Torre de Bujaco, ermita de la Paz y arco de la Estrella |
Después de haber pasado nuestra primera noche en el Parador de Trujillo, nos decidimos a visitar el castillo de este magnífico pueblo antes de ir hasta Cáceres.
De Cáceres a Trujillo
De Trujillo a Cáceres hay escasos 40 km que se hacen bien por autovía en la que pocos coches nos encontramos. Soy yo la que conduzco y me siento la dueña del asfalto rodando por esas carreteras infinitas entre el extenso campo extremeño. Sin casi darnos cuenta llegamos a la capital de la provincia, y si no fuera porque venimos leídos y estudiados de casa, nos parecería una ciudad más de las que hay por España. Alguien en algún libro nos ha avisado: no debemos dejarnos engañar por las apariencias, Cáceres es maravilloso pero debemos rascar un poco en la superficie para encontrar lo verdaderamente valioso.
Llegar a Cáceres
Aparcamos cerca de la plaza de toros, en una calle residencial. Hubiéramos dicho que notamos el calor de mediodía de junio pero la temperatura del coche sin aire acondicionado y la que hay en la calle es casi la misma así que… llegamos aclimatados. Nos ponemos crema para el sol y gorros para proteger nuestras cabezas. Comenzamos a explorar Cáceres.
Nuestra visita
Arco de la Estrella y Plaza Mayor
Lo primero con lo que nos encontramos – tras haber tomado un par de cañas en una terraza del centro – es con un aplaza enorme, gigantesca, con una gran escalinata al fondo que lleva hasta un arco – el de la Estrella – que da paso al centro histórico cacereño. Esta plaza – la plaza Mayor – es un preludio muy agradable de lo que vamos a encontrar intramuros: callejuelas empedradas, palacios y casonas, torres e iglesias, y muchas flores.
Palacio de los Golfines de Abajo |
Concatedral de Santa María |
La Concatedral de Santa María es de estilo románico de transición al gótico. Su construcción fue completada entre los siglos XV y XVI sobre una construcción del siglo XIII.
Iglesia de San Francisco Javier
Cáceres tiene una gran cantidad de patrimonio repartido por todo el casco histórico, y se hace casi obligatorio pararse casi en todos los rincones de la ciudad para poder contemplar Iglesias y Palacios. Pero la joya de Cáceres – aunque a priori no lo hubiéramos imaginado – es la Iglesia de San Francisco Javier, imagen de la ciudad y que es mucho más bonita de lo que creíamos.
La Iglesia de San Francisco Javier, conocida también como Iglesia de la Preciosa Sangre, es de estilo barroco, construida en el s. XVIII.
Iglesia de San Francisco Javier |
La escalinata que nace de la plaza hasta las puertas de la iglesia le da carácter monumental al lugar, además de convertirlo en un rincón de Cáceres con muchísimo encanto. Por ello decidimos parar un momento nuestra marcha y sentarnos para disfrutar de ese lugar tan magnífico.
Continuamos nuestra ruta, mapa en mano, para seguir gozando del patrimonio de la ciudad. Ahora una torre aquí, después una pequeña iglesia allá. Aunque sean las dos de la tarde del mes de junio y el sol apriete, nos da exactamente igual; Cáceres es tan bello que el calor nos es indiferente.
Palacio de las Cigüeñas |
Callejear por Cáceres es toda una delicia |
La Judería
Es menester, en Cáceres, caminar hasta la parte baja del casco antiguo para ir a la judería y después volver a subir para seguir recorriendo las singulares calles esta bellísima ciudad extremeña.
Nuestro paseo por Cáceres debe ir terminando, aunque no queremo irnos e allí. Decidimos entonces visitar un paraje natural muy interesante, Los Barruecos, pero esto ya os lo contamos en entradas próximas.
Más información sobre Cáceres:
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Cáceres la tenemos pendiente, y con este post, nos arrepentimos… habrá que ir pronto.
Es una ciudad que la gente no suelen visitar – no sé porqué – pero que ofrece muchísimo. De verdad que si te gusta lo medieval no puedes perdértela.