Boschaud | Una abadía abandonada en el Périgord Verde

El Périgord no es un destino económico: alojamiento, comida y entrada a los monumentos sale por un buen pico. Es por eso que cuando se presenta la visita a un lugar gratuito ni nos lo pensamos, aunque ese lugar sea poco conocido y casi no aparezca en las guías turísticas.

Esto es lo que sucede con la Abadía de Boschaud y que se encuentra en las inmediaciones de la localidad de Villars, célebre no por la abadía sino por unas grutas y un castillo. Ni las unas ni el otro vamos a visitar: el presupuesto del día lo hemos agotado en las dos visitas anteriores (Bourdeilles y Brantôme) por lo que ya no tenemos más dinero para gastar en lugares de pago. Aún así nos queda este monumento al que nos acercamos, básicamente, por ser de entrada gratuita. Así que vayamos al lío: ¿dónde se encuentra Boschaud? Y, ¿qué puedes ver allí?

Y, ey…. gran idea, porque Boschaud es una pasada.

La Abadía de Boschaud

Un poquito de Historia

La de Boschaud es una abadía cistercense que empezó a construirse en el siglo XII. Su historia es más bien movidita y es que, como pasa en toda la zona, las guerras de religión dejan huella en forma de destrucción. El tiempo no pasa en vano y aunque haya reconstrucciones en ellas se pierden testimonios de la abadía en forma de documentos, por lo que lo que sabemos de ella no es todo lo que ella ha vivido.

De lo más curiosos que le sucede a esta abadía es durante la Revolución Francesa, y es que cuando los revolucionarios fueron a cerrar la abadía no encontraron ni un monje. Vaya despago más grande debieron llevarse.

Supongo que vivir allí era difícil; la vida monacal cistercense se ha construido siempre a orillas de cursos de agua abundantes y éste no era el caso de Boschaud. No es que no haya ríos en la zona, claro que los hay – y muy caudalosos –, pero cerca del complejo monástico no se ve ni uno; un prado enorme, verdísimo, con algunos trazos de bosque aquí y allá, pero nada de curso de agua. Igual por eso cuando llegaron los revolucionarios ya no quedaba nadie. Quién lo sabe…

Nuestra visita

La cuestión, que nosotros llegamos a Boschaud con pocas esperanzas; con la poca información que tengo al respecto solo me mueve el hecho que me gustan mucho las ruinas – ese aire romántico… solo me falta morir de tuberculosis – y éstas nos vienen de camino. Cómo no aprovechar la oportunidad si ya os he dicho que visitarlas es gratis.

Llegamos después de perdernos por Villars, dando unas cuantas vueltas porque nos perdemos .- para variar – al no seguir las indicaciones que aparecen en la entrada del pueblo.

La carretera que lleva a Boschaud está en buenas condiciones, y es de agradecer porque en este viaje nos vamos a hartar de ir por carreteras infumables. Pero por suerte éste no es el caso y llegamos de una manera cómoda al destino.

La abadía se presenta ante nosotros como un espacio cubierto por densa vegetación que no deja ver en un principio lo que tras ella se esconde. Pero lo que se esconde tras las ramas cargadas de hojas verdes es mucho más grande de lo que esperábamos.

Ante nosotros se presenta un edificio – bueno, en realidad, lo que queda de él – de un tamaño considerable, que en su tiempo tuvo que ser imponente y del que queda parte de la iglesia, restos de muros y cúpulas que se han convertido en un cuarto de circunferencia.

Todavía hoy podemos ver parte de la sala capitular de la que se mantiene uno de los muros colmado de arcos que dejan ver el paisaje infinito. También queda en pieuna nave de la iglesia y el coro.

En realidad allí no hay mucho que hacer, es decir, no vas a estar mucho tiempo viendo esto y aquello, pero nuestro caso no es éste; nosotros estamos un buen rato observando aquel lugar y haciendo fotos, muchas fotos. Si te gusta hacer fotografías éste es el lugar perfecto para jugar con tu cámara: luces, colores, prados, piedra, y el cielo.

En Boschaud puedes estar tanto tiempo como quieras; es más, desde los 5′ y echar un vistazo rápido hasta pasar allí más de un cuarto de hora mirando y remirando es el tiempo que podrás invertir en este espacio tan especial de Aquitania. Y digo especial porque, como ya os he mencionado, para mí las ruinas tienen un algo que me encandilan, y Boschaud consigue encandilarme. Si no hubiese sido así no os hablaría de ello.

Localización

Llegar a la Abadía de Boschaud no es difícil, tienes indicaciones en la entrada del pueblo, pero por si acaso, aquí te dejo su situación exacta.

Villars

No quiero dejar de hablar de dos lugares en Villars – o en su término municipal – que seguramente os interesen. El primero no es muy conocido y apenas puedes ver su exterior, pero seguro que te interesa. El segundo es uno de esos lugares que se vistan sí o sí en Aquitania pero que nosotros, y como te he comentado al principio, no visitaremos por haber gastado el presupuesto diario en otras visitas.

Château de Villars

Se trata de un hotel Bed&Breakfast situado en la entrada de la localidad siendo una construcción del siglo XIX conocido como el Petit Chateau de Villars. Es más un manoir que un castillo, pero su aspecto exterior es tan bonito que bien merece una buena parada.

Si quieres darte un capricho y alojarte en este castillo puedes hacerlo.
Pincha aquí si quieres saber más.

Château de Puyguilhem

Este castillo es uno de los imprescindibles del Périgord. Es un castillo renacentista que está en manos del Patrimonio Nacional Francés. Convertido en lo que vemos hoy en el año 1515, fue antes fortaleza. El castillo, que estuvo abandonado y fue saqueado durante el s. XIX, fue adquirido por el Estado francés den el año 1939 para proceder a su restauración.

Nosotros nos acercamos todo lo que podemos, esto es, hasta la garita donde venden las entradas. Hacemos un par de fotos y nos vamos por donde hemos venido. El castillo estaba en los planes iniciales de visita pero lo cambiamos por el de Bourdeilles.

Debéis saber que si queréis podéis adquirir el ticket combinado con las Grutas de Brantôme y os costarán ambas entradas 10€. Si no la entrada al castillo son 7€.

Nos vamos por donde hemos venido.

Si quieres más información sobre el castillo y preparar tu visita, haz click aquí.

Grutas de Villars

Por si te interesa más cosas que puedas ver, en Villars hay unas grutas prehistóricas que son también uno de los imprescindibles de la zona. No podemos decirte cómo son porque no las visitamos – ya sabes, el presupuesto –, pero las dejo aquí mencionadas por si tú te animas a visitarlas.

Encuentra más información sobre las grutas y la visita haciendo click aquí

Y hasta aquí nuestro paso por Boschaud, uno de esos lugares que posiblemente con otra situación económica hubiéramos dejado de lado por falta de tiempo pero que justamente por tener un presupuesto ajustado nos animamos a visitarla. Y os recomiendo que hagáis lo mismo, tengáis un presupuesto como el nuestro o más amplio.

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¡Gracias!

Una filósofa y un politólogo que amana viajar y lo hacen a pesar de los pocos recursos que tienen. Viajar es más que un capricho, viajar es una necesidad y aquellos que somos pobres en un primer mundo de opulencias tenemos derecho también a realizar nuestros sueños viajeros. Porque los pobres también viajamos.
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