del lugar.
Visitar la iglesia es gratuito, no así el claustro y el museo, la entrada a los cuales deberás pagar.
Más información: https://www.turismo.navarra.es/esp/organice-viaje/recurso/Patrimonio/3060/Colegiata-de-Santa-Maria-de-OrreagaRoncesvalles.htm
El primer día de visita termina aquí, ahora toca el paso de Ibañeta bajo una tormenta otoñal terrible que nos obligará a ralentizar el paso.
Día 2
Partiendo de Saint-Jean-Pied-de-Port, lugar que va a ser nuestro centro de operaciones, visitaremos los siguientes puntos de interés:
Valle de Baztán – Amaiur, Elizondo y Urdax
Estos tres pueblos, los más próximos a la frontera con Francia, son los que visitaremos en esta pequeña ruta por el Baztán. Nuestra idea principal es hacer alguna ruta senderista pero el hecho de no tener indicaciones claras al respecto – y que tampoco nos apetece demasiado hacerlas ese día – harán que dejemos para otra vez esta actividad. Lo que sí haremos será visitar algunos pueblos de forma tranquila y sí, lo sé, dejaremos otros lugares TOP del Baztán para próximas ocasiones – como pueden ser las cuevas de Zugarramurdi.
Cruzar de unos valles a otros no es tarea fácil, las carreteras son de montañas, con bastantes curvas y con ganado en la calzada, pero debes saberlo de antemano e ir con eso en mente para no agobiarte en el viaje.
La llegada al Baztán, en este caso, se hace cruzando el alto de Izpegi que, al entrar en Navarra, está lleno de curvas. De mencionar es la impresión que da ver la carretera, a lo lejos, que se aferra a la ladera del monte y que parece de una estrechez ridícula. Aún y con estas, la belleza de los paisajes hacen que se te pase cualquier susto y te da a pensar lo siguiente: si me caigo por la timba, ¡qué más dará! Moriré entre paisajes bellos.
El Baztán es un valle precioso que debe recorrerse con tranquilidad, no basta medio día para ello, pero en este caso la circunstancia es lo que nos permite hacer y lo primero que visitaremos de este lugar es Amaiur, un pueblo importantísimo para la cultura navarra ya que fue el último lugar en caer bajo los mandos castellanos.
En este pueblo, además de tener una arquitectura popular muy bien conservada – y probar los talos si tienes suerte, no como nosotros –, encontramos en lo alto las ruinas del castillo, un símbolo del nacionalismo navarro, y unas vistas impresionantes de todo el entorno.
La segunda parada, y aunque no queríamos ir allí, es la capital del valle, Elizondo. Este pueblo, ya algo más grande que el anterior, tiene todos los servicios que se le pueden demandar a un lugar turístico. Además de ello, Elizondo tiene una de las estampas más características del Baztán con el río cruzando en mitad del pueblo, con todas esas casonas navarras, regias, abrazando las calles y un ambiente entre jovial y cerrado que caracteriza a las gentes de esta parte de Navarra.
Elizondo es un buen lugar para probar la gastronomía navarra, o al menos la gastronomía del valle. Puedes probar dulces en las múltiples pastelerías que hay en la localidad y también ir de pinchos en los distintos locales que hay en la plaza del pueblo. Nosotros decidimos meternos en El Casino y tomarnos unos pinchos y unos vinos por 1,30€ cada uno.
El tercer pueblo que visitaremos del Baztán, donde comeremos en un entorno maravilloso, es Urdax. Dicen que es la localidad con más renta por cápita de toda Navarra, tiene un monasterio importante, unas cuevas dignas de ver y también caserios. Un pueblo muy bonito en el que parar y tomar un café es casi obligatorio.
Más información: https://www.valledebaztan.com/
Ainhoa y Espelette
Cruzando y ala frontera params en Ainhoa, uno de los pueblos mas bonitos de Francia. Su arquitectura vasca lo hace muy interesante pero para mí está un poco desangelado. Cabe decir aquí que los colores de las fachadas son una preciosidad y aunque el pueblo sea solo una calle sinuosa que es también carretera merece la pena ser visitado.
Más información: http://www.ainhoa-tourisme.com/
El último pueblo que visitaremos en este día es Espelette, el pueblo de los pimientos. A priori este apelativo puede parecer jocoso pero nada más lejos de la realidad: el cultivo de los pimientos es una actividad sagrada en este preciosa localidad francesa.
Parar en él se debe a que todavía nos sobra algo de tiempo en esta jornada y que todavía hay luz diurna, nada en especial nos atrae, pero resulta que este pueblo se convierte en una agradable sorpresa para nosotros. Un paseo por su centro histórico es imprescindible y comprar pimentón – auténtico, oloroso y de un vermellón potente – es imprescindible.
Más información: https://www.espelette.fr/
Lo que nos queda ahora es regresar a Saint-Jean-Pied-de-Port y descansar para el día siguiente.
Día 3
La tercera jornada la dividiremos en dos partes bien diferencias: la primera de ellas nos llevará otra vez a Navarra atravesando ahora las Aldudes y en la segunda parte del día visitaremos Saint-Jean-Pied-de-Port.
Baigorri
El pueblo vecino a Saint-Jean-Pied-de-Port tiene un interesante puente medieval sobre el río y tras el cual está la iglesia con la estructura típica de la zona siendo su característica principal la galería hecha en madera.
En lo que respecta a la fisonomía del pueblo, es bastante curiosa ya que tiene una forma alargada, como una especie de avenida infinita que te lleva del centro, donde encontrarás la oficina de turismo, hasta la parte que te acabo de describir más arriba.
Más información: http://www.saintjeanpieddeport-paysbasque-tourisme.com/Decouvrez/Nos-villages/Saint-Etienne-de-Baigorry
Atravesando los Aldudes
Nuestra intención ahora es ir a Navarra y durante el trayecto ir parándonos por pueblos de los Aldudes, pero el día, a medida que vamos subiendo metros, se va volviendo más oscuro. Los planes son parar en los pueblos y ver qué nos ofrecen, en esta zona de Francia lo que prima es el producto de proximidad, verás granjas anunciadas y productos fermiers en todos los carteles. Una de las cosas que más éxito tiene en la zona es el cerdo, pero también las ovejas que son fundamentales para producir un queso maravilloso.
Los pueblos de los Aldudes, ese valle que penetra descaradamente en España, son pueblos ganaderos, de arquitectura tradicional, casi todos de casas blancas y muy grandes, casas unifamiliares, separadas las unas de las otras, y rodeadas todas ellas de unos paisajes verdísimos y de lomas onduladas. Conducir por esas carreteras, aunque estrechas y sinuosas, es una maravilla porque lo que se presenta ante ti a cada kilómetro que avanzas es maravilloso.
Lo suyo aquí es ir parando en los pueblos pero como he dicho antes manda el tiempo atmosférico y nuestra pretensión es acercarnos hasta el Quinto Real y la Real Fábrica de Eugi, por lo que no podemos ir perdiendo el tiempo porque para visitar este valle necesitas un viaje en sí mismo si lo que te apetece es caminar por sus lomas e ir descubriendo poco a poco todos los atractivos que te ofrecen, que no son pocos. La naturaleza y la gastronomía son los puntos fuertes de esta zona del territorio francés y disfrutar de ambos demanda mucho más tiempo del que nosotros disponemos en esos momentos.
Más información: http://vallee-aldudes.com/
Quinto Real y Real Fábrica de Armas de Eugi
Este va a ser el plato fuerte del día, tened en mente que estamos a mediados de octubre y por esas fechas lo normal es que el otoño explote en todo su esplendor. Los días anteriores hemos ido viendo pinceladas del otoño en los alrededores de los pueblos que hemos visitado – sobre todo en Urdax y en Amaiur – pero ahora queremos acercarnos hasta un sitio que parece de lo más interesante.
Antes de ir hasta Quinto Real nos encontramos con la disyuntiva de visitar o no la Selva de Irati. Convenimos finalmente que esa excursión la dejaremos para otra vez que vayamos a Navarra y en esta ocasión nos acercaremos hasta Quinto Real, un espacio más bien desconocido – o no tan famoso como Irati – pero que parece tiene muchos atractivos.
Lo que más nos interesa aquí es la Real Fábrica de Armas de Eugi, una antigua ciudad-fábrica que fue destruida por los franceses y de la que quedan algunas ruinas atravesadas hoy por la carretera que lleva hasta el pueblo de Eugi. Pero aunque esto sea lo más interesante es bueno saber que en Quinto Real pueden hacerse muchas rutas senderistas de belleza descomunal, a no ser que el día se vuelva gris, sople un viento de mil demonios y, por lo tanto, deba primar la prudencia antes que el apetito.
El trayecto que nos lleva hasta la Real Fábrica de Armas no es menos atractivo que el trayecto anterior, aunque ahora dejamos de transitar por un espacio abierto y nos metemos en una carretera encajonada entre altos árboles que en esta época del año – y es lo que estábamos buscando – están pintados de una paleta de colores que pasa por todos los verdes y todos los ocres acercándose incluso a los rojos. Sin duda es una gran idea ir a Quinto Real en otoño.
Por lo que respecta a la Real Fábrica de Armas de Eugi su localización no tiene pérdida ya que, como he apuntado un poco más arriba, se encuentra atravesada por la carretera. Solo debes tener cuidado a la hora de aparcar ya que el espacio no es muy amplio y lo encuentras, si viajas desde Francia, a mano izquierda.
Lee el post dedicado a Quinto Real aquí.
Después de visitar la Real Fábrica de Armas puedes acercarte hasta el pueblo de Eugi con bellas casonas y un embalse rodeado de montañas que en un otoño más avanzado conforma una estampa muy bonita.
Más información: http://www.eugi.es/
Saint-Jean-Pied-de-Port
Los pronósticos se cumplen y la prudencia nunca está de más porque lo que un par de horas antes era viento y cielo gris se ha convertido ahora en una tormenta otoñal terrible que hace que podamos llegar por los pelos a Saint-Jean-Pîed-de-Port.
Aunque tengamos pensado pasar toda la tarde visitando este pueblo, debo deciros que por la mañana, y teniendo en cuenta que es lunes, nos hemos acercado al mercado que tiene lugar todos los lunes del año en el espacio habilitado para ello, que es un bonito cobertizo hecho en madera.
Pero como os digo, la tormenta es bestial porque nos quedamos hasta sin luz y la cantidad de agua y truenos es descomunal, por ello nos tocará esperar un poco antes de salir a descubrir lo que nos queda de este pueblo en el que llevamos ya un par de días durmiendo.
Se podría decir que Saint-Jean-Pied-de-Port se ve en una mañana, pero el pueblo tiene tanto ambiente que no está de más dedicarle algo más de tiempo. Cabe decir que tiene una calle Patrimono de la Humanidad por formar parte del Camino de Santiago, una iglesia que es de las más grandes de la zona, una ciudadela desde las que se tienen unas vistas alucinantes, un puente viejo que es de cuento y hasta un trinquete en el que hay partida de pelota todos los lunes por la tarde.
Lee el post dedicado a Saint-Jean-Pied-de-Port aquí.
Día 4
En el cuarto día de viaje nos dedicaremos a visitar dos lugares imprescindibles del País Vasco Frances: Bayonne y Biarritz. Aunque en nuestro plan inicial está llegar hasta Saint-Jean-de-Luz, el hecho que esté media mañana lloviendo y que los días son cada vez más cortos hará que tengamos que dejar este pueblo – y todo lo que hay hasta la frontera con Euskadi – para otra ocasión.
Bayonne
A esta ciudad, y personalmente, le tengo muchas gasas desde hace bastante tiempo. Me parece que ha de tener algo especial y quiero comprobarlo con mis propios ojos. Bayonne, ya os lo digo, no decepciona nada.
Esta localidad francesa es conocida por ser el lugar donde se montan las mayores fiestas de todo Francia. El carácter vasco de las gentes hace que las celebraciones – y teniendo en cuenta el carácter de los franceses – sean algo excepcional en el país vecino. Aquí voy a apuntar algo personas, y es que nosotros estuvimos en unas fiestas de un pequeño pueblo del País Vasco Francés en el año en el que nosotros cumplíamos los 18. En un viaje con la banda de música del pueblo de JJ, y compartiendo director y siendo agrupaciones vecinas, algunos músicos nos fuimos con ellos – entre los que se encontraba mi gran amiga Lore y una servidora – a pasar un fin de semana en las fiestas del pueblo y dar algún que otro concierto. Yo siempre lo voy a recordar así: un pueblo de casitas de piedra, una plaza porticada – vamos, que además entra en la ruta de bastidas de Francia –, un entorno fantástico y una calle bautizada como Calle Fiesta en la que tenían lugar todas las farras que se celebraron durante ese fin de semana. Música a todas horas, gente por la calle, un ambiente espectacular. Pues yo me imagino lo mismo que vivimos nosotros en Saint-Justin pero en vez de ser un pequeño pueblo de las Landas en el que viven unos centenares de personas, ahora las personas se multiplican por miles y la Calle Fiesta pasa a ser toda la ciudad.
Pero vayamos a lo que nos ocupa ahora, que no son las fiestas de Bayonne si no la visita a esta bonita ciudad francesa. Declarada ciudad de arte e historia, Bayonne es mucho más que la estampa que hay desde la orilla del río – estampa que es preciosa. Bayonne tiene una catedral gótica digna de visitar con un claustro maravilloso y que es de entrada gratuita. Tiene también un centro histórico repleto de edificios típicamente vascos que la hacen muy agradable.
En Bayonne encuentras también el museo del jamón, un jamón que allí es muy apreciado pero que a nosotros – y es que cuando entras en el museo-tienda te dan a probar – no nos gusta demasiado. Hay que tener en cuenta que el jamón allí no es curado como aquí porque ¡cómo vas a curar jamón con la humedad que hay en el Atlántico! También es interesante el museo de chocolate o el Mercado Cubierto Incluso la universidad, que se encuentra en la ciudadela y, si tienes suerte, puedes encontrar las ruinas donde se firmó el Tratado de Bayona, ya sabes, cuando Napoleón, el tótina de Fernando VII y su padre el espléndido.
El paseo por la rivera del río no está de más y es que es una de las imágenes más representativas de la zona, por lo que es algo que debes hacer sí o sí. Si te apetece, y lo que quieres es descubrir toda la zona más costera, Bayona puede servirte como centro de operaciones ya que además de ofrecer muchos más servicios por ser ya ciudad, tiene un ambiente universitario espectacular.
Más información: https://www.bayonne-tourisme.com/
Biarritz
Después de pasar casi toda la jornada en Bayona, con lluvia incluida, nos aceramos hasta Biarritz. Personalmente, esta ciudad me decepciona. Sí, puede que eso de el cielo de Biarrtiz – la referencia la encuentras en el mundo de Cuerda –, de todo el glamour y esas cosas hagan de Biarritz algo que ahora ya no es.
Sí, encuentras grandes mansiones de principios de siglo, hasta una iglesia ortodoxa que financiaron los rusos hace 100 años. El casino, que contrasta con el barrio de pescadores algo desangelado, sus tiendas exclusivas, el caminar estirado de muchas de las gentes… sí, puede que Biarritz sea un lugar de exclusividad económica, pero esa exclusividad es, hoy en día, ya sólo eso.
Ahora bien, lo que no se puede negar de Biarritz es que tiene una costa que quita el hipo Además nosotros tenemos la suerte de toparnos con un día en el que el mar está picado y no veas qué espectáculo las olas rompiendo sobre las rocas, o en el faro, o en la Virgen de la Roca, hasta la que debes acercarte por su pasarela vertiginosa.
Pero lo más espectacular de todo lo que puedes vivir en un día de mar picado en Biarritz es ver cómo las olas arremeten furibundamente contra la Villa Beltza, la más célebre de todas las villas del lugar.
También puedes pasar un buen rato viendo como los sufirstas intentan cabalgar las olas, y es que Biarritz es uno de los paraísos del surf y hasta esta localidad francesa vienen gentes de todo el mundo a practicar este deporte acuático.
Más información: https://tourisme.biarritz.fr/fr
Día 5
El quinto día de viaje lo aprovecharemos para regresar a casa, nos quedan unas cuantas horas de carretera y, aunque nos lo tomemos con calma, no queremos llegar demasiado tarde. Aún así haremos dos paradas estratégicas que os dejo a continuación porque la primera de ellas me paree interesante por ser algo que no conocíamos y la segunda… bueno, la segunda ahora lo veréis.
Uriz
Tras el paso obligado por Ibañeta, esta vez sin tormenta, la parada en Roncesvalles y en todos los altos que pueda haber por el camino, comenzamos a descender metros y con ellos se abren de nuevo ante nosotros los valles navarros.
Ahora nos toca transitar por el Valle de Arce y en medio de unos colores otoñales increíbles encontramos el pequeño pueblo de Uriz, un lugar de reminescencias medievales al que no nos podemos resistir.
Las casonas, las torres, testigos de un pasado esplendoroso, los arcos que recuerdan que aquello fue fortaleza… todos esos elementos hacen que el haber parado en Uriz no sea una tontería. Ah, y el frontón, que no falte el frontón.
También hay que destacar los paisajes que rodean a esta pequeña aldea navarra hecha en piedra y cuestas. Sin duda un gran descubrimiento a tener en cuenta.
Más información: http://www.valledearce.com/pueblos/uriz/
Pamplona
Bueno, ya que estamos metidos en el ajo, y que al final dispondremos de algo más de tiempo, decidimos parar en Pamplona. No es la primera vez que estamos en la capital Navarra, por allí pasamos aquella vez que visitamos Olite junto a otras 50 personas. Pero aunque no sea la primera vez que estamos en Pamplona, cabe decir que a Pamplona le debemos una visita decente, más allá de ir de pintxos Navarrerías o caminar por la Calle Estafeta.
Esta vez nuestro paso por Pamplona nos permitirá comer un menú a buen precio y tomar un café en el café más célebre de toda Navarra: el Café Iruña. Si puedo hacerte una recomendación sobre la ciudad de Pamplona va a ser ésta, y ten en cuenta una cosa: si te sientas en la terraza exterior el precio de tu consumición va a subir mucho. Te aconsejo, por lo tanto – y creo que es lo más sensato porque lo bueno está en el interior – que cuando vayas al Café Iruña te sientes dentro, disfrutes de su decoración y también de la carta que te ofrecen que es muy variada y a muy buen precio – si no te sales a la terraza, claro. Ah, y recuerda que Hemingway flipó con este lugar.
Más información: https://www.pamplona.es/turismo
Y hasta aquí el itinerario, vayamos ahora con el siguiente apartado.
Presupuesto
Muy bonito todo lo que acabamos de ver pero, ¿por cuánto va a salir el viaje? Pues no es nada caro, siempre que dispongas de coche y te lo montes como nosotros nos lo hemos montado.
La clave para que este viaje te salga a buen precio está en no querer hacerlo en verano. Debes saber que el Pirineo, a un lado y a otro de la frontera, es un destino muy solicitado en cualquier época del año, pero en verano esa parte de Francia está carísima. Para nosotros hubiera sido imposible alojarnos donde nos alojamos un 15 de julo porque con lo que pagamos 4 noches de apartamento no hubiésemos pagado ni una en temporada alta. Por lo tanto, lo mejor para viajar barato es adaptarte a la oferta y no al contrario.
Este viaje – o uno de similar – llevaba mucho tiempo queriéndolo hacer pero jamás se daban las condiciones necesarias para que eso sucediese, esto es, encontrar alojamiento que se ajustase a nuestro presupuesto. Como la condición principal se dio pudimos, por lo tanto, irnos hasta el País Vasco Francés y también – y de manera superficial – hasta el Baztán. Pero seguro que lo que queréis saber es cuánto nos costó el alojamento
Alojamiento
Como siempre, buscamos el alojamiento en Booking porque es donde acaban habiendo mejores ofertas y como sigue una especie de programa de fidelización, a medida que vas alojándote más con ellos te ofrecen alojamientos a mejor precio – es el programa Genius. Como yo llevo usándolo bastante tiempo encuentro ofertas muy suculentas que son las que me permiten viajar. En esta ocasión el alojamiento fue en la Résidence Pierre & Vacances Le Parc d’Arradoy y nos costó 184€/2 personas 4 noches. No te aseguro que encuentres el mismo alojamiento que nosotros – que era fantástico, por otra parte – a este precio, pero por probar que no sea…
Para que busques alojamiento de manera más amplia, aunque centrado en esta zona, te dejo el cuadro de búsqueda ya configurado en el País Vasco Francés aunque si amplias el radio podrás encontrar alojamiento también en Navarra.
Booking.comTransporte
Todo el viaje lo hicimos en coche por lo que más allá de lo que supone tener un vehículo y su mantenimiento que jamás desglosamos en el apartado transportes ya que el vehículo es necesario para la vida diaria – y más si eres de pueblo –, y no lo adquieres exclusivamente para viajar, vamos a centrarnos en el combustible que voy a dejar, al alza, en unos 100€ en total (siempre echando gasolina en la parte española).
Alimentación
La razón por la que, y cuando hacemos viajes de más de un par de días, buscamos alojarnos en apartamentos es porque al disponer de cocina te ahorras un buen pico en eso de las comidas. En este viaje tomamos unos pintxos en Elizondo que supusieron, con sus vinos, más o menos unos 7€, algún que otro café que vayamos a decir en total fueron unos 10€ – incluyendo el Iruña -, el par de menús en Pamplona que no llegaron a los 30€ los dos y la compra que hicimos en el supermercado antes de empezar el viaje que fueron otros 30€ – siempre al alza. En total nos gastamos unos 80€ en alimentación durante 5 días de viaje dándonos algún que otro capricho – como el menú de la vuelta.
Total
Si hacemos una suma total de los gastos tenemos que para 5 días de viaje:
Alojamiento 184 + Transporte 100 + Alimentación 80 = 364€ 5 días/2 personas todo incluido.
Algunas recomendaciones adicionales
Como ves, el otoño es una gran época para hacer este viaje ya que los paisajes que te vas a encontrar son brutales y los precios son algo más económicos que en verano. Pero si lo que quieres es viajar en verano ten en cuenta que vas a tener que realizar un gran desembolso económico porque se trata de una zona muy demandada por los franceses. Como ya te he apuntado los 184 euros que pagamos nosotros por 4 noches no van a ser suficientes para pagar un alojamiento de las mismas características en plena temporada alta.
Tampoco te recomendaría el pleno invierno para hacer este viaje porque muchos de los puntos por los que tienes que pasar son de alta montaña y si las nevadas son abundantes lo más probable es que no puedas hacer parte del recorrido. Además, la zona de costa en invierno está casi muerta así que el atractivo será mucho menor.
Además de todo lo que yo te explico aquí, que se centra mucho en la visita a pueblos y naturaleza – fíjate que no pagamos entrada en ningún sitio – puedes realizar muchas otras actividades como visitar museos etnológicos, o subirte al Petit Train de la Rhune, sobre todo si vas con niños. Explora los enlaces que te he dejado después de cada parada en el viaje y diseña la ruta a tu gusto.
Y con esto finalizo este artículo que espero te sea de ayuda para tus viajes futuros. Y recuerda:
*En este post hay algunos links de afiliados, lo que significa que si decides utilizar alguno de ellos a ti no te costará nada y a cambio nosotros nos llevaremos una pequeña comisión que nos ayudará a seguir trabajando en el blog.
¡Gracias!
¡Qué ruta más Chula! Os ha cundido un montón los días.
Amaiur me encantó cuando estuvimos en Navarra, es precioso, una maravilla y desde el castillo las vistas espectaculares.
No sabía que Bayonna fuera tan festera, desconocía ese dato. Me encantan estos pueblecitos y la naturalza que los rodea.
Algunos de esos destinos son intocables durante el verano como bien dices, al menos para mí bolsillo 😁.
Gracias por este post tan completo y los consejos.
Un abrazo.
Sí, en verano eso debe ser una locura, ni acercarnos a ellos XD
Las fiestas de Bayonna son muy conocidas, de hecho en toda la zona en verano se hacen fiestas bastante sonadas – nosotros fuimos a tocar con la banda hace ya 16 años por allí.
A mí también me gustan mucho esos pueblos, todos tan coquetos y tan bien arreglados, y todo lo que les rodea, Los visitaría cada dos por tres.
Gracias a ti por leerme,
Un abrazote.