Viena, la antigua capital del imperio austrohúngaro, es una de esas ciudades a la que acabarás viajando alguna vez en tu vida. Por su belleza monumental, su elegancia clásica, su espíritu musical y todo el pasado imperial, Viena necesita de una visita pausada que no se completa en un día. Así, te dejo todo lo que necesitas saber para pasar 3 días completos en Viena.
Cuando te plantees visitar Viena, tal vez, lo hagas pensando en combinar este viaje con otras ciudades centroeuropeas y tal vez te plantees hacerlo en poco tiempo. A mi juicio, querer visitar Viena en un día es un error porque te vas a perder gran parte de lo que te ofrece esta ciudad. Debes saber que Viena es una ciudad extensa, con casi 2 millones de habitantes y una superficie que roza los 500 m2.
El centro histórico de la ciudad de Viena fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2001 por incluir en un mismo espacio elementos medievales, barrocos y también los conocidos como Gründerzeitcaracterizado por el historicismo y el eclecticismo. Si quieres empaparte de todo esto tendrás que invertir algo de tiempo.
Consejos
Cómo moverte por Viena
Te he dicho que Viena es una ciudad bastante amplia, pero está tan bien cuidada que es una maravilla caminar por sus calles, así que te recomiendo que por Viena te muevas a pie. Ahora bien, depende de los lugares a los que quieras ir tendrás que invertir mucho tiempo andando así que el metro es otra buena opción. El metro de Viena funciona perfectamente aunque a ojos de alguien que viene de España es algo caro (2,40 € el viaje sencillo).
Dónde alojarte en Viena
El alojamiento en Viena no es demasiado económico, y es que Viena es una de las ciudades más caras de Europa. Alojarte por el centro te va a costar un ojo de la cara y tendrás que alejarte unos kilómetros si quieres encontrar algo decente y de un precio no demasiado alejado. En nuestro caso el alojamiento lo teníamos en Leopoldstadt y si buscas alojamientos que se encuentran a más de 2 km del centro puedes encontrar habitaciones por 50€ la noche e incluso menos en apartamentos de lo más correctos.
Te recomiendo, por otra parte, que siempre que busques alojamiento lo hagas cerca de alguna estación de metro o autobús ya que te permitirá moverte por la ciudad fácilmente.
Algunas recomendaciones iniciales
Debes tener en cuenta que nuestro viaje a Viena tuvo lugar a finales de enero por lo que el volumen de turismo no era muy alto. Así, cabe decir que la visita a los monumentos fue mucho más rápida de lo que hubiera sido en otra época del año como en verano o Navidad. Por lo tanto, piensa que en verano Viena está algo saturada y el tiempo que deberás invertir para ver las cosas será mayor que el que te muestro en este artículo.
Viena es una ciudad cara, muy cara. Comer, beber, tomar un café, las atracciones, los souvenirs… todo tiene un precio altísimo, por lo que si tu presupuesto es ajustado deberás tener mucho cuidado. Un café en cualquier local está por encima de los 3 euros, por ponerte un ejemplo. Comer en los restaurantes tampoco es nada barato aunque puedes echar mano siempre de la comida callejera de todo tipo que suele ser más económica. Si dispones de apartamento lo mejor es que compres en el supermercado aunque los precios son también altos y si no quieres comprar agua no pasa nada porque en Viena es buenísima.
Y con estas consideraciones iniciales, vayamos con la guía para pasar 3 días completos en Viena.
Itinerairo
Día 1
Iglesia de San Pedro
Uno de los lugares imprescindibles de Viena y que te sumergirá completamente en el mundo barroco. Dicen que esta iglesia se puede comprar con San Pedro del Vaticano y es la iglesia más recargada de toda la ciudad. La iglesia actual data del s. XVIII aunque allí se alzó la primera iglesia cristiana de Viena, aunque de ella no quede nada.
La entrada es gratuita y su interior hace justicia a su fama: oro, brillos, frescos en todas las paredes… pero a pesar de ello es de una belleza descomunal.
Columna de la Peste
Muy cerca de esta iglesia se encuentra una de las cosas más raras que hay en la ciudad, a mí es que no me gustó demasiado. Esa columna de la Peste es un monumento votivo que recuerda la epidemia de peste que sufrió la ciudad en el año 1679 y la columna fue inaugurada en el año 1693. Su aspecto tan, tan… tan desordenado y pomposo puede que se deba a los diferentes arquitectos que le metieron mano.
Catedral de San Esteban
Continuando por el centro histórico, siguiendo la calle Graben, la vía peatonal más importante de la ciudad, llegamos a la Catedral de San Esteban, una de las catedrales más impresionantes que jamás he visitado.
Lo que más destaca de esta catedral es su torre que alcanza los 136 metros de altura y también su tejado empinado y decorado con motivos geométricos de diferentes colores y que sigue el etilo de las catedrales de la Borgoña francesa.
La entrada es gratuita – ya te advierto que no vas a pagar para visitar ninguna iglesia –, pero si quieres asomarte a lo alto o descender a lo más bajo tendrás que pagar. Nosotros no lo hacemos.
La casa de Mozart
¿Qué sería de Viena sin Mozart? Pues posiblemente sería otra cosa distinta. A Viena se la conoce como la capital mundial de la Música y la presencia de Mozart en el pasado – pero también de Beethoven entre otros – ha conseguido que eso fuera así. En la actualidad la casa de Mozart es un museo al que no entraremos esta vez pero en el que sí ya había estado JJ en un pasado y, según su opinión, no vale demasiado la pena. La entrada al museo no es barata, son 11€ por persona, pero puedes meterte en la tienda de recuerdos como nosotros hicimos y hacerte una foto en su portal.
Estatua de Strauss
Y si te he dicho que Mozart fue importante para la fama musical de Viena no puedo pasar por alto la figura de Strauss que tiene una estatua muy visitada en el Stadpark y junto a la que seguro querrás hacerte una foto.
Musikverein
Y ya que estamos con la música, pues que no pare la misma, y desplacémonos hasta el Musikverein, el lugar donde cada 1 de enero se celebra el concierto más celebre del mundo: el de Año Nuevo. El edificio es bellísimo y por la noche está iluminado de una manera elegantísima, y además de visitarlo en su parte exterior, y si tienes más suerte que nosotros, puedes asistir a un concierto d ella Filarmónica a un precio más que razonable.
Iglesia de San Carlos Borromeo
También en la misma zona, en el Stadpark, encontramos la que es para mí la iglesia barroca más bonita que he visto nunca. Y que yo diga eso de una iglesia barroca es mucho porque el barroco no me gusta nada. Sus frescos, la altura, la elegancia, la inmensidad… todo el conjunto hace que cuando entres en ese templo te quedes con la boca abierta. Ah, la entrada es también gratuita, o bueno, nosotros no pagamos porque entramos al filo del cierre. Sí aparecen informaciones que dicen que si pagas 8€ puedes subir al ascensor y ver la iglesia desde lo alto, no dicen nada de la entrada general.
Haus der Musik o Museo de la Música
Para mí éste es el mejor museo de toda la ciudad de Viena. Un museo hecho para la música y para toda la gente amante de la misma, y también para aquellas gentes que no lo son. Muy cercano a la plaza de la catedral, a este museo puedes acceder a mitad de precio si vas las 2 últimas horas. Esto te parecerá suficiente para verlo todo pero ya te digo qu ella visita será apurada. El precio completo es de 13€ y está abierto hasta las 10 de la noche por lo que es una buena manera de acabar una ruta por la ciudad ya que puedes acceder a las 8 de la tarde y pagar poco más de 6 euros.
Lo que te vas a encontrar en este museo es un repaso por la historia de la música, de los instrumentos, también de la Filarmónica de Viena e incluso puedes dirigirla. Para mí es uno de los lugares imprescindibles en la capital austriaca y si viajas con niños se lo van a pasar genial.
En el artículo principal del primer día en Viena hablo mucho más extensamente de este lugar.
Encuentra información más detallada sobre todos los monumentos visitados en la primera jornada de viaje y otras impresiones en el post que le dedicamos a él.
Día 2
El segundo día en Viena vamos a invertirlo en visitar los palacios imperiales principalmente, pero también haremos otras cosas.
Partiendo siempre desde nuestro apartamento y teniendo en cuenta que vamos casi a todos los lugares a pie muchas de las cosas que te presentaré en este día serán las que nos vayamos encontrando por el camino y que, tal vez, no sean atracciones principales pero, de todos modos, sí son interesantes.
Mercado Karmeliter
Viena se ha convertido en una especie de ciudad hipster en la que los mercados, antaño tradicionales, han mutado hoy en día en espacios que se alejan mucho del mercado tradicional y están más centrados en puestos para tomar el brunch y esas cosas modernas que tanto gentrifican los barrios.
En el caso del Karmeliter su tiempo de oro ha pasado ya y lo que era anteriormente uno de los mercados más concurridos de la ciudad ahora es un mercado desangelado con pocos puestos que visitar. Si no te da tiempo o está lejos de donde te encuentras tampoco es un imprescindible.
Iglesia San Ruperto
Entre tanto edificio grandilocuente vienés se esconde una pequeña iglesia que recuerda el pasado medieval de Viena. Se trata de la iglesia más antigua de la ciudad, o de la que quedan vestigios más antiguos, fundada en el s. VIII aunque la construcción actual data del s. XII. En la actualidad esta iglesia está en manos de la Orden de los Caballeros del Santo Sepulcro de Jerusalén.
Reloj Ankerhur
De relojes curiosos está el mundo lleno, uno de los ´más conocidos es el reloj astronómico de Praga, pero son muchos otros los que podemos encontrar por ahí, y entre ellos este reloj en estilo modernista y musical del que todos los días, a las 12 de la mañana, salen figuras y cantan canciones. Curioso, como mínimo, sí es.
Palacio Hofburg – Kaiserappartements
La mayor parte de la mañana la invertiremos visitando los apartamentos del Kaiser, la que fue la residencia imperial y en la que vivió, obviamente, la querida Sissi. Primero que nada debes saber que existen distintas modalidades de entrada para visitar los sitios imperiales. Nosotros escogimos el tour Sissi y nos costó 35€ por cabeza, incluyendo estos apartamentos, el palacio de verano y el museo del mueble. Tú puedes escoger el que más te apetezca y según tus intereses.
Encuentra más información sobre los Palacios Imperiales en la web oficial (link externo)
En este palacio vas a encontrar una exposición sobre la vida de Sissi, así como la colección de plata con toda la cubertería que se usaba en la corte y podrás pasearte por los aposentos imperiales La visita, en temporada baja, te llevará más o menos 1h30′, pero si vas en otras épocas del año seguro que se dilata más por la cantidad de gente que hay.
La Iglesia de los Minoritas
Cerca del Palacio Hofburg encontramos una iglesia conocida como la de los Minoritas, en estilo gótico y que resultó ser la preferida de Hitler a su paso por Viena cuando antes de que se le antojara exterminar a la Humanidad le dio por ser pintor. En mala hora le dijeron que no en la academia…
Ayuntamiento de Viena
Uno de los edificios que no te puedes perder en la capital austriaca es el edificio en estilo noegótico donde se encuentra el Ayuntamiento de la ciudad. Si tienes suerte – no como nosotros – puedes hacer una visita guiada y gratuita. Si no tienes suerte siempre puedes aventurarte e intentar ver algo por tu cuenta.
Más información sobre los horarios de visita al Ayuntamiento de Viena en este link (enlace externo)
Plaza María Teresa
Siguiendo por la zona nos encontramos con la Plaza María Teresa, que une la Ringstrasse con el Barrio de los Museos, plaza en la que se encuentran dos edificios del Museo de Historia Natural y el Museo de Historia del Arte.
Parlamento Austriaco
Otra de las atracciones a tener en cuenta en Viena es el Parlamento del País, de visita gratuita aunque cuando nosotros fuimos se encontraba en obras por lo que no pudimos acceder. Aún así, había una exposición sobre el mismo ubicada en el exterior. Las obras se mantienen hasta el año 2021 así que las visitas estarán restringidas hasta esa fecha.
Más información sobre el Parlamento Austriaco en este link (enlace externo).
Naschmarkt
El mercado hipster por excelenia de Viena, un mercado que es amado y odiado a partes iguales. Habrá quien te diga que ni te asomes por allí, otros te animarán a que sí lo hagas. Yo soy del grupo dos, de las personas que te van a decir que, al menos, te des una vuelta. El mercado es interesante y aunque es cierto que está bastante enfocado al turismo, la cantidad de productos diversos que puedes encontrar lo hacen interesante. También es interesante poder comer un kebab por poco más de 3 euros y probar la comida turca auténtica.
Palacio Schönbrunn
La tarde, después de comer en el Naschmarkt, la pasaremos en el palacio de verano de la familia imperial austriaca. A este palacio, en las afueras de Viena, es mejor que accedas en transporte público si no quieres perder mucho tiempo. Se puede ir andando – de hecho, el camino de vuelta nosotros lo haremos a pie –, pero los horarios austriacos no tienen nada que ver con los horarios españoles por lo que los monumentos cierran bastante pronto si lo vemos desde nuestra perspectiva de país del sur de Europa.
¿Qué hay en este palacio? Pues este impresionante palacio cuenta con un total de 1441 salas de las cuales 45 pueden ser visitadas. El Salón de los Espejos fue el lugar donde Mozart interpretaba sus piezas cuando solo era un niño y algunas de esas salas fueron los lugares donde se cocía toda la política de la época. Mandando construir por Leopoldo I a finales del s. XVII se convirtió en Palacio Imperial durante el s. XVIII.
Debes saber que éste es el monumento más visitado de Austria, así que mejor que lleves las entradas ya en mano o igual te tocará hacer una cola interminable. No es nuestro caso porque ya hemos comprado la entrada en Hofburg (si sigues este orden creo que será mucho mejor) y, además, en enero no hay tanta y tanta gente, aunque sí hay cola para acceder.
Nuestra opción de visita nos llevará a ver 40 salas de las 1441 – para qué tanto, se pregunta una – y nos llevará como una hora y pico hacerlo – ten en cuenta que estamos en enero, por lo que la visita es más rápida.
Aquí, en el Palacio Schönbrunn, puedes visitar también los jardines, muy célebres en verano porque están llenos de flores. En pleno invierno eso no es así, los jardines parecen más el reino de Frozen antes que un rico vergel, pero tienen igualmente su encanto – por, al menos nosotros, no estar acostumbrados a ver paisajes como esos.
Ópera de Viena
Para terminar este día repleto de pompa sin circunstancia vamos a ir a una representación en la Ópera Estatal. Sí, ir a la ópera también es posible para los pobres, para las gentes con pocos recursos si la palabra pobre te chirría. Ir a la ópera, como te digo, no es caro, mucho menos en Europa Central donde la cultura de la ópera está muy extendida. Por pocos euros puedes acceder de pie aquí, en Viena, pero si lo que de verdad quieres es ver una representación en condiciones te recomiendo que desembolses algunos euros más (como unos 20) y te sientes en tu butaca y disfrutes de la maravillosa experiencia que es el mundo de la ópera.
Más información sobre representaciones y precios en este link (enlace externo)
Encuentra información más detallada sobre todos los monumentos visitados en la segunda jornada de viaje y otras impresiones en el post que le dedicamos a él.
Día 3
El tercer día en la ciudad será algo más light, la razón principal de ello es que nos va a llover gran parte de la jornada por lo que actividades de calle no vamos a hacer muchas. Por suerte todavía tenemos un cartucho guardado en la recámara que nos va a permitir pasar el día sin perderlo. Pero vayamos por partes.
Iglesia Votiva
En Viena hay poco monumento gótico, lo que más vas a encontrar es barroco – y #pandeoroeverywhere –, y también abunda bastante eso del neogótico. Entre los monumentos neogóticos de la ciudad encontramos la Iglesia Votiva hecha construir por Francisco I de Austria. Esta iglesia es de entrada gratuita y merece mucho la pena.
Palacio Epstein
Uno de los pocos palacios que pueden visitarse en la ciudad y la existencia del cual nos enteramos al acercarnos, el día anterior, al Parlamento Austriaco. Este palacio es uno de los más importantes de la Ringstrasse y es de entrada gratuita aunque debes recoger tu acreditación en la garita del Parlamento.
Encuentra más información de cómo visitar el Palacio siguiendo este link (enlace externo).
Parque Sigmund Freud
Frente a la Iglesia Votiva se encuentra uno de los parques más concurridos de Viena, en verano, eso sí. En invierno es una pequeña plaza helada con esculturas de carácter contemporáneo.
El Deewan
Si quieres comer bien y barato en Viena debes dirigirte al Deewan, un restaurante que sirve cocina pakistaní y que es célebre por ofrecer tanta comida como quieras pagando la cantidad que tú decidas. Sí, en el Deewan comes lo que quieres y después pagas lo que te apetece. Eso es así de real (léelo aquí) y te lo recomiendo mucho porque los platos son deliciosos, el local muy chulo, y sales rodando.
Encuentra información más detallada sobre todos los monumentos visitados en la tercera jornada de viaje y otras impresiones en el post que le dedicamos a él.
Museo del Mueble
Como ya te he explicado más arriba, el ticket de entrada a los palacios de Sissi incluye también al Museo del Mueble, museo donde se exhiben el mobiliario imperial pero también hace un repaso por la historia del diseño austríaco así que, si te gusta el tema, no debes perdértelo – y la entrada solo te costará un euro y pico si tienes pensado visitar los otros dos palacios.
Mariahilferstrasse
El museo del mueble se encuentra en una de las zonas en más auge de toda Viena. Esta calle, la principal de un barrio animado y moderno, está llena de vida, incluso en un día de lluvia. Es sábado y en Viena, como también te he dicho antes, todo cierra a pronto – a las 6 de la tarde se bajan las persianas de todos los establecimientos. Aún así, paseamos por la calle, tomamos un café, decidimos qué haremos al día siguiente si ya lo hemos visto todo y los domingos Viena es Silent Hill – te lo cuento al final – y decidiremos ir andando, y aprovechando que a parado de llover, a uno de los sitios más visitados de la ciudad.
Hunderwaserthauss
Vamos hasta la casa de los colores, hasta la fachada más célebre de toda la ciudad. Este lugar no es nuevo para nadie, es uno de los sitios más conocidos de toda Viena, de esos que siempre te salen en Instagram y que en realidad es bastante curioso. Nosotros llegamos ya de noche, la iluminación – como en todas las ciudades europeas en las que hemos estado – es más bien escasa pero aún así estamos un rato allí admirando el diseño de estos edificios.
Parque de atracciones Prater
Para terminar con el día – y con el pateo – nos dirigimos hasta el Prater, el parque de atracciones de la ciudad de Viena, un parque que tiene más de 100 años, el lugar donde se encuentra esa noria que también es conocidísima, y que en invierno está cerrado. Bueno, cerrado no, lo que están cerradas son sus atracciones pero puedes pasearte por él igualmente. Te recomiendo que lo hagas porque el sitio no tiene desperdicio.
Más información sobre precios de atracciones del Prater y horarios de apertura en este link (enlace externo).
Día 4
Todavía nos queda un día en Viena, pero el día es domingo, muchas de las atracciones están cerradas, hemos gastado ya bastante dinero – estamos llegando al final del viaje – y, en tanto que es invierno, pasear por la ciudad no es del todo agradable. Es en ese momento cuando, sentados en una cadena de comida rápida café en mano, tomamos la decisión: nos vamos a pasar el domingo a Bratislava.
Pues sí, de perdidos al río, vayamos a descubrir tres países – al menos tres capitales – en algo más de una semana – recordad que venimos de Praga. El viaje a Bratislava lo hacemos en bus y nos cuesta 5€ el viaje, esto es, pagamos un total de 20€ los dos. Con el dinero que nos harían pagar por dos cafés en Viena mejor nos vamos a Bratislava.
Lee el artículo sobre Bratislava aquí y aprende cómo puedes conseguir los billetes de autobús a ese precio.
Y hasta aquí el itinerario para pasar 3 días en Viena. Te he dejado al final de cada jornada el enlace al post principal de cada etapa para que encuentres allí toda la información detallada.
Viena es una ciudad extensa, ya te he dichoque la ciudad no se ve en un día y lo mejor que puedes hacer en ella es caminar, y caminar, y caminar, y disfrutar de su arquitectura y sus amplias calles y su limpieza y su orden y su todo tan austríaco. Disfrútala mucho porque es una ciudad que vale la pena. ¿Te he animado a visitar la capital mundial de la música?
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¡Gracias!
Me ha encantado toda la información de vuestra web.
Algún comentario sobre si utilizar o no Viena Pass ¿?
Saludos desde la Rioja!!
Nosotros no lo utilizamos porque no nos salía a cuenta, así que es lo que te puedo decir 🙂
Gracias por leerme, comentar, y me alegra que te haya servido de ayuda.