Dejo de lado las cuestiones filosóficas y aporto un destino solicitado por Juanjo, que tiene como cuestión principal esas batallas religiosas por hacerse con el mayor poder posible en el seno de sus fieles – y también de aquellos que no lo son.
Como buen politólogo que es Juanjo, le encantan esas historias de luchas políticas – porque la religión, en aquellos tiempos, estaba fundida en la política – que han cambiado el curso de la historia y han modificado nuestras costumbres.
Trento, en Italia, seguramente os suene, sobretodo por el Concilio, en la época de la Contrareforma. Pero Trento es mucho más que todo eso; Trento aparece ya en el s. III antes de nuestra era, y han pasado por allí multitud de civilizaciones, que han construído y destruido la ciudad a su antojo. Esa historia tortuosa, entre lo malo, tiene también cosas buenas reflejadas en la cantidad de historia que conservan sus calles, reflejado en construcciones y monumentos. Además, su situación geográfica al pie de los Alpes la hace todavía interesante.
Sin duda, Trento, es uno de esos lugares que merecen una visita. Tal vez, algún día, podamos hacerlo.