A petición de Juanjo hoy vamos a hablar de Siberia. Sí, Siberia, esa GRAN desconocida. Y ¿por qué Siberia? os preguntaréis. Pues entre otras cosas, porque forma parte de Rusia, y yo siempre he querido ir a Rusia, pero Juanjo más. Cuando hablan de Rusia yo siempre pienso en la Plaza Roja, por ejemplo – y como todo el mundo – pero Juanjo va más allá y se le ocurre mirar hacia Siberia – ¿no querríais poder hacer algún día el viaje en Transiberiano?
Pero vamos a concretar más porque si Castilla es ancha… no veáis cuanto es de ancha Siberia. Y allí encontramos un lago – Baikal – que contiene el 20% de agua dulce de todo el Planeta Tierra… ¡alucinante! Tiene 31.494 km² de superficie, 636 km de largo, 80 km de ancho y 1.680 m de profundidad (reconocidos hasta el momento). Ese 20% de agua supone más cantidad que todos los Grandes Lagos de los USA, y por eso no es de extrañar que en la tradición rusa sea conocido como el Mar Sagrado.
Se calcula que este lago se formó hace 20 o 30 millones de años y está totalmente rodeado por montañas. Además, contiene 22 islas la mayor de las cuales, Oljón, tiene 72 km de largo. Tiene, además, más de 300 afluentes oficiales, ya que algunas fuentes hablan de más de 500. Se dice que sus aguas son de las más puras del mundo, y que se pueden ver los peces que allí habitan hasta 40 metros de profundidad y tiene una biodiversidad increíble. No es de extrañar, por lo tanto, que en el año 1996 fuera declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Y para ilustrar todo esto, unas imágenes espectaculares. Aquí éstas si valen más que millones de palabras…