Podríamos abrir otra sección en el blog y llamarla Catedrales góticas que queremos visitar, pero esto ya sería pasarse. Así que, sin abrir nueva sección, sí vamos a hablaros de algunas de las catedrales más impresionantes – o eso dicen – que existen en el mundo. Obviamente, vamos a ponerlo en la sección de ¿futuribles? porque es nuestro deseo visitarlas todas.
Empezamos con la catedral de Amiens, en la región de Picardía, en nuestra querida Francia. Sabemos que podéis pensar que a dónde vamos, que aquí hay muchas catedrales y muy bonitas. Sí, lo sabemos, hay catedrales increíbles, como la de Burgos, que ya hemos visitado – brutal -, o la de Toledo – también visitada -, o la de Barcelona -que voy a decir yo, Marina, si viví allí 6 años – y otras como la de León que todavía no hemos podido ver pero que espero esté cerca nuestra visita.
La razón de por qué empezamos con Amiens se debe a una película bastante curiosa que se llama Bienvenidos al Norte, en la que un señor que trabaja en el Correos francés es enviado a Nord – Pas de Calais a trabajar. Bien, que viendo la película se me ocurrió mirar qué cosas hay por allí, y de Pas de Calais pasé a Picardía y dije: ¡Ostras! ¡Amiens! (normalmente no hago resúmenes tan malos…).
Después de esta introducción innecesaria, vamos a hablar de la CATEDRAL, en mayúsculas, porque es la catedral más grande de Francia con 145 metros de longitud y una altura que alcanza más de 42 metros. Construida entre 1220 y 1288 es una proeza de la arquitectura, por la rapidez en que se terminó el proyecto. Aunque, obviamente, debemos añadir posteriores modificaciones y una restauración increíble hecha por el archiconocido Viollet-le-Duc, quien se encargó también de la restauración de la ciudadela de Carcassonne.