Rutas por Teruel y Tarragona que te arreglan un fin de semana – o más

El turismo de proximidad es algo que llevamos practicando quienes sostenemos este blog desde que empezamos a viajar juntos. En la situación actual, con una pandemia que impide moverte con normalidad y con total seguridad sanitaria es complicado hacer turismo de lejanía, por ello este artículo se va a centrar en dos rutas por dos provincias españolas (Tarragona y Teruel) que te pueden servir para pasar un fin de semana de lo más interesante, e incluso alargar el viaje unos cuantos días más.


Este verano ha sido un verano atípico, pero por atípico ha sido también productivo. La necesidad agudiza el ingenio y las situaciones difíciles ayudan a que salgamos de nuestra zona de confort. En tanto que eso ha sucedido nuestra manera de vivir el verano ha sido totalmente distinta al resto de veranos. ¿Pero que los otros? No,  me atrevería a decir que mucho mejor, y si ha sido mejor ha sido porque hemos dejado de hacer lo de siempre, que era lo mismo, para pasar a invertir nuestro tiempo libre en cosas mucho más interesantes de lo que hacíamos en un pasado.

Sin entrar en detalles que aquí no importan, puedo decir que este 2020 hemos empezado a aprovechar los domingos mucho más que antaño. Sí, nosotros ya solíamos hacer eso de salir algún domingo por ahí, coger el coche e irnos, yo que sé, a Albarracín a pasar el día. Eso que antes era algo que se reducía a nosotros dos, a JJ y Marina, se ha extendido a un grupo  mayor de personas. Así, no ha habido un domingo que no hayamos salido a hacer senderismo, a descubrir pueblos bonitos, a subir a castillos, meternos en barrancos o llegar andando  a ermitas vecinas.

Todo eso lo hemos podido hacer porque, no os voy a decir lo contrario, vivimos en un territorio privilegiado. Estamos a un paso de la playa, estamos a un paso de la montaña. Estamos a un paso de dos provincias distintas a la nuestra, Teruel y Tarragona, y estamos a un paso de pueblos bellísimos con carácter e historia. Ah, y qué decir de lo que tenemos a pocos kilómetros de casa, en nuestra propia provincia: Morella a 30 minutos, Peñiscola a 30 minutos, Vilafamés a 50 minutos, la Serra d’Irta a un paso, la Valltorta ahí al lado. Sí, lo sé, no nos podemos quejar.

Aprovechando todo esto que tenemos tan cerca y que nos enriquece como territorio – porque de la diversidad nace la riqueza  -, este verano nos hemos dedicado a hacer rutas por pueblos bonitos que nos han llevado, desde nuestra provincia – Castelló – hasta sitios como Tarragona o Teruel. Siendo consciente de la particularidad de las rutas al estar planeadas para ser realizadas teniendo como punto de partida y llegada mi pueblo, La Jana, he pensado hacer un resumen de ella y configurar de un modo eficiente las visitas  a los distintos pueblos que hemos ido (re)descubriendo.

Por lo tanto, este artículo se va a centrar en un par de rutas entre Tarragona y Teruel, que puedes realizar en un día si partes más o menos del mismo punto geográfico que el nuestro, o que puedes combinar para pasar un fin de semana – o más – por la zona.

Ruta 1: Terra Alta (Tarragona) y Matarraña (Teruel)

Esta primera ruta, como la siguiente, es circular. Partiendo de nuestro pueblo – La Jana – vamos a llegar hasta la Terra Alta, una de las comarcas más interesantes al sur de Tarragona, para finalizar la jornada en el Matarraña, en Teruel, y regresar después a nuestro pueblo.

Los pueblos escogidos para visitar nos permiten realizar una ruta circular, sin tener que entrar y salir para llegar a la carretera principal, y sin tener que retroceder sobre nuestros pasos. Teniendo en cuenta que la excursión dura solo una jornada creo que es la mejor manera de visitar estos sitios sin cansarte, ya que los kilómetros que vamos a hacer son unos cuantos.

Terra Alta

En la Terra Alta vamos a visitar tres pueblos. El primero de ellos no lo visitaremos como tal, ya que nuestra pretensión es solo conocer la bodega modernista que existe en la localidad – no es la única en la zona, tienes otra en Gandesa – y probara los vinos y los productos típicos.

Pinell de Brai y La Catedral del Vi

El Pinell de Brai es un pequeño pueblo al sur de Tarragona que es conocido sobre todo por los vinos que allí se producen. Son múltiples las bodegas, todas de pequeño tamaño, que puedes encontrar en el pueblo, y una de las más destacadas, por su localización, es la conocida como Catedral del Vi.

La Catedral del Vi está ubicada en un edificio modernista construido por uno de los discípulos de Gaudí, Cèsar Martinell. En los años 20 del pasado siglo se creó el edificio cooperativo ya que la producción de vino que tenía la localidad era muy grande. En aquellos tiempos todos los depósitos de vino estaban en uso, no así hoy en día; la mayor parte de los depósitos están vacíos debido a la poca producción de vino que hay en la localidad, y es que en los años 80 se arrancaron casi todas las viñas del pueblo.

La visita a la bodega (7,40€ la entrada más cara) puedes hacerla por libre o guiada. Nosotras decidimos hacerla por libre ya que así estaremos en contacto con menos gente e iremos a nuestro aire. Al ser bastante pronto no nos encontramos con nadie durante el recorrido, hecho que se agradece.

La bodega es muy chula y se ven claramente la influencia del genio Gaudí en todo el espacio, Los códigos QR que están dispuestos en cada una de las salas y los elementos de interés ayudan a que la visita sea más completa, y al terminarla llega lo mejor: la degustación de vinos y embutidos. A elegir entre blancos y negros en cada ronda – son 4 – puedes probar algunos de los vinos más cotizados de la bodega, como es el Gamberro. Una experiencia muy chula que, sin duda, es perfecta para realizar con las amistades.

Horta de Sant Joan

No es la primera vez que hablo de este pueblo en el blog, uno de los primeros artículos que publiqué – y que puedes leer aquí si te apetece – estaban dedicados, en parte, a este pueblo. Horta de Sant Joan me sorprendió desde el momento uno. Por el pueblo, pero no solo por él, ya que está metido en un entorno natural increíble, pasear por sus calles estrechas es una maravilla.

Si este pueblo tiene algo a destacar es el paso de Picasso por la localidad. El pintor malagueño quedó prendado de la belleza de este pueblo y son múltiples las obras en las que reproduce las calles y paisajes de Horta de Sant Joan. Tan estrecha fue la relación entre Picasso y Horta que en la actualidad hay un museo dedicado a él con una buena cantidad de reproducciones de obras del pintor.

Pablo Picasso. Vista parcial de Horta de Sant Joan.

Pero Horta de Sant Joan, y como ya te he dicho, es mucho más que Pablo Picasso. La Iglesia de San Juan Bautista, que empezó a construirse en los siglos XIII- XIV es uno de los monumentos más destacados de la localidad. En estilo gótico de una sola nave y de exterior simple y austero, este templo es un edificio que no te va a dejar indiferente. Tampoco lo hará la plaza en la que se encuentra, porticada, es una de las más bonitas de la zona. Construida en el s. XVI se encuentra rodeada de edificios señoriales, reflejo de la buena situación de la localidad en aquellos años.

Distintos palacios renacentistas se reparten por toda la localidad, destacando el Ayuntamiento, con prisión en su parte inferior, o la Casa de la Comanda – o del Diezmo, vivienda del comendador hospitalario y que hoy en día es uno de las construcciones civiles más valiosas de todo el pueblo.

Arnes

Arnes es una localidad algo más pequeña que Horta de Sant Joan y muy próxima a ella. Su casco histórico, pequeño pero resultón tiene un elemento que destaca por encima de todos los demás, y es el Ayuntamiento Renacentista que data del año 1584 y que es de los primeros edificios renacentistas de toda Catalunya.

Su Iglesia Parroquial es barroca y todavía conserva restos del castillo y algunos de los portales de entrada a la localidad. Visitar Arnes no te va a llevar mucho tiempo, pero sin duda es una parada que debes hacer si estás por al zona. Además las vistas desde Arnes son muy chulas, así que tenlo en cuenta también.

Matarraña

La comarca del Matarraña, a mi juicio, es una de las más interesantes de toda España. No voy a extenderme aquí en lo que en ella puedes encontrar, algún día voy a escribir una artículo decente centrado solamente en esta comarca, pero sí debo decirte que en ella encuentras pueblos bonitos – de los más bonitos de España – pegados a yacimientos arqueológicos acompañados de paisajes bucólicos. La comarca del Matarraña es conocida, para más inri, como la Toscana española, y no es para nada una exageración.

La Fresneda | No es exagerado eso de llamarlo La Toscana Española.

En esta ruta solo nos cabe uno de los pueblos del Matarraña, el tiempo es escaso y no nos da para pasarnos por otros pueblos, pero la elección de la visita del día es de las mejores que se pueden hacer, y ahora sabrás cuál es.

El río Matarraña a su paso por Valderrobres.

Valderrobres

Es imposible poner en duda la siguiente afirmación: Valderrobres es uno de los pueblos más bonitos de Teruel, de todo Aragón, y también de toda España. La imagen del pueblo con el río Matarraña atravesando el puente medieval que da pie a la entrada del pueblo, entrada por otra parte fortificada, es una de las estampas más bonitas del país.

Acceder a Valderrobres por este puente es toda una experiencia y la primera vez que te topas con la visión del pueblo desde esta perspectiva te quedas totalmente embobada. También lo harás la segunda, la tercera y la vez que sea que regreses a Valderrobres; no va a dejarte indiferente.

El patrimonio histórico-artístico de Valderrobres es muy numeroso. El casco urban está compuesto por decenas de elementos que hacen de este pueblo un lugar singular. Desde el Portal de San Roque, puerta de acceso abierta tras el puente de piedra, pasando por el Palau o la fonda de la Plaza, ejemplos de la arquitectura gótica cívil enriquecen la localidad de valderrobres de un modo incalculable.

Aunque bien es cierto que los dos elementos que más destacan en el pueblo son el castillo i la iglesia, que despuntan en lo alto dominando la silueta de este bonita localidad aragonesa.

La Iglesia de Santa María se hace uno con el castillo, no es la una sin el otro ni el otro sin la una. En estilo gótico pero siguiendo las particularidades de este estilo en la Corona de Aragón, es de una pureza de líneas fantástica. En su portada destaca el rosetón de dimensiones más que considerables y que corona esta bella edificación medieval.

El segundo plato fuerte de la localidad – además del merecido paseo por sus maravillosas calles – es el castillo, centinela vigilante en lo alto del cerro y que corona la estampa de este pueblo turolense.

Desde lo alto del castillo tienes las mejores vistas de la localidad.

El castillo de Valderrobres data del s. XII por lo que nos encontramos frente a una fortaleza gótica, pero es un gótico particular que, así como sucede con la Iglesia de Santa María, sigue también las particularidades del gótico de la Corona de Aragón.

El edificio es regio pero austero, de líneas puras y rectas aunque desiguales por tener que adaptarse al terreno sobre el que se asienta. De salas amplias y majestuosas destacan las Caballerizas, el salón de las Chimeneas o la Cámara dorada. Los enormes ventanales que dejan pasar la luz a través de los anchos muros de sillar invitan al sosiego y el descanso.

La visita al castillo se complementa con la subida hasta las almenas, pasando por casi todas las salas que lo conforman, o todas las que están habilitadas para la visita turística.

Visitar el castillo de Valderrobres te va a costar 5€, y la visita incluye el castillo, la iglesia y el museo habilitado en el edificio opuesto a estos dos monumentos. El museo se centra en las costumbres de la comarca y también en los atractivos que ella ofrece. Después de visitarlo te dan muchas más ganas de seguir descubriendo el Matarraña y te das cuenta que ése es un territorio que nunca se acaba.

Y hasta aquí llega la primera ruta pensada para toda una jornada. A continuación te dejo el mapa con el recorrido para que te hagas una idea de lo que te va a costar a ti si haces algo similar.

Ruta 2: Ribera d’Ebre (Tarragona) y Matarraña (Teruel)

La segunda ruta, como la primera, parte también de nuestro pueblo, La Jana, y está pensada para que ocupe un día completo. Esta ruta nos lleva también por las provincias de Tarragona y Teruel, pero esta vez en Tarragona vamos a visitar un pueblo de la Ribera d’Ebre y no de la Terra Alta.

Una panorámica del Ebro desde las murallas del castillo de Miravet.

Ribera d’Ebre

Miravet

Miravet es uno de los pueblos más interesantes de la Ribera d’Ebre sobre todo por su disposición geográfica. El estar construido al filo de un meandro del río Ebro lo convierte en una e las estampas más bonitas de todo el sur de Tarragona. Colgado sobre las aguas de este gran río español, Miravet es un pueblo que no te dejará indiferente.

Una de las particularidades más interesantes del pueblo de Miravet es el poder acceder a él a través del pas de barca, uno de los pocos que quedan en España – sino el único – y que te permite salvar la distancia entre las dos orillas del río subiendo en una barca que va de una parte a otra del Ebro con las gentes a cuestas – y sus vehículos.

Nuestra pretensión ese día es acceder a Miravet subidos en la barca pero el asunto será imposible por las condiciones climatológicas, y es que las rachas de viento son demasiado fuertes como para cruzar de manera segura, de modo que nos vamos a quedar sin poder hacerlo. En nuestro caso – el de JJ y el mío – si pudimos cruzar el Ebro con el pas de barca en otra ocasión, en el año 2013, que fue la primera vez que visitamos la localidad de Miravet. La experiencia fue muy interesante y os la recomiendo a todos porque vais a vivir una experiencia única. Aprovechad que todavía está operativa.

Una imagen de aquel año 2013 con el coche subido en el pas de barca.

Si no puedes acceder a través del pas de barca, que en nuestro caso nos quita unos cuantos kiómetros de ruta y la hace más rápida, a Miravet siempre puedes acceder por carretera. Una vez accedes al pueblo y te diriges hacía el casco histórico lo primero con lo que te vas a encontrar es con una amplia plaza que está casi a nivel de río y con vistas a este. En la plaza hay locales de restauración en los que puedes comer o desayunar. Te recomiendo probar la langoniza porque en esa comarca la hacen deliciosa.

Las vistas que nos acompañan durante nuestro desayuno.

Miravet tiene varios elementos de interés para visitar, empezando por el pueblo viejo o Cap de la Vila, una suerte de racimo de viviendas dispuestas sobre el río y que van arriba y abajo atravesadas por calles estrechas y sinuosas.

Viviendas que miran al río y penden sobre él.

El recorrido por las calles de Miravet debes hacerlo a pie, ya que el acceso de vehículos está prohibido a aquellos que no residan en el pueblo – idea que me parece genial – por lo que debes prepararte para subir cuestas – y luego bajarlas. Pero es que este pueblo no se puede recorrer de otro modo, y es la mejor manera de hacerlo porque te permite detenerte en cada uno de los miradores que te permiten disfrutar de las maravillosas estampas que el Ebro va dejando a su paso por este pequeño pueblo catalán.

La subida te lleva hasta una pequeña plazuela en la que encuentras dos elementos destacados. El primero es el gran arco en el que se reunía la comunidad musulmana y es que Miravet, como tantas otras localidades en la Edad Media, era una amalgama de culturas en al que cristianos , musulmanes y judíos compartían un mismo espacio sin demasiados problemas. Junto al arco encontramos la Iglesia Vieja, un templo renacentista construido por los templarios encima de la antigua mezquita. En la actualidad la iglesia funciona como centro cultural y de exposiciones que se abre al público durante los fines de semana y vacaciones y también en momentos puntuales.

Recuerdos de culturas pasadas.

El recorrido continúa con la subida al castillo, una subida a pie por un sendero que exige algo de esfuerzo o paciencia, ya que la pendiente es importante. Al castillo puedes llegar también en coche, rodeando la localidad, pero si lo haces así por comodidad – y no por necesidad – te vas a perder las mejores vistas del pueblo de Miravet.

L’Església Vella vista desde la subida al castillo.

El castillo de Miravet, por su parte, es una fortaleza de origen templario que data del s. XII aunque ha tenido posteriores modificaciones. Su situación estratégica lo convierten en un excelente centinela, y también en un excelente mirador para los que hoy en día no buscamos la acción bélica o defensiva de las fortalezas, sino su riqueza histórica y artística.

Una de mis vistas preferidas las tienes desde las murallas del castillo de Miravet.

Debes saber que los templarios no son los primeros que construyen en el acantilado, ya que íberos y musulmanes pasan por allí con anterioridad, aunque lo que hoy nos queda son las piedras levantadas por esos monjes guerreros que tanta leyenda han suscitado. Cuando la orden del temple desaparece el castillo pasa a manos de los hospitalarios y a pesar de las diferentes guerras que se suceden en la zona el castillo se encuentra en un buen estado de conservación.

En el castillo todavía podemos ver con claridad las caballerizas, el patio de armas, parte de las murallas, el refectorio, los almacenes, las bodegas… todo ello dispuesto en uno de los mejores ejemplos que quedan en Europa de castillo de estas características.

La visita al castillo cuesta 3€ por persona en su versión libre y está acompañada por paneles explicativos que hacen la visita más interesante.

En Miravet, además de esto que te cuento, tienes una gran tradición alfarera que se traduce en talleres activos a día de hoy y que puedes encontrar ene l barrio de LA Raval, en las afueras del pueblo. Otra de las cuestiones interesantes del pueblo de Miravet es que fue escenario de al Batalla del Ebro, la más sangrienta e toda la Guerra Civil. Es más, en toda la zona, tanto en la Ribera d’Ebre como también algunos puntos de la Terra Alta la Batalla del Ebro está muy presente. En Gandesa – pueblo vecino a Miravet – tienes el museo dedicado a esta contienda y también puedes visitar Corbera d’Ebre, un pueblo que fue destruido durante esos días en los que el ejercito republicano intentó desactivar al ejercito golpista sin tener, finalmente, éxito – la historia que viene después ya la conocemos todos.

Matarraña

En esta ruta volvemos al Matarraña, y es que la línea que separa a las comarcas tarraconenses y turolenses es muy fina, por lo que es comodísimo visitar pueblos a uno y otro lado de la frontera. En esta ocasión son dos pueblos los que vamos a visitar, aunque debían ser tres pero me olvido de uno de ellos – no me juzguéis por ello.

Calaceite

En la ruta anterior pasamos por el pueblo de Valderrobres, posiblemente el pueblo más conocido del Matarraña, y en esta vamos hasta Calaceite, para mí el pueblo más bonito de la comarca. Aunque Valderrobres es más atractivo visto desde la lejanía, para mí Calaceite guarda una aire medieval tan espectacular que lo hace insuperable.

Si te digo que estoy en la Provenza o la Toscana te lo crees, ¿a que sí?

Calaceite – o Calaceit, allí te hablan tanto en castellano como en catalán – tiene un gran número de patrimonio arquitectónico de renombre. desde el Ayuntamiento, cosntruido a principios del s. XVII, pasando por la Plaza de España – antes Plaza Mayor – de origen medieval, recorrer las calles del pueblo se convierte en una fantasía.

En Calaceite, cómo no, vas a tener que subir y bajar cuestas, salvar escalones, recorrer recovecos retorcidos. El pueblo de Calaceite está construido casi dando vueltas sobre el pequeño cerro sobre el que se asienta, a modo de cono o pirámide, y esto se nota cuando vas a visitarlo. Subes y bajas, bajas y subes, ahora una cuesta, ahora una plazuela, ahora unas escaleras, ahora un palacio, ahora una fuente.

Aunque sea barroca – ya sabéis que el Barroco no es nuestro fuerte – la Iglesia Parroquial de la Asunción es un atractivo impresionante de este pueblo turolense. Su fachada es impresionante y se encuentra en uno de los rincones mas bonitos de la localidad, rematando el conjunto la Casa de la Justicia, uno de los edificios más bonitos de la localidad.

Otra de las cosas que debes tener en cuenta en tu visita a Calaceite son los distintos portales-capilla que son recuerdo de la antigua muralla – quedan 2 de los 4 portales que existían en un pasado – y que hoy tiene la función de capilla. Además de estaos portales-capilla, en el núcleo urbano, encontramos otra capilla, la de San Roque, que se encuentra al lado del antiguo hospital.

Y aquí termina la visita a Calaceite, aunque no existen solo estos atractivos en la localidad, y más aún, fuera de ella. Debes saber que muy cerca del pueblo tienes varios yacimientos arqueológicos de época íbera que son interesantes y que puede que te guste visitar.

Cretas*

Ahora aquí debería ir la visita al pequeño pueblo de Cretas – o Queretes – vecino a Calaceite y a pocos kilómetros de él. Pues el día que realizamos la ruta no me acuerdo de visitarlo, de hecho recuerdo que estaba incluido en al ruta cuando llegamos a la siguiente -y última parada. No voy a hablarte, entonces, de Cretas, pero sí te lo menciono y te dejo una imagen de cuando lo visitamos JJ y una servidora en el año 2013.

La Fresneda

último pueblo que visitaremos en esta ruta. No es la primera vez que nosotros, pobres viajeros, vamos a él. Lo visitamos por primera vez unos años atrás y le dediqué este artículo. Puede que La Fresneda no sea uno de los pueblos más bonitos del Matarraña, pero apara mí es uno de los más especiales y creo que no debes pasarlo por alto en tu visita a esta comarca.

La singularidad de La Fresneda se traduce, a mi modo de ver, en su calle porticada de dimensiones considerables y el Cerro de Santa Bárbara, del que hablaré más adelante.

Si hay un un lugar que destaca en el pueblo, además de su calle porticada que ya he mencionado, ese es la Plaza Mayor, para mí una de las más bonitas del Matarraña, y no me preguntéis porqué, que no lo sé.

El Ayuntamiento gótico-renacentista de La Fresneda – o La Freixneda.

Presidiendo la Plaza Mayor se encuentra el Ayuntamiento, un edificio que se encuentra entre el gótico tardío y el renacimiento más incipiente, un magnífico ejemplo de casa consistorial del Bajo Aragón. Su fachada está presidida por gárgolas zoomorfas. En la planta baja se encuentra la lonja y la cárcel, y cada una de las tres fachadas son distintas, destacando la que da a la plaza. En esta la primera planta está formada por una arco que da acceso a la lonja, para seguir con la planta noble presidida por un balcón . La siguiente planta, la tercera, está conformada por ventanas con arco de medio punto. Todo el conjunto, y como podéis ver en la imagen superior, es uno de los más bonitos que encontrarás en el Bajo Aragón.

La Plaza Mayor se cierra con un portal que da acceso a la villa y desde el cual puedes empezar el ascenso a la parte alta del pueblo, llegando hasta el castillo calatravoo el cerro de Santa bárbara, del que ahora te voy a hablar porque, para mí, es uno de los sitios más interesantes de La Fresneda – y también misteriosos.

Como en los casos anteriores, para llegar a lo interesante de la población tenemos que subir cuestas y algunas escaleras. En lo más alto de la Fresneda se encuentran las ruinas del castillo calatravo a una parte y en el lado opuesto el Cerro de Santa Bárbara con las ruinas de la ermita dedicada a esta misma santidad. Este segundo punto, el de la ermita y su cerro, es el que más me interesa explicaros aquí, aunque vayamos primero con una imagen de las ruinas del castillo.

Hay varias razones por las que vale la pena subir hasta las ruinas de Santa bárbara, no siendo solamente la antigua construcción lo que nos interesa aquí. Cierto es que la imagen de la antigua ermita es una imagen bucólica, romántica, aunque también misteriosa. La ermita de Santa Bárbara ha pasado a lo largo de la historia por episodios de maltrato que han hecho que hoy se encuentre en un estado de semi ruina.

El acceso a la ermita se hace por un sendero habilitado por el que discurre también el vía crucis y está salpicado de pequeñas capillas. Si antes dije, cuando hablé por primera vez del Matarraña, que esta comarca se conoce como la Toscana Española, subiendo hasta el cerro esa afirmación toma mucho más sentido.

Si el cerro de Santa Bárbara es interesante más allá de las ruinas de la ermita se debe a que allí se han localizado grabados rupestres, con un ídolo que no conseguimos encontrar pero que parece que se localiza en el sendero que rodea el cerro – tendremos que volver otra vez para encontrarlo – y también un observatorio luni-solar que dotan de mucho más interés al lugar.

Que el cerro de Santa Bárbara es un lugar interesante no puede negarlo nadie.

No es ninguna tontería lo de este cerro, y es que el que aquí os presento es uno de los enclaves arqueoastronómicos más interesantes de toda la Península Ibérica. Si nos apartamos de la ermita y, aunque haga viento, nos acercamos hasta el precipicio, podemos observar en el suelo una serie de agujeros, conocidos como cazoletas, que en el Bajo Aragón se conocen como cullas, y que sirven para determinar las posiciones de la salida y puesta del Sol en los solsticios.

Este lugar atrae tanto a los amantes de la astronomía y la ciencia como a aquellos que disfrutan con eso de las nuevas religiones y nuevas tendencias espirituales – ejemplo claro es la espiral de piedras que aparece más arriba. Sea por una cosa o por la otra por la que te acerques a este sitio seguro que te gusta, y no solo por ello.

Otra de las razones por las que vale la pena subir hasta aquí es para disfrutar de las vistas que se tienen de todo el Valle y de las montañas que lo rodean, muchos kilómetros allá y que separan esta comarca de la nuestra y que nos obligan a dar un rodeo inmenso para poder llegar de un lugar a otro.

Te vas a quedar pasmada observando el entorno.

El valle surcado por el río Matarraña es conocido como «El Valle del Silencio» y desde el cerro se ve espectacular. El silencio predomina en la comarca, y no solo en ella, en toda la zona. La despoblación rural hace que la tranquilidad en estos pueblos no sea escogida, sino forzada. Aunque poco a poco las comunicaciones se van mejorando – la 232 está ya en su recta final – las posibilidades de prosperar en la España rural son escasas, hecho que se traduce en una escasez de población que mantenga las tierras y pueblos que en ella se levantaron antaño.

Y con la visita al cerro de Santa Bárbaa termina nuestra ruta del día y, así, el post. A continyuación, y como he apuntado en la ruta anterior, dejo el mapa para que veas cuánto tiempo te costaría hacer una ruta similar.

Alternativas

Como he dicho al principio del artículo, esta ruta está pensada para partir desde nuestro pueblo, en el Baix Maestrat, y de él hacer la ruta lo más eficiente posible. Seguramente tu situación – a no ser que seas de la comarca – sea distinta a la nuestra y no te interese hacer etas dos rutas así como te las planteo. Te voy a dar un par de alternativas para que puedas disfrutar de este territorio de la manera más cómoda posible.

Alternativa 1: céntrate en una de las dos provincias

Si no dispones de mucho tiempo, lo mejor es que te centres en una de las dos provincias. O bien visites Terra alta y Ribera de l’Ebre o bien te centras en el Matarraña. Hacer estas visitas te va a llevar más de un día, yo creo que te pueden llenar un fin de semana como mínimo, sino más. Piensa que puedes centrarte en los pueblos, que son unos cuantos, pero piensa también que tienes muchas cosas más allá de ellos que pueden gustarte.

Si no dispones más que de un par de días mi consejo es que no intentes hacer las dos rutas porque no te va a dar tiempo para nada.

Alternativa 2: alarga el viaje y mezcla las dos rutas.

Si ya que estás te interesa visitar todo puedes alargar el viaje (3 o 4 días como mínimo) y unir las dos rutas. Para que el recorrido sea eficiente creo que deberías comenzar y terminar en una misma provincia y hacer un recorrido circular. A continuación te dejo cómo quedaría el recorrido partiendo de uno de los pueblos – que podría ser cualquiera.

Por lo que respecta al alojamiento, yo escogería un par de alojamientos o tres, y piensa que si viajas en furgoneta esta ruta es perfecta para hacer porque es casi totalmente circular.

Más información

Como vengo diciéndote a lo largo de todo el artículo, en estas comarcas hay mucho mas para ver que los pueblos. Os he hablado de poblados íberos, pero también hay espacios naturales de renombre – los estrechos de Arnes, por ejemplo – o rutas históricas como la de la Batalla del Ebro. A continuación te dejo enlaces con artículos publicados ya en esta web referentes a estos territorios y también con información externa que te ayudaran a configurar tu viaje de la mejor forma posible.

Artículos del blog

Enlaces externos

La Fresneda

Espero que todo esto te sea de ayuda para poder conformar tu propia ruta por estas tierras de vida común aunque de administraciones distintas. Disfruta del camino.

Una filósofa y un politólogo que amana viajar y lo hacen a pesar de los pocos recursos que tienen. Viajar es más que un capricho, viajar es una necesidad y aquellos que somos pobres en un primer mundo de opulencias tenemos derecho también a realizar nuestros sueños viajeros. Porque los pobres también viajamos.
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2 pensamientos en “Rutas por Teruel y Tarragona que te arreglan un fin de semana – o más

  1. Me gusta esta forma de viajar porque es cómo la mía.Me encantan las escapadas cortas y las disfruto mucho.Por eso me ha gustado lo bien que las relatas. Un saludo.

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