Domingo 7 de abril de 2013.
Como es costumbre en nuestras escapadas, nos levantamos bien pronto para aprovechar lo máximo el día. Suena el despertador y empezamos a escuchar el sonido del agua que baja por el río y los pájaros cantando. Nos asomamos a la ventana – no se nos había ocurrido aún – y nos encontramos con esto:

Del recorrido destacar dos cosas: la visita a una casa típica de la ciudad, y la degustación de embutidos, quesos… de la zona al terminarla. Delicioso.
La visita duró más de una hora, y no teniendo demasiada hambre aún, decidimos dar una vuelta por el río, para recoger después del coche de nuevo en lo alto de la ciudad y buscar un sitio para comer.
El color rojizo típico de las casas de Albarracín es debido – y esto fue explicado en la visita guiada – a que la tierra de allí tiene mucho hierro y a medida que van pasando los años se oxida y acaba teniendo ese tono.
Se notaba que era domingo y hacía mejor tiempo que el día anterior; la localidad estaba llena de gente, y así también sus restaurantes. Finalmente, encontramos uno en el que poder comer con un menú asequible a nuestros bolsillos (10€ creo recordar). Después de meternos entre pecho y espalda sendos platos de migas, una buena trucha y ternasco, cogimos el coche y nos fuimos hasta… BRONCHALES. Y, ¿qué tiene Bronchales? Pues, básicamente… agua. Fuimos a llenar garrafas de agua. Aunque no estaba en nuestro plan inicial, y no sabiendo si podríamos ir, cogimos algunas garrafas para llenarlas allí.

Después de llenar las garrafas, nos tomamos un café en el pueblo – que no tiene más que las vistas, que
ya es mucho – y nos dirigimos hasta Peracense para visitar su castillo. Llegando por este punto de la carretera se tiene una visión increíble de la fortaleza, que aparece a lo lejos de color roja e imponente.
Para visitar el castillo se necesita mínimo una hora, si quieres verlo todo y leerlo. Además, al final del recorrido te encuentras unos paneles que explican increíblemente bien – escritos por José Luís Corral – cuál ha sido la función de la fortaleza a lo largo de toda su historia.
Después de esta visita ya terminaba nuestra pequeña escapada.
Distancias y tiempos de esta etapa:
Albarracín – Bronchales: 30′ y 30km
Bronchales – Peracense: 40′ y 36 km
Peracense – Traiguera: 3h y 280 km
¡DISFRUTAD DEL CAMINO!
Juanjo&Marina
Un pensamiento en “Albarracín – Traiguera, pasando por un castillo rojizo de frontera. (PARTE III)”