Ruta de 4 días por La Rioja (también la alavesa).

La Rioja es un destino perfecto para pasar unos pocos días de viaje sin agobiarse mucho y sin recorrer grandes distancias en coche. Vino, gastronomía y cultura se reúnen en un territorio no demasiado extenso pero sí muy diverso. Si quieres saber qué puedes hacer – sin prisas – durante 4 días en La Rioja, quédate leyendo este artículo.


Primero aclarar que este artículo lo realizamos un grupo de personas para fin de año y, como tal, fue un viaje en el que los tiempos y visitas fueron distintos a lo que haríamos nosotros normalmente en un viaje al uso. Así, esta ruta la defino como una ruta disfrutona por ser bastante pausada, sin prisas, sin querer abarcar mucho en el destino pero tampoco sin dejarte nada.

👉🏻Creo que en esta ruta de 4 días por La Rioja, incluyendo La Rioja Alavesa, está todo lo principal que puedes llegar a ver en esta región, o al menos sí un ejemplo de los principales atractivos que se tienen allí.

Como sabrás, en La Rioja el vino es casi religión, y las bodegas son uno de los puntos fuertes del viaje. Aquí hay también bodegas, hay también vino, hay también pinchos y hay también comida. Pero hay también cultura, historia pero no naturaleza. El viaje, en pleno invierno y en el contexto en el que se realiza, no da para caminar por el monte. Aún así, decirte que La Rioja goza, también, de grandes espacios naturales en los que disfrutar de una buena caminata – como mínimo.

Vayamos, entonces, con esta ruta de 4 días por La Rioja.

¡Empecemos!

La ruta

Día 1 | Llegada a La Rioja y visita a los monasterio de Suso y Yuso

Salimos del pueblo pronto, aún es de noche. Tenemos delante casi 5 horas de viaje hasta llegar a La Rioja. El día empieza a despuntar una vez pasada la localidad de Morella, y ya entrando en el Matarraña los rayos de sol desperezan nuestros cuerpos adormecidos.

Paramos en Quinto para desayunar y seguimos el camino hasta llegar a San Millán de la Cogolla, localidad en la que se encuentran los dos monasterios más importantes, diría yo, de La Rioja.

Para nosotros, estos dos viajeros que siempre se presentan aquí, visitar Suso y Yuso es una tarea pendiente desde hace mucho tiempo. Otras personas del grupo lo tenían tan pendiente como nosotros, y algunas no habían pensado en visitar ese lugar. Después de ello quedaremos todas encantadas.

Lo primero que haremos al llegar será comer, un buen menú del día, en un restaurante del lugar. Cogemos fuerzas para visitar estos dos lugares que se visitan por separado y a uno, el de Suso, no puede ser visitado por libre: tienes que subir en autobús.

⚠Las entradas, tanto para el monasterio de Suso como el de Yuso, se compran en el Monasterio de Yuso. No hay entrada combinada porque está gestionado por entidades diferentes.

💲La entrada al Monasterio de Suso cuesta 4€, y para llegar a él vas a subir en un minibús. Solo pueden visitar el monasterio 25 personas cada vez y accedes al monasterio con guía, que te hará también las explicaciones pertinentes.

Decir lo que se siente al llegar al Monasterio de Suso, y lo que te encuentras al cruzar las viejísimas puertas que lo custodian, es complicado.

El Monasterio de Suso es una joya medieval, siendo su cenobio del siglo VI, siendo ampliado en el siglo XI. Su construcción es, por lo tanto, visigótica, mozárabe y románica. Esto que te digo, seguramente, lo puedas encontrar en muchos otros lugares pero, ¿podrás verlo tan claro como en Suso? Yo creo que no.

Y es que claro, lo que más impresiona del Monasterio de Suso, a mi juicio, es lo bien que se distinguen todos esos periodos de la historia en los que las piedras de Suso fueron puestas unas encima de las otras. Es una experiencia indescriptible el estarse allí, sabiendo que aquel pequeño lugar fue levantado hace más de 1500 años y que todavía aguanta – y se conserva como entonces.

No voy a extenderme mucho en la historia de Suso – tampoco lo haré en la de Yuso – ya que aquí solo pretendo mostrarte mi impresión y enseñarte la ruta con alguna que otra opinión personal, que nunca está de más. Aunque sí debo decirte que es allí donde nació el castellano como lengua, donde por primera vez un monje se sienta a escribir de manera consciente en la que era entonces la lengua del pueblo. Es así como empieza a construirse un idioma que hoy en día hablan más de 500 millones de personas, con sus diferentes variantes, en todo el mundo.

💲De Suso vas a Yuso, y para ir a Yuso tienes que pagar otra entrada, algo más cara que la de Suso. Para acceder al Monasterio de Yuso – que debe su nombre por estar abajo, que es lo que quiere decir «yuso»- tendrás que pagar 7€, así que prepara 11€ por cabeza para visitar estos dos monasterios.

En Monasterio de Yuso, a mi juicio, es menos espectacular que el de Suso, pero no por otra cosa que pura percepción y opinión personal. Vamos, que este juicio es totalmente subjetivo, tú puedes pensar otra cosa y lo que yo diga no es categoría, ni tampoco doctrina.

Este monasterio fue construido según la leyenda porque el mulo que llevaba las reliquias de San Millán no quiso pasar de ese punto para ir hasta Nájera. La realidad es que durante un tiempo Suso y Yuso coexistieron. El primero se seguía la tradición mozárabe, habiendo comunidad masculina y femenina, y en el segundo la benedictina, siendo solo hombres quienes habitaban el lugar. En el siglo XII dejo dehaber comunidad femenina en Suso y Yuso acaba ganando la partida.

De Suso desaparecen las comunidades y Yuso coge fuerza, hasta que a principios del s. XIX los monjes son expulsados por José Bonaparte, volviendo unos años después, hasta que tienen que volver a marchar por la desamortización de Mendizábal. No será hasta el año 1878 que llegan los Agustinos Recoletos, que se mantienen hasta el día de hoy.

La visita a Yuso es guiada, una visita excepcional de la mano de un guía del que siento no recordar el nombre pero al que en mi nombre y en el del todo el grupo que visitamos el lugar, queremos agradecer su dedicación y la maravillosa clase magistral que nos dio de historia y arte. Desde aquí, y si llega esto – por alguna casualidad – a él: gracias.

Y en San Millán de la Cogolla se nos hace tarde. Pensad que estamos a finales de diciembre, la luz dura poco durante el día y estamos esperando a otras gentes del grupo que tienen que llegar a nuestro centro de operaciones que va a ser Logroño. Así, pondremos rumbo a Logroño para encontrarnos con el resto de personas y dejar las cosas en el alojamiento, un apartamento en una de las avenidas principales de la ciudad.

Bueno, y después – claro -, nos iremos a tomar unos vinos y unos pinchos por el centro de Logroño, no solo en la calle Laurel, también en la calle San Juan, a nuestro juicio menos turistificada y con precios más razonables – y un ambiente más auténtico.

Día 2 | Rioja Alavesa

Sin duda, y estando en Logroño, no se puede dejar de visitar la Rioja Alavesa. Esta destinación, conocida por sus bodegas, sus pueblos bonitos y sus paisajes bucólicos, es casi una excursión obligatoria si estás unos días en la capital de La Rioja.

Son escasos los kilómetros que separan Logroño de nuestro primer destino del día, que va a ser Laguardia, localidad conocida por tener todavía hoy una estética medieval nada discutible, por ser uno de los pueblos más bonitos de España, y por tener totalmente agujereadas sus entrañas con una cantidad enorme de túneles que sirven hoy en día como bodegas y que cualquier vivienda que haya en el casco histórico tiene en su haber.

📋Debido a las galerías subterráneas, en Laguardia no pueden transitar vehículos pesados en su casco histórico por el peligro a que la localidad se hunda.

Un pueblo bonito donde los haya, no podremos disfrutar de todos sus encantos porque hay visitas que no se hacen, pero si pasaremos por una de las tantas bodegas que hay en la localidad, escogiendo la del Fabulista por ser una de las que tiene mayor extensión de túneles visitables. La visita nos costará 12€ por cabeza, siendo guiada y con degustación – te explican cómo debes beber el vino -, acompañada de embutidos, y menos mal, porque sino de aquellos túneles no sales.

Después de Laguardia nos aceramos a las bodegas Ysios, a escasos kilómetros del pueblo, y que son símbolo indiscutible de la Rioja Alavesa. Estas bodegas, diseñadas por Calatrava y no exentas de polémica, son muy chulas. Nosotros solo nos acercaremos a ver la estructura pero puedes realizar visita con degustación en el interior de la bodega.

De Ysios vamos al yacimiento de La Hoya, un yacimiento arqueológico perteneciente a la Edad de Hierro. Allí encuentras un centro de interpretación y el yacimiento, siendo la visita a ambos espacios gratuita. Muy interesante para realizar, también, con niños.

El yacimiento y las bodegas Ysios al fondo.

Tras el yacimiento nos desplazamos hasta la Chabola de la Hechicera, un dolmen enorme que se encuentra en la localidad de Elvillar/Bilar, que no visitaremos, ya que solo nos acercaremos a la estructura funeraria. Este dolmen se encuentra en un lugar privilegiado, rodeado de viñas que en diciembre están peladas pero que cuando la uva se encuentra en pleno auge deben ser alucinantes – y también en otoño, claro.

📋El nombre del dolmen se debe a las supuestas reuniones que hacían allí brujas y brujos, y claro, al final de tanto decirlo nos lo hemos creído. Visitarlo es gratis, y eso siempre va bien.

De Elvillar/Bilar nos vamos hasta otro pueblo que no visitamos – a priori – por el pueblo mismo sino por la curiosidad de ver esas bodegas que tienen el hotel diseñado por Frank Ghery, el del Guggenheim. Las bodegas son las Marques de Riscal y ya te digo que al hotel no te puedes acercar ni pagando, esto es, ni haciendo las catas en las bodegas. Solo puedes verlo en su plenitud si te alojas en él. Si lo rodeas tampoco lo vas a ver, y tal vez la mejor imagen sea cuando llegas al pueblo, desde el aparcamiento, o si subes a no sé qué lugar que dicen que hay buena perspectiva. Nosotros no lo haremos.

Lo que si hacemos es meternos en el bar de las bodegas y tomarnos unos vinos a un precio, la verdad, nada elevado. Aprovechamos también para comprar unos souvenirs en forma de vino y pasar un buen rato en un lugar que en realidad es muy chulo.

Cabe decir que antes de todo esto visitaremos la localidad de Elciego, que es el pueblo donde se encuentran las bodegas, y que es un pueblo precioso, una gran sorpresa para nosotros que no esperábamos encontrar. Dar una vuleta por la localidad, más allá de las bodegas, es obligatorio. Aprovecharemos también para comer algo pasadas las 4 de la tarde en el único bar que encontraremos abierto.

Regresaremos, entonces, a Logroño, y cómo no, nos iremos a tomar algo, porque hemos venido a La Rioja a jugar, y a beber vino, y a pasarlo bien.

Día 3 | Logroño (un 31 de diciembre)

Teniendo en cuenta que debemos preparar todo lo de la noche, decidimos quedarnos en Logroño el día 31 y visitar lo que podamos de la ciudad. Siendo casi fiesta, y habiendo aún restricciones de Covid, se nos hará difícil visitar las cosas. Lo que sí haremos será dar un paseo por las calles de la ciudad que ya casi nos conocemos al dedillo, e ir en busca de esos lugares de tapas más alejados del centro y menos concurridos.

Antes de eso nos acercaremos a la Concatredal Santa María de la Redonda, que encontraremos cerrada, también hasta la Plaza del Juego de la Oca, donde echaremos una partida y acabaré ganando, esto es, llegando la primera a Santiago de Compostela, y desde esa plaza daremos un rodeo a la contigua Iglesia de Santiago, que es una lástima que encontremos también cerrada. Nos acercaremos, siguiendo una ruta lógica, hasta lo poco que queda de las antiguas murallas, para volver después al centro y decidir que las tapas las vamos a tomar en otro sitio.

Para tapear en Logroño nos desplazaremos – siempre a pie – hasta la c/ Menéndez Pelayo para probar la tortilla de patata del bar Serenella. Dicen que esta tortilla es una de las mejores de la ciudad, y no puedo decir categóricamente que así sea porque, claro, yo no he probado todas las tortillas de patata de Logroño. Lo que sí te diré es que la tortilla está buenísima, crudita, como a mí me gusta y, si quieres, con un toque picante. El precio no es muy elevado, que junto al vino que tomamos nos saldrá por poco más de tres euros.

Nos quedaremos en la zona a tapear que, como digo, es menos concurrida que el centro de la localidad, probando vermús caseros, bravas y otras especialidades de los bares de esa parte de Logroño menos turística.

Lo que viene después un 31 de diciembre es preparar una cena y, claro, cenar y festejar. Al día siguiente tenemos preparada una excursión por algunos pueblos que nos parece va a llenarnos un 1 de enero, cuando todo está cerrado y todo el mundo tiene resaca – menos nosotros, creo.

Día 4 | Sajazarra, Cuzcurrita del Río Tirón, Santo Domingo de la Calzada y Ezcaray

Lo bueno de los pueblos es que se bastan ellos solos para que una visita sea interesante. Es esta, y no otra, la razón por la que dejamos esta parte de La Rioja para el último día: seguro que sin demasiado haremos mucho. Nos preparamos para la ocasión, y deduciendo que será difícil comer en algún lugar, un picnic que degustaremos no sabemos donde.

Más tarde que pronto, después de asearnos, ponemos rumbo hasta la primera visita del día, que acabará siendo La Visita. Habrá lugares que dejaremos atrás por no tener tiempo, y que hubieran sido interesantes, pero como siempre digo, aunque el tiempo sea infinita la vida de una no lo es.

El primer lugar por el que pasaremos será Sajazarra, uno de los pueblos más bonitos de España y con razón. Para mí será el lugar más chulo que habremos visto de entre todos los que visitaremos en este viaje, por ser una tremenda sorpresa y por ser de una belleza indiscutible.

Hecho en casas de poca altura y de piedra parda, destaca por encima de todo su castillo, que es de propiedad privada, pero precioso, un castillo que me recuerda mucho a esos castillos que he visto tantas y tantas veces por Francia y que no esperaba encontrar en La Rioja.

También es muy bonito el paseo extramuros, donde domina la silueta de la fortaleza acompañada de lo que queda de las murallas y con un paso natural a la iglesia, de grandes dimensiones y gran belleza.

Después de haber quedado embelesados con este pueblo vamos hasta la siguiente parada, que será Cuzcurrita del Río Tirón, que tiene también castillo que hoy pertenece a unas bodegas y que, como me cuentan después, con la visita a las mismas te enseñan la fortaleza.

La de Cuzcurrita puede que sea una de las estampas más bonitas de La Rioja, la del castillo junto al río con el antiguo molino. Pero es que además el pueblo es también muy bonito, siguiendo el mismo estilo que Sajazarra, pero de mayores dimensiones.

Será en Cuzcurrita del Río Tirón donde comeremos, al lado el río y en una zona de descanso donde hay merenderos. Ese 1 de diciembre parecerá un 1 de abril por el buen tiempo que hace, por el cielo azul, por el sol y por la temperatura agradable que hará de esa comida una de las comidas más bonitas de todo el viaje.

Nos marcharemos, después, hasta Santo Domingo de la Calzada. Será para nosotros la tercera vez que visitemos esta localidad, y no queremos dejar de enseñar a los amigos un lugar precioso, el que es el Parador de Turismo que se encuentra en el antiguo hospital y que hoy en día es un hotel lujoso pero al que puedes acceder sin problema porque, y te lo he contado más veces, puedes visitar los paradores históricos al ser propiedad del Estado – y ser ellos monumentos.

Allí tomaremos un café que se convertirá en una larga conversación en un espacio tremendo del que saldremos ya anocheciendo y que nos llevará a caminar los últimos pasos por Santo Domingo para acabar la jornada en otro pueblo que, aunque ya de noche, nos gustará mucho.

Ese pueblo es Ezcaray, y que sea ya de noche es uno de los problemas de viajar en invierno, que la luz se paga cara. Llegaremos a esta bellísima población y nos encantará todo lo que veamos, que será lo que esté iluminado.

Sus calles medievales son el mayor atractivo, pero también lo es el entorno, del que no disfrutaremos porque siendo ya noche cerrada no se ve casi nada. Una lástima porque ese pueblo tiene muy buena pinta. Yo me voy de allí pensando en que tengo que volver a esa parte de La Rioja, la que se conoce como Rioja Alta, con más tiempo, con más luz y, a poder ser, con la Agro Van.

Regresaremos a Logroño para gastar los últimos cartuchos del viaje, para ir haciendo maletas y para dejar todo decente. Al día siguiente terminará nuestra estancia en Logroño, pero antes de llegar a nuestras casas haremos una última parada en la región.

Día 5 | Regreso a casa pasando por Turruncún

En La Rioja hay pueblos abandonados, y uno de los más interesantes es Turruncún, muy cerca de Arnedo. Este pueblo estuvo habitado hasta mediados del siglo XX, momento en el que cerraron las minas y se acabó la vida. Los que allí habitaban tuvieron que marcharse a otros lugares para así poder sobrevivir y el pueblo, al encontrarse sin gente, acabó muriendo.

En la actualidad Turruncún es un conjunto de ruinas de viviendas no tan antiguas, una iglesia a medio caer y un ambiente melancólico y triste que nos recuerda lo frágiles que somos y de qué modo nos echamos a perder si nadie cuida de nosotros.

En Turruncún, un 2 de enero, encontraremos a mucha gente, mucha más de la que esperábamos, pero todas esas gentes que pasaremos por allí ese día seremos simples visitantes. Como te he dicho, en Turruncún ya no vive nadie. Una lástima.

Y hasta aquí nuestro viaje a La Rioja. El regreso a casa nos llevará por Tudela, ya Navarra, y también por Zaragoza, parada obligatoria en nuestros viajes varios por España. De La Rioja habremos visitado lo esencial, dejándonos cosas por ver como Haro, Nájera, Briones o Calahorra – por mencionar solo algunos.

Más información

Este viaje nos servirá, a nosotros dos particularmente, para poner a La Rioja como destino perfecto para realizar un roadtrip. En nuestro caso no será la primera vez que visitemos algunos de los lugares que habremos visitado en este viaje – en Logroño hemos estado varias veces –, pero sí descubriremos muchos otros que nos conseguirán que nos quedemos con ganas de más.

A mi juicio, La Rioja es mucho más que vino y bodegas, y ella me sorprenderán mucho los paisajes cambiantes que no se aprecian cuando irremediablemente tienes que atravesar esta comunidad autónoma para dirigirte a otros puntos de España.

Ya he mencionado antes que me encantaría volver por La Rioja Alta con mucha más tranquilidad, pero también me encantaría poder visitar esos lugares que nos han quedado pendientes en La Rioja Alavesa, ya en Euskadi, y que es también de una belleza paisajística impresionante.

¿Cuál ha sido el presupuesto del viaje?

Como entenderéis, este no es un viaje que hayamos hecho al uso, esto es, ha sido conformado por un grupo heterogéneo de personas y con gustos muy distintos. Te puedo hablar, entonces, de los gastos básicos del viaje, en lo que se refiere a alojamiento, entradas y también transporte. Esto te lo voy a desglosar ahora mismo.

Alojamiento

Dormimos en un piso en Logroño que nos salió por unos 85€ por persona/4 noches. Lo contratamos muy pronto, en el mes de septiembre, porque vimos que los alojamientos de ese tipo eran más bien escasos.

Entradas

Nos gastamos 4€ en el Monasterio de Suso, otros 7€ en el Monasterio de Yuso y 12€ en las Bodegas el Fabulista. Ya no pagamos ninguna entrada más y el resto de visitas – que no fueron muchas – fueron gratuitas.

Transporte

El coche lo hicimos en dos vehículos distintos y lo cierto es que no sabría decirte más o menos cuánto pagamos por persona, ya que pusimos un bote inicial de donde íbamos sacando dinero tanto para gasóleo como para las comidas y entradas que íbamos comprando.

Comer

Los menús que tomamos estuvieron entorno a los 15 euros, y después las tapas y los vinos ya no los tengo contados. Ten en cuenta que un pincho te puede salir por unos dos euros, así también como un vino barato. Por menos de esto no vas a tener nada, así que si quieres ir de pinchos por la Calle Laurel o por cualquier otra debes saber que no te saldrá más económico comer de ese modo que comer de menú. Ahora bien, de pinchos no se va a comer si no que se va a pasarlo bien.

Enlaces de interés

Para organizar el viaje me basé en las páginas de turismo oficiales tanto de La Rioja como de La Rioja Alavesa. Puedes echarles un vistazo y, si necesitas más información, ponerte en contacto con ellos para que te asesoren:

Mapa de sitios visitados

Como puedes observar esta ruta de 4 días por La Rioja, incluyendo La Rioja Alavesa, tiene un poco de todo. Sin duda es una buena manera de introducirte en una región que tiene mucho que ofrecer, más allá de la cultura del vino.

Espero que este artículo te sirva de ayuda para tus futuros viajes y que disfrutes de La Rioja tanto como nosotros.

Una filósofa y un politólogo que amana viajar y lo hacen a pesar de los pocos recursos que tienen. Viajar es más que un capricho, viajar es una necesidad y aquellos que somos pobres en un primer mundo de opulencias tenemos derecho también a realizar nuestros sueños viajeros. Porque los pobres también viajamos.
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