San Felices de los Gállegos | Un pueblo con mucho encanto en Salamanca

En la provincia de Salamanca, y muy cercano a la frontera con Portugal, encontramos el pueblo de San Felices de los Gállegos, uno de los conjuntos históricos de mencionada provincia castellano leonesa y que será nuestro primer destino en estas tierras desconocidas para nosotros.
Cuando se organiza un viaje diseñar rutas que sean atractivas y eficientes es a veces complicado, sobretodo si los lugares que a una le interesan son, tal vez, sitos poco frecuentados por turistas. Por ello en algún momento puede resultar complicado encontrar información sobre el destino, cosa que puede hacernos dudar a la hora de incluir o no determinado lugar en una posible ruta. Este es el caso de San Felices de los Gállegos, un pequeño pueblo salmantino enclavado en la frontera con Portugal.
 
Cuando llevas un par de centenares de kilómetros recorridos en un día – vas de Trujillo a Ciudad Rodrigo – piensas que tal vez no sea buena idea hacer algunos más para visitar un pequeño pueblo con castillo. Pero no, esto último te hace pensar que sí, que debes desplazarte hasta allí para ver, al menos, esa torre que luce tan bella en las imágenes que has encontrado en la web. Así, después de dejar los trastos en el Parador de Ciudad Rodrigo te subes de nuevo al coche y ayudándote del GPS pones rumbo hasta el norte de Salamanca.
 
Llegar a San Felices de los Gállegos es fácil, y más hoy en día cuando nos servimos de todo tipo de aparatos tecnológicos que ayudan a encontrar el camino. La época del mapa está llegando a su fin, aunque de vez en cuando es útil ver los lugares plasmados en un soporte de papel. Por ello, solo necesitamos teclear el nombre de nuestro destino y empezar a conducir. San Felices de los Gállegos no está lejos de Ciudad Rodrigo, pero salir de esta localidad es un poco complicado si te alojas en el casco histórico aunque, porque vamos a negarlo, se convierte en una hazaña divertida. Una vez logras vencer muros y murallas San Felices de los Gállegos está a poco más de 30′, minutos que pasan mucho más rápido cuando puedes disfrutar de una carretera tan bonita como la que bordea la frontera española y portuguesa.
  
Unos pocos kilómetros antes de llegar a nuestro destino, la silueta del castillo empieza a despuntar en el horizonte y una vez llegas allí te das cuenta que aquél pueblo es algo más que un coqueto castillo.
 
San Felices de los Gállegos fue territorio vetón antes que romano, pero el núcleo urbano se debe formar, más o menos, en época visigoda, entre los años 688 y 690. Tras paso de reyes y señores, y ya en el s. XIII, San Felices de los Gállegos pasa a manos de los portugueses y el rey Dionisio I de Portugal manda construir su castillo. Un centenar de años después, San Felices retorna a manos leonesas, pero no por mucho tiempo, ya que en 1369 el conflicto entre Enrique II de Tratámara y Fernando I de Portugal hace que este cruce la frontera y la declare portuguesa. Un año después acuerdan ambos reyes que San Felices de los Gállegos, y mediante un arreglo matrimonial entre Beatriz y Sancho, hermanos de Fernando y Enrique respectivamente, sea de nuevo posesión española.
La cosa no queda aquí ya que, durante la Guerra de Sucesión en la Corona de Castilla y León el bando portugués, que apoyaba al bando de Juana “la Beltraneja” – hija que se dice ilegítima de Enrique IV, hermano de Isabel la Católica – tomó de nuevo la localidad, pero finalmente fue el bando isabelino quien ganó la contienda y tras revuelta popular incluida, San Felices volvió a formar parte de la corona leonesa, siendo el primer Duque de Alba quien gobernase aquellas tierras.
Su condición de plaza fronteriza le daría más problemas en el futuro, sobretodo en la Guerra de Independencia de Portugal, siendo punto clave de enfrentamiento entre la casa de Alba y las tropas portuguesas. Ello no suponía, solamente, romper con la cotidianidad de la vida tranquila, sino también sufrir saqueos y robos constantes que duraron tanto como duró la guerra. 30 años después San Felices vuelve a estar en el punto de mira debido a la Guerra de Sucesión Española durante la que vuelve a formar parte de la corona Portuguesa – no por méritos propios – y hasta el final de la cual no volverá a ser parte de España. Por si fuera poco, durante la Guerra de Independencia, cruentas batallas se dieron lugar en su término municipal, con gran pérdida de vidas humanas y destrucción de patrimonio, además de estar durante 3 años en manos francesas. La guerra continúa y en 1812 Wellington toma Ciudad Rodrigo y, junto a ella, San Felices, que deberá esperar 3 años más para ser liberada de las manos francesas y, por extensión, de la guerra.
 
La arquitectura tradicional de San Felices de los Gállegos es regía y austera, pero muy bonita. El sol nos está pegando fuerte a esas horas de la tarde – descerebrados nosotros – y los lugareños, aún con el calor, visten manga larga – la mejor protección solar existente. Aparcamos en una escasa sombra que proyecta la Iglesia parroquial del s. XVI y nos disponemos a visitar este pequeño pueblo salmantino que nos irá sorprendiendo más y más a medida que paseemos por él.
Hay un elemento que nos llama la atención, y es un campanario solitario en medio del pueblo, que resulta formar parte de la iglesia del lugar aunque este separado. 

Este campanario nos lleva hasta la plaza del castillo en la que todavía hoy descansan algunos cañones de conflictos pasados, y desde la plaza hasta la torre del homenaje desde la que parten lo que queda de las antiguas murallas, en las que se distinguen las almenas que pertenecían al castillo de finales del s. XIII, principios del XIV. La torre del homenaje se conserva todavía hoy gracias al tesón de un vecino de la localidad que consiguió comprarla para que no se la llevasen, piedra a piedra, del pueblo.

Murallas

La torre del homenaje alberga un museo y centro de interpretación que se encuentra cerrado en esos momentos, pero que podéis visitar si vais allí dentro de horario – al final los encontraréis.

Tomar un café en este bello pueblo, tras un paseo bajo el sol de junio, es lo que haremos a continuación para así descansar un poco y emprender el camino hacia el lugar donde nos reencontraremos con unos de los primeros moradores de estas tierras: los vetones.

Información sobre San Felices de los Gállegos: 

Horario de visita del castillo:

  • VIERNES: de 16:00h a 18:00h
  • SÁBADOS, DOMINGOS Y FESTIVOS: de 12:00h a 14:00h y de 16:00h a 18:00h
  • Fuera de horario contactar con: 692471284
  • precio entrada: 2 €
Webs:

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