La lectura ha sido siempre – y debería seguir siéndolo – una válvula de escape para las vidas de las gentes, una fuente de alimentación de los deseos y las pasiones, también catalizadora de anhelos, fuente obvia de sabiduría y un método de entretenimiento de gran excelencia. Pero además, la lectura ha permitido viajar desde casa, sentados en nuestro sofá, recostados en nuestra cama e incluso en el andén de la estación de metro cuando regresamos a casa después de un día de rutina hastiosa. Y es por eso, porque lectura y viaje siempre han estado unidos, y porque es inminente el día del libro, que hoy os recomendamos cinco lecturas que os harán viajar de manera irremediable.
“En el Gallo de Hierro” de Paul Theroux
El escritor de viajes Paul Theroux decide embarcarse en una aventura de un año y visitar, durante ese tiempo, toda la China. Pero lo hace del modo que él cree más conveniente y que le permitirá descubrir realmente el modo de ser chino y su manera de vivir: lo hará en tren. Su aventura comienza en Londres y desde allí cruzará todo el continente hasta llegar a China. No esperéis de este libro una descripción deliciosa del país asiático, sino todo lo contrario; su experiencia vivida en la década de los 80 es una experiencia cruda, auténtica, visceral y muy dura, que se aparta de la China más conocida y se adentra en las entrañas de una sociedad compleja y llena de aristas. Un verdadero libro de viajes no apto para turistas.
“Un año en Provenza” de Peter Mayle
Cuando el año pasado me enteré que había ganado un viaje a la Provenza, y con pocos días de margen para preparar el viaje, decidí buscar un libro que mostrase del mejor modo posible qué era aquello de la Provenza – más allá de los típicos tópicos. Así, investigando encontré este libro delicioso que cuenta la experiencia del autor cuando decide comprar una casa en un pueblo perdido de la Provenza y, junto a su mujer, reformarla, la excusa perfecta. Como sucede con el libro anterior, en éste el autor nos borra de la mente esa idea de una Provenza idealizada, llena de campos de lavanda mecidos por la brisa. Nada más lejos de la realidad ya que Mayle nos muestra un territorio de clima duro, viento gélido, y sí, aunque el buen vivir es característico de esa zona, éste no se traduce en vida fácil. También, como en el libro anterior, no esperéis un recorrido por los bellos pueblos provenzales, la Costa Azul y todo lo típico, sino un viaje iniciático a la vida provenzal. Lo vais a devorar, palabra.
“El último refugio” de Tracy Chevalier
Tal vez el nombre de la escritora os suene, ya que es la autora del famoso libro La joven de la perla. En esta novela Chevalier nos cuenta la historia de Honor Bright, una joven inglesa que marcha a EEUU a mediados del s. XIX y que se encuentra con un mundo totalmente distinto al conocido por ella hasta ese momento. Las duras circunstancias de su viaje y lo complicado de la historia americana en esos años nos hará descubrir el carácter de los americanos cuando todavía eran una nación tierna y, por lo tanto, comprender sus actos. Este libro no es un libro de viajes, sino que se engloba en lo que denominamos «landscape novels», historias de mujeres jóvenes que se encuentran en situaciones que les obligan a medir sus fuerzas en territorios extraños y difíciles. Pero aún y no siendo una novela de viajes, sí nos hará comprender lo inmenso de emprender una aventura como ésta en aquellos años en los que sabías cuando salías de un puerto, pero no cuando llegarías a otro; es más, nadie te aseguraba que llegarías a otro puerto. El último refugio – L’última fugida en su versión catalana y la que yo he leído – es una historia de superación y fortaleza femeninas maravillosa y para nada idealizada, de lectura fácil y muy recomendable.
“El castillo de cristal”, de Jeannette Walls
Esta obra cayó en mis manos el verano pasado y la leí con una voracidad que rayaba casi la obsesión, su historia me atrapó desde el primer momento. Debo confesar que al principio no tenía ni idea que se trataba de una novela autobiográfica y que cuando me enteré de ello me quedé pasmada. La historia cuenta la vida de una familia norteamericana un poco peculiar, con el padre que quiere vivir por encima de todo, y que lo hace con una pasión delirante. y una madre que es espíritu libre a la que eso de tener cuatro hijos no le va demasiado. Entre penurias, desgracias, pero también mucha vitalidad, la familia recorre los EEUU casi al completo, y por supervivencia. Dando tumbos sin ton ni son haremos un recorrido por la América profunda junto a una historia verdaderamente impactante que seguro no os deja indiferentes. Leed este libro si no lo habéis hecho aún.
“Los siete pilares de la sabiduría”, de T.E Lawrence
Este libro lo dejo en último lugar porque todavía estoy en sus inicios y, por lo tanto, no puedo hacer un análisis completo del mismo. Aún y así, quiero incluirlo por un par de cosas: porque me parece una historia increíble, pero también por las circunstancias en las que cayó en mis manos. De lo segundo solo voy a decir que se trata de un regalo de mi amiga Anna, a la que quiero mucho, el día de su boda. De lo primero, que se trata de la historia de Lawrence, sí, ése, el de Arabia, pero es su historia, la que él escribió durante su estancia en el territorio, y que nos permitirá comprender muchas de las cosas que suceden hoy en día. No puedo decir mucho más de él porque son pocas las páginas que he leído de las más de 700 que tiene la obra, pero sí que su lectura me está fascinando, así que espero que os animéis a emprender este viaje junto a Lawrence, y que lo hagáis mucho más allá del mito.
Y hasta aquí la selección de libros que, no siendo todos ellos de viajes, os harán viajar. Se quedan muchos en el tintero, pero los guardo para otra ocasión – tal vez no espere otro día del libro para que ésta se dé. Solo me queda deciros que os animéis con la lectura, ya que no hay placer más delicioso, y más humano, que el de leer.
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Me guardo las recomendaciones ya que no conocía ninguno de esos cinco libros 🙂
Me alegro que te haya descubierto algo nuevo, y espero que te animes a leer alguno de ellos y los disfrutes tanto como yo.
Un abrazo.