La Zona Media de Navarra es un destino que teníamos en pendientes pero que nunca conseguíamos visitar como se merece. Habiendo estado allí de paso, y ya habiendo disfrutado de Olite años atrás, por fin encontramos unos pocos días para desplazarnos hasta el lugar y descubrir algunos de los tesoros que esta parte de la Comunidad Foral ofrece. Así fue cómo pasamos tres días maravillosos por la Zona Media de Navarra.
Posiblemente si te hablo de la Zona Media de Navarra el nombre no te suene, ya que de todo lo que Navarra ofrece (que es mucho y muy diverso), esto es lo que menos llama la atención. Me explico, y que no se me enfade nadie de Navarra que no van por ahí los tiros. Lo que quiero decir con esto es que una, cuando piensa en Navarra, o piensa en Pamplona, o piensa en valles, principalmente el Baztán, un lugar que sin duda merece mucho la pena. Pero es que en Navarra no está solo Pamplona o el Baztán, en Navarra existen muchas otras cosas que pueden arreglarte un viaje de pocos días.
Viajar a la Zona Media de Navarra había estado en mi mente desde que me enteré que allí existía una cosa llamada el cerco de Artajona. De hecho, y si has viajado a Pamplona, este lugar te suene porque aparece en las señales que hay en la carretera principal. Aparece Artajona, pero aparece también San Martín de Unx y otro lugar llamado Ujué (o Uxué). Transitando por esa carretera siempre decía «¿por qué no nos acercamos a verlo?», pero después pensaba que mejor no gastar todos los cartuchos sin necesidad, que para qué visitarlo con prisas si alguna vez, en un futuro, podríamos llegar a montar una excursión por la zona.
Sí, teníamos que montar una excursión por la zona pero, ¿y encontrar el momento? Navarra no está muy lejos de donde vivimos. Bueno, cierto, esto es relativo. El «que no está muy lejos» significa que en unas cuatro horitas nos plantamos allí. Por lo tanto, no es algo que haríamos en una jornada – no tiene sentido – pero tal vez teniendo dos o tres días libres un viaje a la Zona Media de Navarra no sería una mala idea. Y eso es lo que sucede en abril de 2022, en esa Semana Santa que solo tenemos algunas gentes en España, la que va del Domingo de Resurrección al lunes de Sant Vicent Ferrer.
Preparación del viaje
Así, decido viajar a la Zona Media de Navarra un domingo a las 6 de la tarde, y se me ocurre viajar allí cuando me viene a la mente «Artajona». La salida será en menos de 24 horas. Sí… así es: cambio el destino – que tenía que ser al Serrablo oscense – el día antes de partir. Te preguntarás que cómo puede ser posible eso de cambiar un destino de un día para otro y yo te contestaré que claro, la cosa tiene truco: el viaje iba a ser en Agro Van (como llevan siendo casi todos los viajes desde el verano de 2020).
¿No sabes qué es eso de la Agro Van? Aquí te cuento cómo nació y aquí te cuento cómo puedes hacerte la tuya.
Teníamos solo dos días y medio para realizar el viaje, incluyendo el desplazamiento, y por eso fue que busqué un destino que no nos llevase más de 4 horas de viaje, que tuviese cosas interesantes en un espacio reducido y que no nos obligase a dejarnos cosas por ver. Así, había decidido ir al Serrablo, en Huesca, para ver las iglesias románicas. Me puse en contacto con gentes de allí para saber si podíamos visitar esos lugares y me dijeron que las iglesias, esos días, estarían cerradas. Bueno, me dije, da igual, seguro que hacer la ruta aún sin poder visitarlas sería interesante. Pero claro, la cosa no me acababa de convencer. Y tan poco convencida estaba que el día antes cambié de destino.
Te digo que escogí la Zona Media de Navarra porque sabía que allí había cosas para ver que nos podían satisfacer, y mucho. En un principio iban a ser solo tres los lugares de visita: Artajona, San Martín de Unx y Uxué, pero ya sabemos qué pasa cuando nos ponemos sobre mapa y planeamos las rutas. Lo sabemos, ¿verdad?, contamos que tal vez 15 minutos más de coche o 30 kilómetros más de distancia no van a suponer gran cosa para el viaje, y así es como terminas de querer ver 3 cosas a tener una lista de 15.
Aunque parezca que el viaje esté improvisado esto no es del todo cierto, y me explico. Siempre digo que hay que ir estudiada por si una tiene examen sorpresa, y es por eso que almaceno un montón de información sobre posibles destinos, me estudio las cosas cuando no puedo viajar – que es la mayor parte del año – y me apunto los por si acaso por si acaso me hacen falta, y es en momentos como este cuando tienes la posibilidad de utilizarlos. No es que improvise el viaje, eso no sería del todo cierto, no voy a ver qué hay allí, ya sé lo que hay, lo que pasa es que la decisión de viajar a ese lugar es repentina, un pensat i fet que decimos por aquí. Ahora bien, las visitas a veces sí son improvisadas porque los horarios no se adaptan a nuestro momento viajero, por lo que ahí sí que hay que tener diversas alternativas en mente por si lo que tienes pensado no puede realizarse. Y esto, también, sucederá en esta ruta (que en breve te voy a explicar).
Así, saldríamos un lunes siendo casi las tres de la tarde del pueblo, sin comer pero habiendo desayunado con los compañeros músicos en el bar. Sí, y saldríamos después de haber tenido actuación. Llegaríamos a nuestro destino final del día, que sería Estella-Lizarra, cerca de las nueve de la noche, pero antes habríamos parado en un lugar que ya habíamos visitado y que no estaba en la lista pero… claro. Ahora te lo cuento todo.
Día 1 | Olite y Estella-Lizarra
Ya te he hecho spolier en el título, y sí, la primera parada de este viaje va a ser Olite. Pero claro, nuestra parada va a ser fugaz, porque en Olite ya hemos estado hace años, casi 7 para ser exactos. Olite sea, posiblemente, uno de los lugares más espectaculares de toda Navarra debido a su Castillo-Palacio, es que no te lo puedes perder si te gusta todo lo relacionado con lo medieval (y si no te gusta, tampoco debes perdértelo).
Olite
Si decidimos parar en Olite es porque pasamos justo por el lado, de camino a Lizarra, que va a ser donde hagamos noche – más o menos. De Olite no te puedes perder el Castillo-Palacio ni tampoco el Parador de Turismo, ubicado en el Palacio Viejo. Un paseo por las calles del pueblo tampoco está de más, y es que las casonas de piedra, las vías estrechas y las plazas recoletas (junto a alguna que otra iglesia interesante) confieren de gran belleza a esta localidad Navarra.
Después de Olite acabaremos llegando a Estella-Lizarra, transitando por unas carreteras preciosísimas que en primavera, y en un día en el que todavía luce el sol, están plagadas de verde y amarillo (por las plantaciones de colza), que a la vez están regadas por la luz de un sol que se va ya escondiendo. Sin duda transitar por la Zona Media Navarra en primavera es un fin en sí mismo.
Estella-Lizarra
Llegaremos a Lizarra y dejaremos la furgo en el aparcamiento gratuito que hay cerca de la estación de tren. Nos pondremos a caminar por sus calles y llegaremos al precioso Puente de la Cárcel que originalmente databa del siglo XII pero que fue destruido en la Tercera Guerra Carlista y reconstruido respetando su estructura en el año 1873. Aunque no sea el original, el puente es bellísimo y es una de las estampas más conocidas de la localidad.
Además del puente, de visita obligada, Estella tiene en su haber muchos otros monumentos traducidos en forma de iglesias románicas que son una maravilla pero que, desgraciadamente – y por llegar más tarde que pronto – encontraremos cerradas. A pesar de ello daremos un paseo por todas y las disfrutaremos, aunque solo sea, en su parte exterior.
Si hay tanta iglesia románica en Estella esto se debe a que entre los siglos XII y XIII Estella era un lugar con una actividad económica muy importante, hecho que permitió la construcción de templos religiosos en gran cantidad. No solo eso, en Estella llegó a haber seis hospitales de peregrinos (debemos saber que Estella es paso principal, también, del Camino de Santiago ya francés) con todo lo que eso suponía económicamente (en la Edad Media, pero también ahora).
Pero así como las cosas suben, después también bajan, y Estella dejo de ser un lugar importante en el siglo XIV, cuando llega la decadencia. Los conflictos destrocan la vida normal de la ciudad y con la conquista de Navarra por parte de Fernando el Católico la localidad queda tocada. Aún así podrá recuperarse en el siglo XIV, aunque su castillo será demolido ya que pierde su función al no estar la zona en conflicto – estando ahora el conflicto en la frontera de lo que conocemos actualmente como Francia.
Estella volverá a recuperarse, pero la Guerra de la Independencia y los conflictos carlistas darán la estocada de muerte.
En los años posteriores Estella irá recuperándose, y el Camino de Santiago, que empieza a consolidarse a inicios del siglo XX, permitirán que la localidad gane peso económico y demográfico.
Actualmente Estella-Lizarra es una ciudad moderno que guarda aún vestigios de un pasado glorioso que pueden verse plasmados, como he dicho, en las múltiples iglesias románicas o también en el Palacio de los Reyes de Navarra, el único monumento civil románico que existe en la Comunidad Foral.
Estella-Lizarra, si planeas bien horarios, te puede dar para una jornada completa si quieres visitar todos sus monumentos. Si no planeas bien al visita, si llegas tarde o si no tienes tiempo, Estella-Lizarra es también perfecta para dar un paseo de unas horitas disfrutando de sus calles y de los pintxos y vinos, que ya sabréis que por allí son religión.
Y terminaremos nuestro paso por Estella sin saber muy bien qué vamos a hacer al día siguiente porque, sí, el día ha sido soleado, pero el martes se avecina tormenta.
Día 2 | Irache, nacimiento Urederra, Iranzu, Salinas de Oro, Garísoain, Puente de la Reina y llegada a Artajona
Parecerá muy larga la ruta del segundo día, pero en realidad no lo será tanto porque los dos monasterios que menciono en el título estaban cerrados. Respecto al Monasterio de Irache, donde hoy están ubicadas unas bodegas con el mismo nombre (y en las que hay una fuente de la que brota vino para que beban los peregrinos antes de empezar su jornada de camino), teníamos claro que abre a partir del miércoles y al ser martes estará cerrado, aunque igual nos acercaremos. Respecto al de Iranzu, ya te lo explicaré después.
Después de asomarnos a la parte exterior del Monasterio de Iratxe nos vamos a Ayegui, el pueblo donde se encuentra, para desayunar en un bar que encontramos abierto, un par de cafés y un pintxo de tortilla con queso y jamón que nos saldrá por menos de 5€ (los dos). Y de allí, con el cielo amenazando lluvia, iremos hasta Baquedano para intentar visitar el nacimiento del Río Urederra.
Nacimiento del Río Urederra
No es mucha la distancia que separa el lugar donde estamos de Baquedano, la pequeña localidad desde la que se accede a la ruta que te llevará al nacimiento de este río. No voy a explayarme aquí en la experiencia porque eso va a ser cosa de otro artículo, pero si voy a darte algunos consejos para que puedas visitar este lugar, y que lo planifiques bien. Nosotros, ya te lo digo, lo podremos visitar porque estamos allí en días fuera de gran afluencia de gente y también porque llueve, pero me pongo tozuda y quiero visitarlo aunque sea con el paraguas en la mano, aparejo que no nos hará falta más allá e los 10 primeros minutos de ruta.
Para visitar el Nacimiento del Río Urederra, uno de los parajes naturales más bonitos de Navarra, tienes que ir con cita previa. El entorno es tan frágil que hay límite diario de acceso de personas, siendo este de 500. Así, debes meterte en la web para guardar tu entrada, que es gratuita, pero deberás pagar por el aparcamiento, que va desde los 2€ si vas en moto, hasta los 10€ si vas en caravana. Nosotros pagamos 5€ por estacionar la Agrovan. Si tienes pensado visitar el nacimiento sin vehículo, esto es, yendo a pie, puedes hacerlo, pero deberás también pedir tu acreditación (puedes pedir hasta un máximo de 15), pero ten en cuenta que no hay sitio para aparcar en ningún lugar, y todo el pueblo está lleno de carteles avisando que si aparcas sin permiso la sanción puede llegar hasta los 200€.
Sabiendo esto, creo que ya puedes planificar tu excursión al Nacimiento del Río Urederra, pero en temporada alta tendrás que planificarlo muy bien, y será difícil que puedas acceder así, de improviso como nosotros (había más de 200 entradas ese día), si no tienes pedido con anterioridad tu permiso de acceso.
Como te digo, no voy a extenderme aquí en lo que fue nuestra experiencia, pero sí te diré que vale mucho la pena. Aquel lugar es tan bonito como lo pintan, y creo que al visitarlo en primavera el paraje es todavía más espectacular; de hecho, te recomiendan que lo visites en primavera o en otoño. Yo del otoño no puedo hablar (aunque he intentado visitarlo en esa época), pero en primavera, sí, aquello es el paraíso.
Tras el Nacimiento del Río Urederra, al que actualmente no puedes llegar por unos metros ya que el entorno está muy degradado y tiene que recuperarse, volveremos al pueblo de Baquedano y pararemos a comer un menú del día, tomándonos antes un vermú, que nos costará en total menos de 15€ por cabeza.
Monasterio de Iranzu
Cuando programo viajar hasta Estella programo también hacer al visita al Monasterio de Iranzu, uno de los monasterios importantes de Navarra y que se encuentra, según dicen, en un paraje maravilloso. Así, después de comer, y ya sin lluvia, volveremos a Estella para ir ahora hasta Arbázuza, localidad en la que se encuentra el monasterio, un poco más allá de está, a 3 kilómetros de ella.
Llegaremos al monasterio poco antes de las 4 de la tarde, que es cuando vuelve a abrir sus puertas. Sabemos que allí hay un bar y pretendemos tomar el café mientras podemos hacer la visita, pero al acercarnos al local vemos que está cerrado. Un papel en la puerta dice que está cerrado por descanso personal. Claro, pensamos, como el día anterior ha sido festivo los del bar cierran en martes, comprensible. Suenan las cuatro de la tarde en nuestras cabezas y allí no abre nadie nada. Será que nos hemos equivocado de puerta. Damos una vuelta por los alrededores, un perro nos ladra, pero no podemos acceder. Esperamos unos minutos más, junto a una familia que estaba también esperando. Allí no abre nadie. Parece que está cerrado.
Voy a contar que la de este monasterio es la única visita que tengo planificada ya que he mirado los horarios y he visto que cierra los lunes y abre de nuevo los martes. Es martes, pero el monasterio permanece cerrado. En el panel informativo que hay en el monasterio pone también que cierran los lunes y abren los martes, pero allí nadie da señales de vida. Acabamos deduciendo que cierran ese día por la misma razón que el restaurante. No lo sabemos. O tal vez han cambiado de horario. Sea como sea, nos quedaremos sin hacer la visita, visita que tendremos que recuperar en un futuro porque estoy segura que ese monasterio vale mucho la pena.
Y así es como decidimos, y aprovechando que ha salido un poco el sol, perdernos por los valles vecinos, transitar por sus carreteras y acabar llegando a Puente de la Reina.
Salinas de Oro y Garisoaín
Como digo, el sol que casi brilla por completo en ese cielo navarro del mes de abril invita a transitar sin rumbo por unas carreteras que son una delicia en sí mismas; el verde de los campos junto al dorado de las plantaciones de colza hacen de la conducción un placer casi celestial. Ir a Salinas de Oro, así como a Garisoaín no tiene otra finalidad que dar una vuelta de reconocimiento y tomar un café en algún bar que encontremos abierto, que eso se dará en Salinas de Oro.
La cosa es que en Salinas de Oro (Jaitz en euskera) hay unas salinas que pueden visitarse, también una cascada que suponemos esos días estará a pleno rendimiento. Pero en esta ocasión no nos interesamos por esas cosas, simplemente vamos, tomamos el café, compramos vino y sal y damos un paseo por el pueblo que tiene cuestas, muchas cuestas. Y después nos acercamos hasta Garisoaín y admiramos la portada románica de la pequeña iglesia que preside la localidad. Nada más haremos allí porque nada más queremos hacer. Y ya desde esos dos sitios nos iremos hasta Puente de la Reina.
Puente de la Reina
Puente de la Reina es una localidad conocida por un puente que convierte dos vías del Camino de Santiago, la que viene de Roncesvalles y la que viene de Somport, convirtiéndose en el archiconocido Camino Francés. Ese, como digo, es el atractivo principal de la localidad, pero vaya sorpresa nos tiene deparada esta localidad navarra.
Puente de la Reina (o Gares en euskera) tiene una población que no llega a los 3.000 habitantes, pero la importancia no la dan los números sino otras cosas, y Gares tiene de importante ser, como he dicho, uno de los puntos más importantes en el Camino de Santiago a su paso por la Península Ibérica.
Sorprende su puente de dimensiones considerables (una longitud de 110 metros y 7 arcos), pero sorprende también la torre que hay al final de este cuando entras en el pueblo, o la Calle Mayor, de las más bellas que he visto últimamente. También sorprenden sus iglesias, de las cuales destacaría la Iglesia del Crucifijo, de factura románica y que poseyeron los Templarios, y que hoy guarda una talla de un cristo con forma curiosa. Además, la Iglesia de Santiago o la de San Pedro son también dignas de mención.
✏Puedes visitar la Iglesia del Crucifijo de manera gratuita.
Puente de la Reina, además de ser un lugar bonito, tiene ese ambiente que le dan los peregrinos que caminan hasta Santiago de Compostela y que llenan de jolgorio la localidad casi los 365 días del año.
Históricamente relevante, Alfonso I el Batallador le dio la carta puebla a finales del siglo XI, para más tarde pasar por allí los templarios ya que el rey anteriormente mencionado había dejado todas sus posesiones a esta orden religioso-militar.
El puente románico permitió que floreciera el comercio gracias al Camino de Santiago, por lo que la localidad – y sus gentes también – se enriquece. Más adelante, y como en casi toda Navarra, las Guerras Carlistas causan estragos y el conflicto se siente profundamente en la localidad.
En la actualidad Puente de la Reina es una localidad tranquila que cambia su talante gracias a todos los peregrinos que caminan hasta Santiago. Sin duda eso será algo que percibirás cuando viajes allí.
Y de Puente de la Reina iremos hasta Artajona, motivo principal del viaje.
Artajona
Si por algo es conocida la localidad de Artajona es por su cerco medieval, el mejor conservado de toda Navarra. Múltiples torres se levantan en un cerro que abraza en su interior una iglesia medieval espectacular y algunas casas que tienen la estética de épocas pasadas. Ese cerco, siempre abierto para quien lo quiera visitar – aunque no la iglesia – es mucho más espectacular desde fuera que desde dentro y, para mí, no es tanto como esperaba. No así para Juanjo, que no lleva ninguna expectativa.
Artajona, por otra parte, es mucho más que su cerco, ya que el pueblo es también muy bonito, con una estética menos antigua pero igualmente coqueta. Iglesias y casonas, alguna que otra plazuela, y gente muy simpática, conforman los atractivos de esa localidad navarra. Porque sí, cuando ves imágenes de Artajona te muestran el cerco y ya está, pero bajo el cerco hay un pueblo donde vive gente.
Y de esa gente será de lo que mejor recuerdo nos llevemos de Artajona, porque disfrutaremos de una cena de lo más divertida y peculiar en el único local que encontraremos abierto que den de comer y no solo de beber un martes por la noche. Una maravilla de experiencia que cerraremos con una copa de pacharán, porque en Navarra hay que empezar las veladas con cerveza y vino y terminarlas con pacharán.
Por otra parte, en Artajona, además de ver las 9 de las 14 torres que formaban en el siglo XI la fortaleza y también la fortaleza-iglesia de San Saturnino (desde la que dicen hay unas vistas muy chulas), tienes también la Iglesia de San Pedro, ya fuera del cerco, o los dólmenes a los que se accede por una pista y a unos cuatro kilómetros del pueblo, siendo unos ejemplos espectaculares de este tipo de construcciones funerarias. Allí puedes hacer una pequeña ruta andando de no más de 2 kilómetros para verlos todos, pero nosotros solo veremos el primero ya que, claro, está lloviendo.
De Artajona, a la mañana siguiente, y después de haber visitado los dólmenes – dormiremos allí con la furgoneta por que en las afueras del pueblo hay una área gratuita de autocaravanas – nos iremos a los últimos destinos, ya yendo hacia casa, y pararemos en un lugar improvisado – claro que sí.
Día 3 | Tafalla – San Martín de Unx – Uxué – Monasterio de la Oliva – Bardenas Reales
Tafalla
La primera visita será Tafalla, y de forma tangencial, ya que iremos allí a desayunar. Al acceder a Tafalla, sitio que nos habíamos saltado en nuestra ida hacia Navarra – aunque habíamos pasado cerca –, nos daremos cuenta que tal vez merezca la pena dar una pequeña vuelta. Así será que después de haber desayunado fuera del núcleo histórico, decidiremos ir andando, y bajo una lluvia que parece ir remitiendo, hasta el centro de la localidad.
He de decir en favor de la ciudad de Tafalla que ya solo los primeros pasos que te llevan hasta las calles más históricas despiertan mi interés. Tal vez sea por la sorpresa que me lleve por haber pensado que no merecía la pena detenerse, pero Tafalla me gusta mucho. Calles empedradas, casonas, plazuelas, alguna que otra flor, pintadas selectas y un mercado vivo donde comprar espárragos naturales.
Lugar estratégico durante la Guerra de la Independencia a principios del siglo XIX – y de la que ya hemos hablado en este artículo –, en la actualidad es una ciudad viva de importancia notable también por su proximidad a Pamplona, de la que dista solo 35 kilómetros.
✏Si viajas a Pamplona seguro que te interesa apuntarte esta última parte del recorrido, ya que es una ruta perfecta para hacer desde la capital de Navarra.
En Tafalla lo que más nos llama la atención es el Palacio de los Mencos, vecino al convento de las Recoletas, formando una estampa que destaca en una de las vías principales de la localidad. La Plaza de Navarra es otro de los puntos que son interesantes en Tafalla, así como la iglesia de Santa María, en casi lo más alto de la localidad, frente a la cual se sitúa una plaza con mucho encanto. Desde esta iglesia es interesante seguir las calles arriba y abajo para ver la Tafalla más auténtica.
Y de Tafalla, y tras el breve paseo de más o menos una hora, iremos hasta nuestro siguiente destino.
San Martín de Unx
A San Martín de Unx vamos por su iglesia, la de San Martín, que tiene una cripta de esas que hay visitar, pero que no visitaremos por estar cerrada – claro, un miércoles entre semana… difícil encontrarla abierta. Así, después de aparcar en la parte baja del pueblo y haber tenido que escalar por esas calles tan empinadas que llevan hasta lo que era el castillo, daremos un pequeño paseo por a localidad, que es encantadora, y volveremos a buscar la furgo para dirigirnos a nuestra siguiente parada.
Antes de eso, pero, nos detendremos en las Bodega Cooperativa San Martín para comprar unos vinos que, por cierto, son buenísimos – y de lo más económicos.
Uxué
Tras San Martín de Unx tenemos que ir, sin ningún tipo de duda, al pueblo que forma parte de la red de los más bonitos de España y que espero sea interesante por su iglesia-fortaleza pero que acabará sorprendiéndonos un montón porque es bello de narices.
Ya la llegada a Uxué es impresionante: ves la iglesia despuntar a lo lejos, y el pueblo recubriendo un promontorio de tierra a modo de casco. Sí, lo que más interesa en Ujué – en castellano – es la iglesia-fortaleza de Santa María, que no esperamos encontrar abierta por ser, claro, miércoles, pero que para nuestro gozo sí podremos visitar.
Aunque claro, la iglesia-fortaleza es espectacular – construida en el siglo XI y reformada en el XIV – por dentro, pero también por fuera. Esas escaleras que llevan hasta el monumento son una especie de prueba iniciática para toda persona que quiera disfrutar de la belleza de ese lugar, que en su interior se despliega en una especie de doble pared separando iglesia y fortaleza, y en la que hay un balcón con una de las vistas más bonitas de la Zona Media de Navarra.
✏Visitar la iglesia de Santa María de Uxué es gratuito.
Transitando entre el románico y el gótico, no es de extrañar que esta iglesia sea Monumento Nacional desde el año 1936. Pero de esta iglesia no solo vive Uxué y hay ahora que perderse por las calles del pueblo para disfrutar de la mampostería, de los escalones, de las flores y de una plaza tan bonita que no puedes creer que sea de verdad. Sí, la Plaza Municipal de Uxué es un espacio pequeño, de piedra, coqueto, casi de cuento, que no te puedes perder. Subir y bajar, y comprar garrapiñadas – no veas como huele todo el pueblo – es lo principal que debes hacer en este pequeño pueblo Navarro.
✏Lo tendrás fácil para aparcar en Uxué, ya viajes con un turismo, con furgoneta e incluso con autocaravana, porque hay lugar para todo tipo de vehículos en este pequeño pueblo y, además, gratis.
Y desde Uxué nos vamos ya a la que pensamos será la última visita del día, pero no 😁
Monasterio de Santa María de la Oliva
Nos desplazaremos ahora hasta Carcastillo para acercarnos al Monasterio de Santa María de la Oliva, considerado el más antiguo de España. Esperamos que los horarios no nos traicionen otra vez y podamos acceder al monumento. Nos dirigimos allí y preguntamos a unas gentes que hay por el lugar, que me comentan que no saben si se puede visitar o no, pero que te puedes asomar a la iglesia. Yo, escéptica ya, voy con la información a JJ y decidimos que vamos a esperar comiendo, porque son casi las tres de la tarde y aún no hemos comido.
Lo bueno de viajar en furgoneta es que cualquier lugar puede ser tu casa, o el comedor, e incluso tu cocina. Y es así como sacamos los bártulos, nos calentamos unos callos de lata, nos sacamos unos berberechos y unos mejillones, y nos montamos un festín intentando, eso sí, que no se nos lleve el viento – es lo que tiene comer en la terraza más grande del mundo.
Después de la comida, y sobre las cuatro de la tarde, nos acercamos otra vez al monasterio y, oh sí, está abierto. Un monje, tras pagar 2,5€ por cabeza, nos presenta a un señor mayor, más mayor que el monje que ya es mayor, que será el que nos abrirá la puerta del patio del monasterio, nos explicará un poco de la historia del lugar, nos preguntará de dónde somos – por el acento – y nos dirá que él va todos los veranos a Castelló. Cosas del mundo, que es muy pequeño. Ah, también nos dirá que cuando queramos salir tendremos que apretar un botón y se nos abrirá la puerta por la que hemos entrado. Tenemos el monasterio para nosotros solos.
No voy a extenderme mucho en las explicaciones sobre este lugar – necesitaría de un artículo propio – pero sí os diré que tiene partes góticas y románicas, que hay mucha referencia al vino en los capiteles del magnífico claustro – los monjes hoy en día siguen produciendo caldos -, también que su fachada principal es una de las más espectaculares de Navarra y que la iglesia, que data de los siglos XII y XIII, es tan bonita que no querrás irte de allí. El claustro no es menor, un lugar también que baila entre los dos estilos anteriormente mencionados, es un remanso de paz que si puedes visitar en soledad como nosotros será un premio para tú espíritu – en el sentido más filosófico posible del término. La sala capitular tampoco tiene desperdicio, así como la parte más antigua de la abadía, hoy en ruinas y de la que queda solo el recuerdo.
La visita a este lugar puede durar tanto tiempo como quieras, yo te recomiendo que te recrees todo lo que necesites.
Después de este monumento tenemos que ir ya bajando para casa pero, claro, estando en Carcastillo, ¿por qué no nos metemos en las Bardenas?
Bardenas Reales
Pues sí, de manera improvisada nos vamos a meter en las Bardenas Reales desde Carcastillo, y ya os digo que no os recomiendo entrar por aquí. Lo mejor para visitar las Bardenas, a mi juicio – y después de haber hecho lo que hicimos – es ir por Valtierra y no por El Paso, como haremos nosotros. Desde El Paso tienes que conducir por una carretera complicada – por el firme, no por otra cosa – y te va a costar Dios y ayuda llegar a los puntos más turísticos. Si lo que quieres es vivir una aventura larga – y planificada – por las Bardenas sí te recomiendo que entres por El Paso porque tienes la sensación de estar transitando por un lugar que jamás dirías que es Navarra.
Más allá de esto, introducirte en las Bardenas requiere estudio que nosotros no hemos hecho, y por lo tanto no nos permite disfrutar como deberíamos de ese espacio natural que es increíblemente brutal. No lo disfrutaremos por no haber trabajado en la excursión lo suficiente, pero también por el viento que hace, que desluce el trayecto.
Pero bueno, que nos metemos un poco por las Bardenas Blancas y acabamos saliendo por el lugar por el que deberíamos haber entrado, por Valtierra, y no llegaremos al spot más conocido de las Bardenas, la famosa formación conocida como Castildetierra. Nos dará igual, porque ya regresaremos algún día por allí con más tiempo. Tal vez esa vez que regresemos no sea primavera, y no veamos las Bardenas cubiertas por un manto verde que sorprenderá en una zona semi desértica.
Ah, por cierto, tienes que saber que gran parte de las Bardenas Reales es zona militar y tal vez cierren el espacio por maniobras militares. Ah, y también debes saber que hay zonas a las que no puedes acceder justo por ser zona militar. Ahí lo dejo.
Y ahora sí, y en este punto, terminará estrictamente el viaje a Navarra. Nos quedará ahora parar en Zaragoza antes de llegar a casa. Sí, pararemos en Zaragoza porque Zaragoza es siempre un gran plan, aunque allí nos llueva de una manera tremenda.
Consideraciones finales.
Como ves, este viaje es bastante completo. Tienes desde pueblos pequeños a ciudades medianas, pasando por naturaleza, fortalezas, monasterios y hasta un desierto. Es una ruta perfecta para realizar en pocos días, pero puedes hacerlo de forma más relajada que no te vas a aburrir.
Ya sabes que este viaje lo realizamos con la furgoneta, pero la zona está preparada para el turismo y no te será difícil encontrar alojamiento en los distintos puntos de la ruta. Si haces el viaje como nosotros, tampoco te será difícil encontrar sitio para dormir ya que tienes cámpings, zonas de autocaravana de pago y también de gratuitas. Si buscas de estas últimas te recomiendo las de Artajona y la de Uxué, pero no vas a tener problema en dormir en ningún lugar.
Además, la zona es tan bonita – ideal para la primavera, eso sin duda – que no vas a tener la necesidad de pagar ninguna entrada para disfrutar del viaje, y esto es lo que me gusta de rutas como esta: que no necesitas invertir mucho más para disfrutar del destino, siendo así un viaje que se puede adaptar a todo tipo de presupuestos.
Te dejo enlaces que puede que sean de interés para tu visita: